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Decapitada por el hombre que rechazó en una tórrida noche de agosto en Écija

crónica de sevilla en negro

Andrés Redobladillo mató en 1923 a una de las hijas del arrendador del cortijo donde trabajaba y a su tía; una década después salía de la cárcel a pesar de haber sido condenado a pena de muerte

El crimen del joven torero que llevó al 'exilio' madrileño a la familia Bienvenida

El asesino, Andrés Redobladillo, junto a los dos guardias civiles que lo detuvieron dos semanas después de los atroces crímenes ABC
Silvia Tubio

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Hace unos días se celebraba el Día Internacional de la Mujer, una jornada profundamente reivindicativa que invita también a echar la mirada atrás para constatar los avances logrados en materia de género en este país. Hace un siglo, los asesinatos de mujeres podrían saldarse ... con beneficios penitenciarios que hoy en día supondrían todo un escándalo judicial. Andrés Redobladillo, apodado El Viva, es un claro ejemplo. Mató a dos mujeres, decapitando a una de ellas y llevándose su cabeza como si fuera un trofeo. Fue condenado a muerte, aunque después el Tribunal Supremo conmutó su condena por cadena perpetua. No se pasó la vida en la cárcel ni mucho menos; una década después el Gobierno de la República firmaba un decreto que lo puso en libertad junto a otros 356 presos más.

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