Elecciones municipales Sevilla 2023
Antonio Muñoz: «Ha podido más el ruido de la política nacional, pese a que mi eslogan era 'Sólo Sevilla'»
El actual alcalde ha comparecido cuatro horas después del cierre de los colegios electorales para reconocer su pesar por la pérdida del último bastión socialista
Más de cuatro horas estuvieron encerrados en el despacho principal de la sede de la calle San Vicente los dos alcaldes que la formación socialista ha tenido durante el presente mandato en Sevilla: Juan Espadas y Antonio Muñoz, que hasta entrada la medianoche, casi dos horas después del cierre de los escrutinios, no bajaron para atender a los medios de comunicación en una breve y paradigmática intervención de ambos. Mientras que el actual secretario regional del PSOE justificaba el descalabro absoluto de su partido con la «división» de los partidos a su izquierda, el todavía alcalde de Sevilla hacía un ejercicio más autocrítico y señalaba directamente al voto de castigo que ha provocado la política del Gobierno de Pedro Sánchez: «Ha podido más el ruido de la política nacional».
El PSOE sólo pierde un concejal (doce) con respecto a las últimas elecciones municipales de 2019 (trece) −lo que demuestra que Muñoz ha resistido casi al límite la penalización generalizada contra las políticas sanchistas y los escándalos socialistas−, aunque pierde el Gobierno municipal. Un varapalo que más que comprometer al todavía alcalde hispalense pone al borde del precipicio a un Juan Espadas que insistió durante su intervención en el sumidero de votos que ha supuesto la fracción de los partidos de extrema izquierda −sus muletas durante los dos mandatos que ha estado al frente del Consistorio−, así como en reivindicar que su formación «ha ganado en Andalucía en el 46 por ciento de municipios, frente al 37 por ciento del Partido Popular». No hubo ningún reproche en clave nacional o socialista.
El carisma y apoyo que sigue contando Antonio Muñoz de los suyos, pese a esta derrota, fue palpable desde que bajó a la planta baja de la sede socialista de la calle San Vicente. Entre abrazos y muestras de afecto se desmarcó nuevamente del sendero de Juan Espadas −cuyas políticas ya reprobó durante su toma de posesión como alcalde de Sevilla en enero de 2022−, felicitando primeramente la victoria del popular José Luis Sanz −al que aseguraba haber telefoneado− y culpando directamente al «ruido de la política nacional, pese a que nuestro eslogan era 'Sevilla, y sólo Sevilla'».
Antonio Muñoz, que había insistido durante estas últimas jornadas en la «honestidad» y «limpieza» de su campaña electoral, se vio salpicado directamente de ese «ruido nacional» del que se lamentaba por la presencia en sus mítines de Pedro Sánchez, Patxi López, María Jesús Montero o el propio secretario provincial del partido, Javier Fernández, quien no tuvo reparos en justificar el escándalo por la compra de votos con «los 40 años en los que en España no se pudo votar». Muñoz quiso hablar de Sevilla; el PSOE, no.
El todavía alcalde de Sevilla reconoció su «tremendo orgullo» por todos los «logros, objetivos y proyectos que están lanzados; algunos culminados, otros no, como consecuencia de la dichosa pandemia». «Nos vamos con un balance del que debemos sentirnos orgullosos». En su único análisis sobre los resultados electorales de este 28 de mayo, Antonio Muñoz reconocía abiertamente el lastre que para él ha supuesto la gestión política del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez: «A la vista del resultado, han podido más otros temas que han estado muy presentes durante la campaña».
Un concejal menos que Espadas
La suerte de interinidad de Antonio Muñoz al frente del Ayuntamiento de Sevilla apenas ha durado un año y medio desde que relevara en el cargo a Juan Espadas, quien lograra en 2019 trece concejales, quien ha culpado más que a la política nacional al sumidero de votos que ha producido la fractura de la ya extinta Adelante Sevilla (Podemos, Izquierda Unida y la debutante Adelante Andalucía).
Pese a este decepcionante resultado, las cifras de los socialistas son prácticamente idénticas a las que alcanzaron durante los últimos de Juan Espadas como cabeza de lista para la Alcaldía hispalense, cuando sí lograron imponerse en número de votos al Partido Popular tras aquellas dos victoriosas ocasiones de un Juan Ignacio Zoido que en 2015 perdió el despacho principal de la Plaza Nueva por el pacto que los socialistas alcanzaron con Participa Sevilla (Podemos) e Izquierda Unida.
Desde entonces, la extrema izquierda ha sido la muleta que ha sustentado los dos últimos gobiernos socialistas del Ayuntamiento de Sevilla, pese a que durante este tiempo tanto Juan Espadas como Antonio Muñoz hayan ido alternando acuerdos presupuestarios con distintas formaciones de ambos espectros ideológicos. De hecho, en un intento de proyectarse como político moderado, Antonio Muñoz selló estos Presupuestos de 2023 –los únicos que ha encabezado durante su etapa como alcalde– con Ciudadanos, que en su último lance político intentaron promocionar a Miguel Ángel Aumesquet.
Aquel pacto del calcetín, titulado así por la ofrenda que el líder de la formación naranja le entregó a Muñoz durante la rúbrica del acuerdo, permitía tanto a los socialistas desmarcarse del viraje ideológico del Gobierno central como a Ciudadanos tomar un mínimo de oxígeno que lo proyectase como un partido «útil» antes de los que para muchos se antojaban como sus últimos comicios. La pérdida de la Alcaldía de Sevilla, sin ninguna duda, es un varapalo anímico tanto para el Gobierno de Pedro Sánchez como para un Antonio Muñoz que no ha logrado.
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