Urbanismo
El cambio de los ejes comerciales tras tres décadas de peatonalizaciones en Sevilla
Tetuán es la milla de oro desde que se eliminó el tráfico en 1991, pero el comercio tradicional ha desaparecido
San Jacinto, 12 años después, concentra negocios de hostelería ante la conversión turística de la Triana vieja
La excepción de Baños: un mercado de abastos que refuerza el comercio de barrio

Hace 32 años, el por entonces alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas-Marcos, anunció que eliminaría el tráfico de vehículos por la calle Tetuán. Los comerciantes llegaron a amenazarle con encadenarse a las máquinas de obras. El clima fue tan tenso que la ... asociación recogió firmas para evitar la peatonalización y hasta los negocios que estaban de acuerdo con la medida callaban por las presiones que sufrieron. Rojas Marcos se entrevistó uno a uno y se dio cuenta de que la mayoría estaban a favor pero preferían no hacerlo público. Aquella medida tomada en 1991, en lo que fue la primera gran peatonalización que se llevó a cabo en la ciudad, transformó para siempre aquella calle comercial. Hoy es la milla de oro de la ciudad.
El efecto que creó allí fue que, paulatinamente, el comercio tradicional fue desapareciendo, incluso los negocios de hostelería de toda la vida, porque sus dueños vieron la oportunidad de vender los locales a grandes firmas que se fueron asentándose. Desaparecieron los bares, las tiendas de proximidad y hasta las viviendas, que se transformaron en oficinas. Las grandes marcas y franquicias fueron haciéndose con el eje Tetuán, Velázquez y el tramo de O'Donnell a la Campana. En la actualidad, sólo quedan zapaterías locales, aquellas que incluso se han podido expandir por otras zonas como Paco Rodríguez, o Bolsos Casal, en el chaflán del primer tramo de Tetuán, que sobrevive como último reducto del comercio tradicional. Uno de sus dueños, Ángel Casal, señala otra de las claves por la que ha ido desapareciendo este tipo de negocios: «Las ventas por internet, los centros comerciales o la venta de segunda mano». Por contra, el hecho de que tiendas como la suya subsistan hoy en día se debe a la «atención personalizada del comercio con especialistas en un producto muy concreto». Aunque reclama la ampliación de aparcamientos rotatorios y transporte público, reconoce el «éxito de la peatonalización».
Por otro lado, joyerías como Abrines no sólo aguantaron sino que crecieron hasta el punto de hacerse con todo un edificio como el de la esquina de Rioja. Esto mismo le ha pasado a El Cronómetro, la célebre tienda de relojes que ha ido creciendo por los locales de Sierpes y que ahora abrirá una nueva tienda en O'Donnell, en lo que fue la antigua Joyería Félix Pozo, que desde que cerró por jubilación ocupó durante algún tiempo la firma Bimba y Lola, y donde ahora volverá a abrir un comercio clásico de Sevilla. El único efecto regenerativo que ha tenido el comercio local en Tetuán es éste: firmas de Sevilla que han alcanzado un grado de solvencia que les ha permitido mantenerse o crecer en el negocio en la calle más cara de Sevilla.

Paradójicamente, en Tetuán no hay grandes restaurantes, ni tradicionales ni firmas, que se han situado en el entorno. Blanco Cerrillo es una excepción, aunque en realidad no está ubicado en esta calle. Lo mismo ocurre con La Revoleá, que es el único bar que tiene fachada en la milla de oro, aunque en realidad forma parte del eje de restauración que engloba Albareda y General Polavieja.
Sin embargo, este efecto que ocasionó la peatonalización de Tetuán no es generalizado. Cada vez que el Ayuntamiento ha eliminado el tráfico en una calle, el efecto ha sido distinto en función a la zona en la que se asienta. En el citado eje comercial sólo hay dos locales cerrados: uno entre la zapatería Antonio Ortiz y Bershka y, el otro, el gran establecimiento de C&A, que ha clausurado esta tienda que estaba abierta antes incluso de la peatonalización por el ajuste de plantilla que ha emprendido.
Un caso distinto es el de Sierpes. Si bien el comercio histórico ha ido desapareciendo paulatinamente, aún sobrevive un buen número de ellos, también porque sonen sí mismo un atractivo de la calle: Foronda, Papelería Ferrer, Catunambú... El hecho de que esta calle esté cerrada en Semana Santa ha hecho que tampoco concentre grandes franquicias, que se van a Tetuán, por lo que la calle más emblemática de la ciudad es un híbrido entre todos ambos modelos donde, eso sí, el servicio está muy enfocado ya al turismo.
En San Eloy quedan pocas grandes firmas y comercios tradicionales. La pandemia dio la puntilla a los locales de esta calle que, pese a estar en la zona noble del entorno de la Campana, ha funcionado de manera muy diferente a Tetuán. Desde hace un año, se han vuelto a ocupar muchos de esos establecimientos que se vaciaron desde el estado de alarma.
San Jacinto

Un ejemplo de que cada calle funciona de una manera distinta es San Jacinto. Se cumplen 12 años desde que no pasan coches por ese tramo que va del Altozano a Pagés del Corro y lo que ha ocurrido es que se ha llenado de bares y heladerías. No queda apenas comercio tradicional ni de barrio -que se concentra en el Mercado de Triana-, y tampoco hay grandes firmas ni franquicias de ropa y complementos. La conversión turística del barrio en esta zona histórica ha hecho que la calle San Jacinto esté repleta de veladores. Se conservan clásicos como la cervecería La Grande de Mariscos Emilio, el Café Java, el Asador de Pollos La Estrella o el Bar Miami. Rafael Varela, camarero de este último establecimiento que está cerca de cumplir cien años, recuerda que «desde que se peatonalizó se ha notado un crecimiento de ventas y de clientes, por lo que ha sido un beneficio para vecinos y comerciantes, también por la posibilidad que ha dado de colocar veladores». La subsistencia de este restaurante de comida tradicional se debe no sólo a la clientela local habitual, sino al turismo que llena su terraza.
Asunción
Siendo esta calle la vía principal del barrio de Triana, el efecto que la peatonalización ha causado allí es muy distinto a lo que se logró con la de Asunción. La polémica eliminación del tráfico en la gran arteria de Los Remedios ha tenido un efecto muy particular. Siendo un barrio muy residencial, donde el turismo apenas ha llegado y donde viven familias con niños, ha hecho que la calle se llene cada día de vecinos y que el tipo de negocio sea variado.
Se conserva el comercio clásico de barrio, no de alimentación pero sí multitud de pequeñas tiendas de ropa de niño -como Eguía o Caballito Azul-, boutiques, zapaterías y lencerías , algunas clásicas y otras modernas: Le Marché, Zuco, Encuentro, Yamamay, Derby, Style Dorado o Pepe Pinreles, Ms Lady o Flag, Nicolás... Y, sobre todo, la sastrería Ibáñez, que es un negocio histórico de la zona.



También hay papelerías clásicas como Papeles del Norte o librerías como Botica de Lectores, tiendas de electricidad o de duplicados de llaves, administración de lotería y hasta el tradicional bingo.
La calle ha atraído también un comercio muy particular, que es el de productos para el hogar, sobre todo franquicias que se suman a otras tiendas que ya estaban antes de que se eliminara el tráfico: Kenay Home (muebles), Roca (baños), Tempur (almohadas) y otras locales como Samo (muebles)... principalmente en el tramo más próximo a la Plaza de Cuba.
En el siguiente, de República Argentina a Virgen de Luján, se ha llenado de cafeterías, tradicionales -se conservan las de siempre también en el primer tramo- y nuevas así como heladerías y bares de cócteles. Apenas hay, eso sí, restaurantes, que se concentran en el tramo donde aún hay tráfico.
La peatonalización también ha atraído firmas como Tiger, Cex, Crustum, The Phone House, Don Regalón, Women Secret... que si bien -salvo esta última- no suelen asentarse en calles como Tetuán, sí lo hacen en otras del entorno tipo San Eloy o Imagen. Además, están los principales bancos y algún supermercado de proximidad, que pone de manifiesto que el ambiente de barrio no sólo no se haya perdido por la peatonalización, sino que se ha multiplicado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete