Singularity University muestra en Sevilla cómo «pensar a lo grande»

El estreno de una obertura de Beethoven, «Las criaturas de Prometeo», interpretada por la Sinfonietta de San Francisco de Paula con una tecnología (proyecto Phenicx) que permite crear al mismo tiempo experiencias digitales, sirvió este jueves de apertura a la cumbre que la Singularity University celebra en Sevilla, organizada por la Fundación Goñi y Rey.

Esa otra manera de disfrutar de una interpretación musical casaba a la perfección con el espíritu de este encuentro tecnológico de primer nivel, en el que Rob Nail, socio fundador y CEO de Singularity University, animó al auditorio a «pensar de forma diferente» para poder asimilar el «desafío» que propone esta cumbre, ya que «la tecnología exponencial -dijo- va a transformar a toda la sociedad». Se sirvió de ejemplos como los de Instagram o la plataforma Airbnb, en el mercado del alojamiento, para ilustrar cómo el uso de los avances tecnológicos está generando estos tipos de «negocios exponenciales» en cuanto a su ritmo de crecimiento. Nail, que en todo momento interactuó con el auditorio, usó unas gafas Google y dijo que, aunque hoy en día nadie piense que las vaya a comprar, dentro de dos años, tal vez, cambien de opinión, al igual que ocurrió con los móviles.

«Nos adaptamos rápidamente a estas tecnologías cuando estamos dispuestos a experimentar», indicó el ponente. Educación, innovación y comunidad, fueron los tres pilares en los que el conferenciante asentó la filosofía de la institución a la que representa. «Hay que pensar a lo grande», manifestó Rob Nail para incidir en el objetivo que se proponen de aportar una nueva perspectiva que permita apreciar lo positivo así como los posibles riesgos que conllevan las tecnologías.

Más adelante, en su charla sobre robótica, Nail protagonizó uno de los momentos más especiales de la jornada al aparecer sobre el escenario acompañado de unos pequeños robots. A su juicio, la creación de autómatas supone una «apuesta por empleos de calidad frente a aquellos que piensan que un nuevo robot supondrá un puesto de trabajo menos para un ser humano». Consideró que los robots ayudan a «expandir nuestras capacidades y a hacer nuestra vida un poco más fácil», resaltando las posibilidades que ofrecen, por ejemplo, «en el cuidado y atención a personas de edad avanzada».

Sobre el «gran renacimiento» de la inteligencia artificial habló Neil Jacobstein, quien consideró que su desarrollo está «cambiando el significado del ser humano». Se refirió a las potencialidades que ofrece la inteligencia artificial, que «va a cambiar radicalmente la educación, la práctica médica o el papel de las pymes», si bien advirtió que debemos ser «moralmente responsables con esa superinteligencia, sometiéndola a diferentes niveles de control para que se use de forma correcta».