La muerte de Álvaro Prieto revela los fallos de seguridad de Santa Justa en plena alerta antiterrorista
El joven de 18 años deja en evidencia los fallos de seguridad en una de las infraestructuras críticas para el Ministerio del Interior
¿Qué implica el nivel 4 de alerta antiterrorista?
¿Qué muestra el vídeo que grabó el momento del accidente de Álvaro Prieto?
Domingo de Ramos en Sevilla, en directo

La muerte trágica de Álvaro Prieto deja algunas conclusiones inquietantes que van más allá del suceso en sí; y es que un joven de 18 años logró colarse en las vías de la estación, se subió al techo de un tren donde sufrió un ... accidente y su cuerpo permaneció cuatro días entre dos vagones sin que nadie lo encontrara. Álvaro murió a plena luz del día en el interior de un recinto ferroviario que está clasificado como infraestructura crítica en el Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista que el Ministerio del Interior acaba de retocar para incluir nuevas medidas ante el riesgo de atentado en la actual coyuntura internacional y con los recientes ataques yihadistas en Bélgica o Francia como argumentos de peso.
Es llamativo que los fallos en las medidas de seguridad de la estación de Santa Justa se produjeran cuando está decretado el nivel 4, sobre 5, de alerta terrorista. Ese nivel 4 supone la movilización total de los agentes de las Fuerzas de Seguridad dedicados a la lucha contra el terrorismo así como el refuerzo de la vigilancia y la protección de infraestructuras críticas como centrales nucleares o grandes nudos de comunicación, como son puertos, aeropuertos y grandes estaciones de ferrocarril, por las que circulan a diario miles de personas.
El hecho de que se lleve desde 2016 con este mismo nivel de alerta hace casi imposible mantener en todo momento la misma intensidad en el dispositivo. De hecho, antes del ataque terrorista de Hamás ha habido momentos en los que algunos expertos defendían que podía bajarse al nivel 3. En todo caso, la facilidad con la que, según se ha comprobado, es posible irrumpir en unas instalaciones como las de Santa Justa resulta preocupante.
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La seguridad de Adif
La seguridad en el recinto ferroviario es competencia de Adif, que tiene contratada seguridad privada. Esos vigilantes fueron los que impidieron que Álvaro Prieto se colara en un tren con destino a Barcelona. Pero este personal se limita a la vigilancia de la terminal, andenes y zonas aledañas por donde transitan los pasajeros. Lo ocurrido con Álvaro Prieto demuestra que nadie controla los talleres ni la parte de las vías más alejada de la estación. Pero además, la Policía supo qué le había ocurrido al joven cordobés gracias a la cámara de seguridad de una gasolinera y no a ningún medio de vigilancia del recinto ferroviario. Desde que se denunció la desaparición de Álvaro, Adif ha guardado silencio y ha remitido siempre a la Policía.
En Santa Justa la presencia permanente del Cuerpo Nacional de Policía se limita a una pequeña oficina donde se atiende la denuncia de los viajeros. No hay vigilancia permanente del exterior del recinto para impedir incursiones. Fuentes policiales admiten que no hay recursos para establecer un dispositivo permanente que controle un perímetro tan grande como la estación de Santa Justa. Pero esto contradice el mismo plan de prevención de Interior que incluye entre las medidas estratégicas dentro del nivel 4 el refuerzo de la seguridad de las infraestructuras críticas.
Ayer, el ministro del Interior anunciaba un refuerzo de medidas sin cambiar el nivel de alerta. A través de un comunicado, el ministerio anunciaba el refuerzo de los dispositivos de seguridad sobre determinados puntos especialmente sensibles por todo el territorio nacional y el incremento de las medidas antiterroristas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ese incremento de la seguridad no se vio en Santa Justa donde no había más presencia policial que la habitual pareja de la Policía Nacional que suele estar en la terminal.
En 2019, otro accidente puso el foco en la falta de vigilancia de Santa Justa. Un conductor de avanzada edad acabó circulando casi un kilómetro entre las vía del tren hasta llegar a la entrada de la estación. Las imágenes que difundieron los servicios de emergencia eran esperpénticas e invitaban a hacerse las mismas preguntas. ¿Cómo era posible que un coche hubiera conseguido entrar hasta el mismo hall de la estación a través de las vías?. Adif denunció al conductor, que aseguró que se había equivocado de camino. Su error demostró que alguien podía llegar hasta el corazón de la estación en coche y provocar el caos.
La seguridad de Santa Justa también queda en entredicho con sólo comprobar el estado del vallado que debe cerrar todo el complejo y que presenta un deficiente estado de conservación. Por uno de esos agujeros se coló Álvaro la mañana del 12 de octubre.
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