Sevilla
El Gobierno de Pedro Sánchez se olvida de las alegaciones al puente de la SE-40
Constructores y arquitectos denuncian el «desprecio» del Ministerio de Transportes a la sociedad civil sevillana
El Ejecutivo no responderá hasta que el Ministerio de Transición Ecológica emita la Declaración de Impacto Ambiental
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La sociedad civil sevillana denuncia el «desprecio» del Gobierno de Pedro Sánchez a la capital de Andalucía después de que, tras enterrar el proyecto del túnel para cruzar la SE-40 a su paso por el río Guadalquivir, ... lleve casi un año ignorando las alegaciones presentadas al anteproyecto del puente por asociaciones ciudadanas, ayuntamientos, administraciones públicas, colegios profesionales, la patronal de constructores, el Puerto de Sevilla, etc.
El estudio y trabajo de estas entidades y administraciones para elevar sus propuestas al viaducto están guardadas en un cajón desde noviembre de 2022. La explicación que ha dado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a este periódico es que el expediente del proyecto del puente (documento técnico del anteproyecto, estudio de impacto ambiental e informe de alegaciones) está, desde el pasado mes de marzo, en el Ministerio de Transición Ecológica, antiguo Medio Ambiente, para la elaboración de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) correspondiente. «Hasta que el Ministerio de Transición Ecológica no resuelva, no responderemos a los alegantes, ya que es posible que haya cambios», aseguran desde el departamento de Transportes.
Esta forma de proceder, poco habitual en procedimientos públicos en los que primero se responde a las alegaciones y después se emite la Declaración de Impacto Ambiental, ha indignado a constructores, arquitectos e ingenieros, entre otros sectores. Este silencio administrativo llevó ayer al alcalde de Coria del Río a reclamar una respuesta al departamento de Raquel Sánchez.
Precisamente, la última visita de la ministra a Sevilla esta semana y sus palabras sobre la propuesta del Gobierno de PSOE y Podemos para cerrar la SE-40 a su paso por el Guadalquivir han causado sorpresa. «La polémica sobre puente o túnel está resuelta desde hace meses. Me sorprende que no se tenga claro. La opción --puente-- está justificada desde todos los puntos de vista», dijo Sánchez.

«El debate no está cerrado, porque no se ha respondido a muchas cuestiones que siguen abiertas»
Nuria Canivell
Decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla
La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla, Nuria Canivell, expresa la posición «clara» de la entidad que representa a este respecto: «El debate no está cerrado, porque no se ha respondido a muchas cuestiones que siguen abiertas». Y sobre todo porque está pendiente la Declaración de Impacto Ambiental.
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Para Canivell, la solución para que la SE-40 cruce el Guadalquivir tiene que «garantizar» la protección «total» del entorno, que no está garantizado con el anteproyecto de viaducto por el que aboga el Ministerio; «garantizar» la funcionalidad de la actividad portuaria actual y su futura expansión; y, además, reclama a la Administración central que el interés económico no prime sobre otros elementos en este proyecto.
Pero más allá del «desprecio» que supone para todas las personas y entidades, además de administraciones públicas, que alegaron al anteproyecto, y para la propia ciudad que el Ministerio no conteste a las alegaciones, Juan Aguilera, gerente de Gaesco, patronal del sector de la construcción, también desmonta la afirmación de que el puente está justificado desde todos los puntos de vistas: ambiental, económico y social. «No tiene credibilidad alguna, y evidencia una vez más el desprecio del Gobierno a Sevilla». El alcalde de Coria criticó que «no tienen ni siquiera la exigible responsabilidad institucional de cumplir con su deber de respondernos».

«No tienen ni siquiera la exigible responsabilidad institucional de cumplir con su deber de respondernos»
Modesto González
Alcalde de Coria del Río
Desde el punto de vista ambiental, Aguilera recuerda la Declaración de Impacto Ambiental de 2001 que ya alertaba del impacto negativo de un puente sobre el paisaje y el medio ambiente en la vega del Guadalquivir y el entorno de Doñana. Y entonces, el puente propuesto sólo tenía 50 metros de gálibo. Ahora son cerca de 70 metros.
Abraham Carrascosa, exdecano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla, cree que la ministra «ha mentido» porque no hay Declaración de Impacto Ambiental a favor del puente, pero sí la hay en contra, la de 2001. «No la tienen y es difícil que la consigan». Para la Declaración el Ministerio tendrá que consultar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y a la Junta de Andalucía.
'El puente de la marisma'
«El puente sería el 'fantasma de la marisma', por su longitud, por su gálibo, por la pantalla que supone...», afirma el gerente de la patronal e ingeniero de Caminos. Nuria Canivell considera una «barbaridad» un puente de 70 metros de gálibo, sobre todo cuando los ingenieros han ofrecido alternativas de túneles con ejecuciones más rápidas y no se han tenido en cuenta.
A esto hay que sumarle que la pendiente del viaducto proyectado es del 5 por ciento, el máximo permitido, lo que provocará mayor contaminación procedente del tráfico rodado, pues los camiones son deberán acelerar su marcha para subir dicha pendiente. Esta alegación por motivos de salud fue de la presentadas por el Ayuntamiento de Coria del Río, en cuyo núcleo urbano está previsto el inicio del puente. Un dato avala este factor. El barrio de Los Bermejales, junto al puente del Centenario de la SE-30, es uno de los que más niveles de contaminación registra en Sevilla.

«El Ministerio y el Gobierno siempre están racaneando con los recursos económicos que deberían otorgar a Sevilla»
Juan Aguilera
Gerente de Gaesco
Juan Aguilera también desmonta las palabras de la ministra desde el punto de vista económico, y pone en duda que sea la opción más barata. «Nunca ha querido el Gobierno valorar la posibilidad de cruzar el río con un túnel, a pesar de que tenía la obra aprobada y adjudicada con informes favorables».
«El Ministerio y el Gobierno siempre están racaneando con los recursos económicos que deberían otorgar a Sevilla, y más para este proyecto», estratégico para la movilidad de la ciudad y su área metropolitana. A este respecto, Juan Aguilera insiste en lo que lleva años denunciando: «Lo que pasa en Sevilla no pasa con Cataluña ni País Vasco, ni pasará, donde se han ejecutado varios túneles en el área metropolitana de Barcelona o en la ría de Bilbao».
Para más inri, el Ministerio admite que el túnel es viable, pero se decantan por la propuesta más económica, con un coste de ejecución de unos 460 millones, frente a los más de mil millones del túnel corto. «El problema es el dinero, no hay un duro para Sevilla», asegura Juan Aguilera, que pone en duda la estimación del túnel sin tener en cuenta el aumento del coste de los materiales.
Los colegios profesionales de Arquitectos y de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, junto con la patronal de constructores y promotores Gaesco, se unieron hace un año para presentar una serie de alegaciones independientes pero complementarias al anteproyecto, coincidiendo en que era inviable al no ofrecerse soluciones con garantías tanto a nivel técnico como de afección al entorno.
Una infraestructura que debe salvar los 70 metros de gálibo y de 5 kilómetros de longitud, «se verá desde Trebujena», señalaba a ABC la entonces decana de los arquitectos, Cristina Murillo. En su escrito al Ministerio incidía que tiene un impacto visual y medioambiental muy superior teniendo en cuenta la fragilidad ambiental del territorio en el que se ubica.
Por último, para Juan Aguilera, es «impresentable» que la ministra diga que el asunto está cerrado desde el punto de vista social, cuando su departamento «se está riendo» de todos los colectivos que estudiaron el anteproyecto y presentaron sus alegaciones: la Junta de Andalucía, los ayuntamientos de Coria del Río o Palomares, la Mesa Ciudadana de Tablada, la Autoridad Portuaria de Sevilla, o los colegios profesionales antes mencionado.
¿Y el Copero?
Y a esto hay que añadir que aún se desconoce qué va a pasar con la base militar del Copero, que junto al entorno Doñana, es la principal afectada por el anteproyecto del puente. «¿Hay que desmantelarla? ¿Modificarla? ¿Habrá problema en las operaciones de vuelo?», son preguntas que lanza Juan Aguilera y que deberá responder el Ministerio, cuando quiera.
Sobre el Copero y la afección del proyecto del puente también se pronuncia Abraham Carrascosa, exdecano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla. Se muestra pesimista: «No se va a hacer nunca porque tienen que quitar la base». Y a todo esto se añade que el Ministerio de Defensa del Gobierno de Pedro Sánchez no presentó alegaciones al anteproyecto, según ha podido saber este periódico, aunque el departamento de Margarita Robles no ha respondido a la consulta realizada al respecto.
Carrascosa, en esta línea, se pregunta cuánto cuesta al país que un Gobierno apueste por un puente enfrentándose a una ciudad como Sevilla. «Hemos perdido el norte», lamenta. Con la construcción de la SE-30 se perdió al aeródromo de Tablada, ¿se perderá ahora el Copero?
Tanto Juan Aguilera como Abraham Carrascosa coinciden, entre otras muchas cuestiones, en que se han perdido 28 años, desde que en julio de 1995 se dictara la orden de estudio de la segunda ronda de circunvalación de Sevilla, apenas tres años después de inaugurar la primera, que ya estaba saturada. Desde entonces han pasado «ocho o nueve ministros de Fomento», se adjudicó la obra del túnel, se compró la tuneladora, etc. Y se paró todo.
Advierte de que, «empezando mañana», este proyecto requiere entre diez y doce años para ser una realidad, y el 2023 está llegando a su final, por lo que el exdecano del Colegio de Ingenieros de Caminos pone en duda la fecha anunciada de 2023 por la ministra, quien aseguró que se iba en «los plazos previstos».
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