El Ayuntamiento de Sevilla lleva un retraso de diez años en la aprobación de los planes especiales de protección

Una década después, no se han iniciado los trabajos para finalizar los documentos, no se ha convocado la comisión de los grupos políticos municipales que iba a seguir los trabajos, como exigió el pleno y por ello, los planes de la Catedral, los Reales Alcázares, el recinto de la Exposición Iberoamericana y el Hospital de las Cinco Llagas siguen sin elaborarse.

Entre los mismos, los planes de la Catedral y los Reales Alcázares afectan directamente a los edificios declarados Patrimonio Mundial y el del recinto de la Exposición Iberoamericana se corresponde al espacio fundamental de la anunciada celebración del centenario de dicho acontecimiento.

En la mesa, han intervenido el catedrático de Geografía y miembro de ICOMOS, Víctor Fernández Salinas; el presidente de la asociación 'Parque Vivo Guadaira', Antonio Fajardo, y el arquitecto municipal jubilado, José García Tapial.

Han recordado que, en los años 80, se aprobó la ley de patrimonio y se hizo que, en el plazo más breve posible, se realizaran los planes de protección de diferente zonas de los centros históricos. En 1996, se creó un documento de avance de los planes especiales de protección y, en 2012, en medio de la polémica de la construcción de Torre Sevilla, «la UNESCO llamó la atención al Consistorio porque no se habían hecho en torno a la Catedral y Alcázar», según comentó el presidente de la asociación, Joaquín Egea.

Además, se ha dicho que «estaban prácticamente terminados pero no es así, es una mentira y se siguen, diez años después, sin los planes especiales». Asimismo, señaló que «sigue sin haber un plan en el recinto de la Exposición Iberoamericana y en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas».

Luego, el arquitecto José García Tapial León ha explicado que, en 1982, se amplió el conjunto histórico de la ciudad y que antes, sólo era el casco histórico sur, los cuales eran alrededor de unas 130 hectáreas y se pasó a más de 700 hectáreas. Después, en 1991, la Junta aprueba la ley de patrimonio histórico y se permite la sectorización de los centros históricos.

Tres años después, se había llegado a un avance del plan especial de protección, con 27 sectores en el centro histórico. Cada uno de los sectores. hace una década, con la cuestión de la construcción de la Torre Pelli, hubo una sesión en la Unesco en la que se ordenó al Ayuntamiento que tenía que hacer en un período de tiempo un plan especial para ese nuevo ámbito.

En la actualidad, hay 12 planes especiales dentro de la zona de amortiguamiento que rodea a los tres monumentos Patrimonio de la Humanidad. Seis de ellos tienen sus planes aprobados como son Triana, la lámina de agua del río Guadalquivir, Santa Catalina - Santiago, La Encarnación y la Magdalena y los restantes son San Bartolomé o Arenal, que sólo tienen catálogos sobre una serie de edificios protegidos y por ello, ha pedido que haya unos criterios de intervención sobre cómo se puede actuar en una construcción. Antes esto, ha explicado que, «en San Bartolomé, por ejemplo, se debería hacer un conjunto urbano protegido sobre la muralla islámica que está embebida en el caserío».

Con respecto al plan especial del Alcázar, ha señalado que «está aprobado pero no ha terminado su tramitación en diez años y que se necesita una actualización porque ha aparecido el palacio de Almutamid y en la cripta». En la Casa de la Moneda, García Tapial ha explicado que es un «plan equivocado porque ha habido descubrimientos arqueológicos y, en el patio de las herrerías, hay previsto un edificio de cuatro plantas bajo rasante, el cual no puede realizarse porque no está permitido».

También, ha llamado la atención sobre todo el sector que rodea a la Catedral porque «su plan especial está aprobado en 2012, y de pronto, cuatro años después, el Ayuntamiento desiste de su tramitación y en ese estado continúa en medio de una tensión especulativa importante y con un problema que es complejo pero abordable».

Por ello, los miembros de Adepa han pedido que les «den una solución definitiva porque si no la asociación patrimonialista puede denunciar todos los edificios donde se está actuando de forma ilegal».

Antonio Fajardo se ha referido al marco jurídico del arbolado, a los planes cuyos objetivos son la protección y ampliación de la masa forestal de Sevilla, al Plan General de Ordenación Urbana y las distintas ordenanzas que existen. Sin embargo, «a pesar de todas estas figuras, sigue habiendo problemas y desaparición de árboles en el parque Guadaira, en la avenida de San Francisco Javier, en Tablada, en el Hospital Militar y alrededores, en la plaza del Duque o en Ramón Carande», ha señalado.

Además, comentó que «todas las normas que se han aprobado por el Ayuntamiento, no están funcionando y el Servicio de Parques y Jardines está muy débil, con sólo 15 técnicos para 200.000 árboles». También, se pregunto qué saldo positivo o negativo hay en la ciudad porque, según el Consistorio, hay unos 5.000 árboles al año plantados.

Otras cuestiones que se han explicado son la protección del arbolado privado y cómo ha retrocedido en los últimos años en Heliópolis, la Barriada Elcano o Santa Clara porque no hay un control sobre el mismo, así como que Sevilla es la ciudad de los alcorques sellados, con miles de ellos que se reparten por toda la urbe.