Elecciones municipales Sevilla 2023
Antonio Muñoz se queda solo en la defensa de su modelo para Sevilla
Las cartas del 28-M se ponen bocarriba en el debate decisivo de ABC, en el que quedaron conformados los posibles pactos de gobierno
Antonio Muñoz y José Luis Sanz se reprochan no conocer Sevilla: vacaciones en Torremolinos y 15 años de Alcaldía en Tomares
Cristina Peláez a Antonio Muñoz: «Usted se gasta el dinero en un festival de cine que no ve nadie»
El debate decisivo de ABC con los seis candidatos se convirtió en una enmienda a la totalidad al modelo de gobierno de Antonio Muñoz. La radiografía que hicieron de derecha a izquierda Cristina Peláez, José Luis Sanz, Miguel Ángel Aumesquet, Susana Hornillo y Sandra Heredia fue demoledora, sobre todo en el pilar sobre el que el actual alcalde ha sustentado el éxito de su gestión primero como delegado y después como regidor. El turismo se ha convertido en un búmeran que ha acabado golpeando al Ayuntamiento, que ha acabado pidiendo auxilio a la Junta para limitar los pisos turísticos. De ahí a la gestión de los servicios municipales, como la limpieza o la seguridad. Fue un todos contra Muñoz del que acabó quejándose cuando pidió el voto «pensando sólo en Sevilla»: «Desde la extrema derecha a la izquieda están todos contra mí».
En el plató que se instaló en ABC quedaron conformados ya los posibles pactos de gobierno, que el propio Muñoz se encargó de firmar en su último minuto antes de pedir el voto: «Ha habido dos visiones, una apocalíptica y en blanco y negro del PP y Vox y la que yo represento». Y ahí es donde juegan el partido Podemos y Adelante.
Tampoco José Luis Sanz ocultó cuál puede ser la llave de su gobierno. El candidato popular ironizó a la hora de una posible reedición del acuerdo PSOE-Podemos como en el Gobierno central, o como el que hubo la época de Monteseirín y Torrijos: «Lo peor que le puede pasar a Sevilla es ver una coalición de perdedores con Muñoz de alcalde y Susana Hornillo como delegada de Urbanismo». A lo que el socialista respondió irónico: «No quiero pensar en un gobierno de usted con Vox, con la señora Peláez de concejal de Transición Ecológica».
Fue aquí donde el candidato de Ciudadanos pidió la pelota, porque nadie se la echaba, cuando el moderador, Roberto Arrocha, les pidió que contaran cuál era su sueño. Aumesquet señaló: «Que Cs continúe en el Ayuntamiento», a lo que luego apostilló al ver cómo se repartían la tarta y él se quedaba sin trozo alguno: «Sobre el hombrito de Ciudadanos se portan mejor».
La irrelevancia de la formación naranja, que en las encuestas no le dan posibilidad alguna de sacar un solo concejal, tocó suelo cuando el candidato acabó defendiendo que «hay que sacar a los políticos del Ayuntamiento» y que éste sea dirigido por profesionales, como los que él lleva en su lista... tras quedarse sin militantes.
La salsa está en Tomares
Tras dos bloques en los que casi no existió el cara a cara, sino un recital de argumentarios predefinidos y hasta leídos, el moderador se levantó de forma simbólica para que los seis candidatos se fundieran por fin en una discusión sin necesidad de pedir la palabra. Lo logró. Y fue así donde apareció la salsa, el ingenio, el nerviosismo y hasta el cabreo. Muñoz había lanzado una primera puya a Sanz en la que le refería su desconocimiento de la ciudad «porque no vive aquí». E introdujo a Tomares en escena, hasta el punto de quel municipio aljarafeño del que ha sido alcalde el líder popular durante 15 años se habló más que del Polígono Sur.
Tras utilizar en varias ocasiones el mismo argumento del lugar de residencia del candidato del PP tratando de desvirtuar la crítica constante que éste le hacía, al final logró exasperarlo. Sanz acabó sacando la propaganda electoral del PSOE que le había llegado a su domicilio en Sevilla para demostrar que su residencia está en la capital. «Va diciendo constantemente que no vivo aquí, y le recuerdo que en las últimas autonómicas voté en Sevilla. He nacido en la capital y en los 54 años que tengo he vivido más años en esta ciudad que usted. Y, en los 15 años que he pasado como alcalde en Tomares, también he vivido más que usted en Sevilla». Y cruzó la línea a lo personal: «Usted ha estado más en Torremolinos que en Sevilla».
Fue el momento más tenso del debate. Muñoz le reprochó el argumento de dónde pasa sus vacaciones e intentó desdecirse sobre su comentario acerca del lugar de residencia de Sanz: «A mí me da igual donde viva, ni lo sé ni me interesa, lo que me preocupa es su desconocimiento del que hace gala de la ciudad». El popular prosiguió: «¿Desconocimiento? Si hay barrios en los que piensan aún que el alcalde sigue siendo Juan Espadas». «Tranquilícese -le espetó el alcalde-, no se ponga nervioso cuando se le recuerda su etapa en Tomares. ¿Tiene alguna experiencia de turismo allí?», ironizó.
El alcalde trató de sacar a Sevilla del debate, para alejar cualquier crítica, infravalorando la alcaldía de un pueblo como Tomares respecto de la de la capital. Y así lo hizo con la vivienda, cuando Sanz le repitió que Emvisesa no había entregado ninguna VPO. El candidato socialista le contestó de la misma forma: «Tiene la misma credibilidad que el número de viviendas que hizo en Tomares o las que Zoido construyó en Sevilla. Ninguna. Sea más prudente y vea las grúas». El rifirrafe continuó: «Sabe dónde está Tomares? -le preguntó Sanz-. Es uno de los municipios que se ha aprovechado de la parálisis urbanística del PSOE y que ha crecido, con 500 viviendas nuevas». «Pues será con el dinero que se ahorró del teleférico, porque de VPO no puede hablar», volvió a atacar Muñoz, que se sentía cómodo en el combate.
Muñoz sacó a Bildu
Muñoz se vio tan solo que le marcó el discurso a su rival político, afeándole que sólo hablase de Juanma Moreno y no de sí mismo como candidato. Y aquí cometió un error: fue el propio Muñoz quien puso a ETA y a Bildu sobre la mesa de debate pese a que en las dos horas anteriores nadie sacó el asunto que tiene en jaque al PSOE.
El alcalde, que tenía preparado el argumento por si salía a relucir el asunto, aseguró que Sanz «tiene que tener muy mal pronóstico para hablar de mandatos anteriores, de ETA, Bildu y hoy de mis vacaciones. Son argumentos poco serios y políticos, como su propuesta de trasladar al Rectorado el Museo o de gastarse 400 millones en el subterráneo en el Paseo Colón». Esto dio pie a que Sanz le espetase: «Hay que ver la vergüenza que le da que lo vinculen con Pedro Sánchez». Y el popular sentenció: «Usted es uno de esos dirigentes cobardes del PSOE que ha permitido que se pacte con Bildu».
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