crímenes históricos de Sevilla
El asesinato y la violación de una niña de dos años en Sevilla que nunca se resolvió
Maribel estaba jugando en la barriada de La Oliva cuando desapareció el 28 de marzo de 1972

Un suceso espeluznante tuvo lugar en la Semana Santa de Sevilla de 1972 . Una niña de dos años fue estrangulada y violada en la barriada de Nuestra Señora de La Oliva.
Todo sucedió el 28 de marzo de 1972, Martes Santo, cuando tras haber estado en el centro viendo las procesiones, la madre de la niña junto a unos amigos paró a tomar algo en el bar «Las Góndolas». Mientras ellos estaban en el interior, María Isabel Segura Sánchez (Maribel), de dos años, jugaba junto a sus hermanos y otros niños. Pasado el tiempo los mayores entraron en el bar mientras, al ver que la pequeña no aparecía , los padres dieron la voz de alarma. Al parecer mientras jugaban había estado observándoles un hombre «alto de escasa cabellera y grandes entradas que portaba una bolsa con cremallera», según los informes policiales. Durante toda esa noche, familiares y vecinos estuvieron buscando a la pequeña que desgraciadamente apareció muerta en una hondonada cercana a la carretera de la Universidad Laboral, a la mañana siguiente.
El cuerpo de la pequeña presentaba marcas de estrangulamiento, mordeduras y hematomas y rasponazos . Además había signos de violación posterior a la muerte.
El sospechoso estuvo internado en el Psiquiátrico de Miraflores
Durante los días posteriores la policía investigó concienzudamente el caso aunque no fue hasta finales de abril cuando se produjo la detención del principal sospechoso . Antonio Manzano Beato, individuo de corta estatura, pelo espeso y frente estrecha de 38 años con antecedentes de abuso de su madre de 78 años y ciega y de una niña de siete años. Estuvo internado en el Hospital Psiquiátrico de Miraflores desde el 11 de julio de 1970 hasta que se fugó en octubre de ese mismo año.
El juicio comenzó el 26 de noviembre de 1973. Durante el proceso declararon varios psiquiatras que determinaron que Manzano era un psicópata sexual, con inclinaciones sádicas y hacia la infancia. También presentaba una personalidad del tipo esquizoide que unido al alcoholismo crónico le producía alucinaciones llegando incluso al «delirium tremens». Finalmente Antonio Manzano Beato fue absuelto porque no había pruebas concluyentes que lo relacionasen con el caso salvo su confesión que se produjo cuando llevaba días detenido sin ingerir alcohol conllevando una situación que enaltecía sus problemas psiquiátricos que nublaban sui razonamiento. Además su aspecto físico era opuesto al del individuo descrito por las niñas que jugaban con la pequeña María Isabel el fatídico día de su muerte.
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