Suscríbete a
ABC Premium

Canal salud

Llegan los brotes de la enfermedad de manos, pies y boca: ¿cuáles son los síntomas?

Esta infección viral es habitual en los bebés y niños menores de cinco años y suele ir acompañada de sintomatología leve

Por qué se portan mal los niños cuando están cansados

Esta patología a menudo presenta una erupción cutánea ABC

P. T.

Sevilla

Después de la vuelta al cole y en un momento del año en el que los cambios de temperatura dan lugar a resfriados y catarros, muchos niños pueden tener dolor de garganta o malestar por diferentes motivos. Sin embargo, hay una afección que les afecta particularmente a ellos con mucha frecuencia, y que también puede presentar esas señales: la enfermedad de manos, pies y boca.

Se trata de una infección viral leve bastante corriente que aparece en bebés y niños menores de cinco años. El contacto directo con otros pequeños y la manipulación de objetos en el cole o en casa sin lavarse las manos pueden ser el origen del contagio, ya que se transmite a través de secreciones nasales, saliva, las gotitas que rociamos por el aire al toser o estornudar, heces y líquido de ampollas.

De hecho, en guarderías es muy común que se propague esta enfermedad por la necesidad de los niños de ayuda para ir al baño y de cambios de pañal, así como por la tendencia que tienen a esas edades de llevarse tanto las manos como los objetos que manipulan a la boca.

Además, aunque se es más propenso a contagiar durante la primera semana de la enfermedad, es posible que el virus permanezca en el organismo un tiempo, por lo que existe la posibilidad de que siga propagándose.

Síntomas más frecuentes

El período de incubación suele ir de tres a seis días. Los síntomas, por su parte, pueden durar entre siete y diez normalmente. Entre los más habituales destacan los siguientes:

— Fiebre

— Dolor de garganta

— Pérdida del apetito y malestar general

Llagas en la boca (lenguas, encías, interior de las mejillas). Pueden empezar como pequeños puntos rojos y convertirse en ampollas.

Sarpullido en la palma de las manos y de los pies, así como en los glúteos. No suele picar, formando manchas rojas o blanquecinas, aunque también puede formar ampollas o costras.

Normalmente estos síntomas desaparecen a los pocos días. No se trata de una enfermedad importante. No obstante, es recomendable consultar al médico si el pequeño es menor de seis meses, tiene el sistema inmunológico debilitado o pasa por dificultades importantes para ingerir líquidos por culpa de las llagas, así como en caso de que los síntomas permanezcan más allá de los diez días.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación