Un auto judicial permite a los tuk tuk seguir operando, por ahora, en Sevilla

El auto del juzgado Contencioso nº3 de Sevilla está fechado el pasado 1 de diciembre y se le ha dado parte a los agentes municipales para que no actúen contra los conductores de estos vehículos que además ejercen de guías turísticos. La juez ha suspendido la orden municipal firmada por la delegación de Turismo de paralizar la actividad de los tuk tuk. Una medida que en esencia consiste en no impedir que sigan operando hasta que no se le notifique a la empresa una resolución que conlleve la denegación de la autorización de la actividad o el cese de ella.

La clave, según la juez, es que no ha habido un acto administrativo que ampare la actuación de los policías. «No ha dictado acto alguno que el empresario pueda recurrir o incoado expediente en cuyo seno pueda plantear estas cuestiones, sino que con su actuación y por la vía de los hechos perturba o paraliza su actividad, cuando lo cierto es que esta empresa lleva ejerciéndola un año y por tanto no parece que el perjuicio al interés general o público pueda verse incrementado por una posible dilación de este recurso«.

En el auto también se le recuerda a la empresa que con esta medida «no se trata de autorizar la actividad, ni siquiera de reconocer que se ha otorgado un permiso o autorización por silencio positivo, sino de requerir a la Administración que no impida el ejercicio de una actividad declarada oportunamente en tanto no se dicte resolución por la Administración denegando esta autorización o acordando el cese«.

La empresa, que se denomina Eco Tuk Tuk SL, afirma que comunicó al Consistorio el inicio de la actividad en 2022 y tras un mes sin recibir respuesta, comenzó a operar. Frente a este argumento, los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que se oponían a la suspensión de la actividad, aseguraban que la supuesta licencia otorgada tácitamente o por silencio positivo era una cuestión de fondo que no debía resolverse en esa pieza en concreto sobre medidas cautelares.

Lo cierto es que la empresa sigue funcionando y se pueden hacer reservas a través de su web. Sin embargo, a raíz de las denuncias que fue recibiendo la empresa en octubre y la decisión de la Junta de Gobierno municipal de prohibir la actividad «por la vía de hecho», asegura que se vio dañada su imagen en internet, tuvo que cancelar reservas y se vio afectada su reputación como empresa turística recomendada.

La titular del juzgado nº3 admite que estos daños son comprensibles aunque difícilmente evaluables «en una sociedad como la actual en la que la trayectoria empresarial de este tipo de servicios depende de un demostrado cumplimiento contractual y una reputación conseguida mediante reseñas en conocidas páginas web». E insiste sobre la actuación hasta la fecha del Consistorio que esta empresa lleva meses operando sin que el Consistorio «hubiera detallado la afectación concreta negativa o perjudicial en bienes demaniales o servicios ciudadanos«.