Inicio del curso 2022/2023
Duque de Segorbe: «Para la Fundación Medinaceli el modelo del National Trust es su fuerza y su debilidad»
Ignacio Medina y Fernández de Córdoba abre el curso 2022/2023 de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras
La Casa de Pilatos: un viaje apasionante a Jerusalén
Miércoles Santo en Sevilla, en directo: última hora del tiempo, itinerarios y hermandades de la Semana Santa 2025

'La conservación del patrimonio: el modelo de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli' es el nombre de la conferencia con la que Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, duque de Segorbe, ha abierto este viernes el curso 2022/2023 de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Al inicio de su intervención ha comentado que «de acuerdo con el criterio tradicional de la academia, este año me ha tocado abrir el curso y siguiendo el ejemplo de quienes me han precedido en esta tarea les voy a hablar de lo que mejor conozco y de lo que ha sido, desde mi juventud, y aún sigue siendo mi actividad principal: la conservación del patrimonio».
En ese sentido, el duque de Segorbe ha dicho que «mi labor en este campo ha ido más allá de lo que les puedo presentar aquí, pues va desde mi función como promotor inmobiliario al servicio de la conservación hasta la de asesor del Ayuntamiento de Sevilla, periodo en el que contribuí a la restauración de su sede y participé en la creación del Patronato del Alcázar, pasando por la extraña figura de marchante sin ánimo de lucro para crear la colección del Museo de Artes y Costumbres Populares y finalmente la militancia en asociaciones conservacionistas».
A continuación, este académico numerario de Buenas Letras ha añadido que la singularidad del proyecto de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli «radica en que sus recursos no dependen de un tercero, sino del propio cumplimiento de los fines fundacionales que se podrían resumir en la conservación y difusión del patrimonio histórico material e inmaterial históricamente vinculado a la Casa Ducal de Medinaceli y sus agregadas». La Casa de Medinaceli, «contando únicamente las tituladas, o sea, ignorando baronías y señoríos sin título, agregó a lo largo de su historia cincuenta y cinco casas de las cuales once son ducales, veinte marquesales, veinte condales y cuatro vizcondales. Además, a diferencia de la mayoría de los títulos españoles, todos los mencionados, excepto tres, son anteriores a los Borbones, o sea, no son meramente honoríficos, sino que se concedieron sobre un patrimonio señorial».
Para la conservación de su patrimonio, la fundación ha pretendido aplicar, «en mucha menor escala, un modelo ya venerable, el del National Trust, institución privada que funciona con éxito creciente en Gran Bretaña desde hace más de cien años y que ha sido exportado con diferentes resultados a otros países también de tradición jurídica anglosajona». Sobre este aspecto, Ignacio Medina y Fernández de Córdoba ha subrayado que el esquema de funcionamiento de esta institución «es relativamente simple, pues consiste básicamente en que el conjunto de bienes formen una red en la que los monumentos con más ingresos sostengan, permanente o temporalmente, a los que tienen menos, de suerte que el complejo patrimonial se restaure y conserve con los propios ingresos que genera. El modelo funciona tanto mejor cuanto más extensa y densa es la red y mayor el interés de la sociedad por su patrimonio histórico».
También el presidente de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli ha recordado a quien considera su «maestro en este campo», Santiago Amón, «cuya frecuentación me impregnó de sensibilidad hacia una concepción de la conservación muy distinta a la predominante en España, pues superaba el enfoque puramente monumental y arqueologista para extenderlo a las condiciones de habitabilidad, no para fosilizarlas –como hoy pretenden algunos reglamentos- sino para gestionar cuidadosamente el equilibrio entre los cambios y las continuidades con el fin de preservar la memoria o esencia de un lugar».

Hay que tener en cuenta que el National Trust gestiona 300 monumentos históricos desde grandes mansiones y castillos hasta pequeños cottages, uno de cada diez museos del Reino Unido, 49 iglesias y 9 monasterios, 133 jardines históricos, 150.000 hectáreas agrícolas de las que 25.000 son de bosques y más de 1250 kilómetros de costa. «Para la Fundación Medinaceli, cuya escala es mucho menor, ya que gestionamos dieciocho monumentos, dos archivos históricos y una importante colección mueble, este modelo del National Trust a pequeña escala es a la vez su fuerza y su debilidad. Su fuerza, en la medida en que le permite una gran independencia de criterio. Su debilidad, pues en España el interés por el patrimonio histórico es todavía mucho menor que en el resto de Europa, como muestra que, al contrario que en Inglaterra, el grueso de los visitantes de nuestro patrimonio monumental no sea nacionales, sino extranjeros».
Por otra parte, el duque de Segorbe ha indicado durante su intervención que paralelamente a este modelo de National Trust, la fundación que preside ha desarrollado «una política de cesiones de larga duración de algunos de sus monumentos a administraciones públicas con la obligación de restaurarlos, conservarlos y destinarlos siempre a usos culturales». Y también se ha lamentado de que, «salvo contadísimas y limitadísimas excepciones que además siempre han sido compensadas con creces por el uso de los monumentos, todas las actividades de conservación del patrimonio histórico de esta fundación se han ejecutado sin subvenciones públicas».
Acto seguido, y para ilustrar mejor sus explicaciones, Ignacio Medina y Fernández de Córdoba ha proyectado una serie de diapositivas mientras ha explicado al público asistente el rico patrimonio que esta Casa Ducal posee por todo el territorio español.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete