Ya hay caracoles en los bares de Sevilla, pero ¿cuál es la fecha ideal para comerlos?

Además de las dos fiestas grandes de la ciudad, la primavera trae aparejado uno de los productos favoritos por los sevillanos: los caracoles. Aunque ya es posible verlos en algunos bares de Sevilla, los entendidos afirman que para que llegue la mejor época para comer cabrillas y caracoles quedan unas semanas. «Después de la Feria, cuando llegue mayo...», son los comentarios populares de los fanáticos de los caracoles.

No obstante, en las fechas en las que estamos, ya hay establecimientos en los que se pueden degustar caracoles. De hecho, en Córdoba la temporada de este producto comenzó en febrero. Aunque hay que matizar que el que se come allí es diferente al de los bares sevillanos.

«El caracol que se come en Sevilla es más pequeño y llega un poco más tarde», nos lo cuenta Francisca Lora Sirio, que dirige el Despacho de Caracoles Sevilla Este. Aquí llegaron los caracoles hace algo más de una semana, el 24 de marzo y ya se pueden comer. Francisca nos explica que la época por excelencia suele ser «abril-mayo», pero como este año ha llovido bien, el caracol ha llegado con buen tamaño y muy hecho. Creo que si todo si sigue así va a ser una campaña muy buena para los caracoles«, señala su responsable.

Este despacho, que forma parte de la Red Sin Gluten del Ayuntamiento de Sevilla, está situado en la plaza de la Malagueta de Sevilla Este.

Según explican los que saben de esto, la lluvia y el calor son necesarios para que estos moluscos crezcan y estén jugosos. Antonio, de Camino del Rocío de Santiponce explica que la hierba seca es la que hace que el caracol se ponga en las mejores condiciones para comerlo.

Así pues, es necesario que primero llueva y que luego se produzcan altas temperaturas. Un apunte a tener en cuenta es que casi el 95 % de caracoles que se consumen en Andalucía provienen de Marruecos.

«La mejor época para comerlos es a final de mayo y principio de junio», afirma Antonio. A pesar de ello, explica que este año «no han llegado mal. Firmaría empezar todos los años con este caracol».

En Camino del Rocío, situado en Santiponce, los caracoles ya se cocinan desde hace una semana.

O los odias, o los amas. Los caracoles son uno de esos productos que tienen también un gran número de detractores. Pero en Sevilla es una religión para muchas personas. Y sus afines recorren los templos en busca de los mejores. Gurme Sevilla realiza cada año un concurso en el que el año pasado quedó en primer lugar Bar Elcano. En el apartado de cabrillas, ganó  Casa Ruperto.