La Escuela Mercantil de Sevilla, acorralada por un desahucio y un traslado paralizado
La institución educativa no ha podido iniciar aún los trabajos de acondicionamiento de la nueva sede en Hytasa por falta de licencia
El albergue fallido de Hytasa será un centro de formación profesional e investigación
El futuro centro de formación de Hytasa retrasa un curso su apertura

La Escuela Mercantil de Sevilla atraviesa por uno de sus momentos más críticos en sus más de 80 años de historia. Este centro de formación profesional se enfrenta a un futuro incierto por problemas judiciales y la paralización de su proyecto estrella en ... el polígono Hytasa, donde se hizo con el edificio de la antigua central térmica para ubicar su nueva sede. La que sigue funcionando en la calle Luchana, en una casa palaciega, ya no está en manos de esta institución educativa y encima de la mesa hay una orden de desalojo suspendida por el juzgado mientras se resuelve una querella por estafa.
Este conjunto de situaciones adversas no se conocían hasta ahora. ABC ha tenido acceso a la documentación judicial que componen un horizonte incierto para un centro educativo que cuenta en estos momentos con cerca de 400 alumnos y que esperaba dar un salto cualitativo con su traslado a Hytasa y la ampliación de espacios y el aumento del alumnado hasta los 1.800. Pero todo está en el aire en estos momentos.
El juzgado de Instrucción nº 17 de Sevilla tiene abierta una causa por supuesta estafa que nació con la denuncia presentada por los administradores de la Escuela Mercantil contra los actuales propietarios del inmueble de la calle Luchana. Ese edificio, que sigue albergando el aulario y las oficinas de la institución, fue vendido en 2019 en una operación que ha acabado enfrentando a las dos partes.
Desde la Escuela Mercantil aseguran que firmaron una venta con opción de compra y cuando acudieron a ejercer esa opción, los dueños presentaron una demanda para desahuciarlos. En la querella, que ha podido consultar este periódico, acusan a los compradores del inmueble de haber urdido un plan para hacerse con un edificio en pleno casco antiguo de la capital hispalense a un precio por debajo del valor de tasación.
La versión de la otra parte es diametralmente opuesta. Según consta en las diligencias, la venta del inmueble se cerró por 1,2 millones de euros y se fijó un alquiler de 9.000 euros mensuales. El palacio de la calle Luchana presentaba en ese momento media docena de cargas hipotecarias que dificultaban la situación económica de la entidad, que buscaba con la venta un respiro económico y nueva financiación. Además de las hipotecas por valor de 1,7 millones, el inmueble tenía varias anotaciones de embargo por impagos de algunos de esos préstamos y por deudas con la Seguridad Social.
El edificio de la calle Luchana, sobre el que pesaban varios embargos y cargas hipotecarias, fue vendido en 2019 por 1,2 millones de euros
Según los compradores, los administradores de la Escuela Mercantil incumplieron con los pagos de alquiler prácticamente desde el principio. Abonaron tan sólo tres meses y no volvieron a pagar. El juzgado de lo Penal número 8 dictó el lanzamiento para el desahucio del inmueble en julio de 2020. Sin embargo, ese proceso judicial se paralizó con la denuncia por estafa que presentaron los administradores de la institución educativa. Una acción judicial que fue respondida por la otra parte con una querella por falsedad documental. Los actuales dueños de Luchana 4 sostienen en su demanda que la denuncia por estafa se sostiene sobre documentos falsos.
Este asunto ha cumplido dos años en el juzgado. Desde la Escuela Mercantil han asegurado a ABC que esperan llegar a un acuerdo con la otra parte en los próximos meses porque su intención es abandonar definitivamente la sede de la calle Luchana y poder desarrollar su proyecto educativo en Hytasa. Pero la institución educativa se encuentra en estos momentos en un callejón sin salida.
El traslado al edificio de la central térmica de los antiguos talleres de Hytasa resulta un movimiento clave para que se despeje el horizonte de un centro educativo del que dependen casi 400 alumnos. El curso académico se está desarrollando en estos momentos en una sede sobre la que pesa una orden de desahucio paralizada temporalmente. La continuidad de la actividad académica pasa por que la Escuela Mercantil pueda tener disponible la nueva sede, pero a día de hoy no está garantizado ni que se pueda producir el traslado para el próximo curso.
Una licencia, que tarda
En marzo de este año, la Escuela Mercantil adquiría las naves que albergaron en el siglo pasado la central térmica del complejo industrial de Hytasa. La compra de ese espacio supuso además el final de una polémica porque allí se había proyectado instalar el centro de alta tolerancia para personas en situación de exclusión social. Un proyecto municipal que nada más conocerse obtuvo el rechazo frontal de los vecinos del Cerro y de la comunidad de propietarios del polígono.
La presión vecinal fue suficiente para que la adjudicataria de este servicio renunciara a instalar el albergue en Hytasa y así lo comunicó al Ayuntamiento, que por ahora no ha encontrado nueva ubicación. Vecinos y empresarios recibieron con los brazos abiertos la entrada de la Escuela Mercantil en el polígono y su anuncio de invertir siete millones de euros para llevar a cabo un proyecto educativo que contempla inicialmente la formación profesional concertada en grado medio y el grado superior en enseñanzas muy vinculadas a la alta tecnología como la realidad virtual, big data o la ciberseguridad.
En marzo, cuando ABC dio la noticia de la compra del edificio, la previsión de la Escuela Mercantil era iniciar la actividad docente en este curso. Pero llegó septiembre y las obras ni siquiera habían empezado, salvo trabajos menores en el interior. Este periódico se puso en contacto de nuevo con los responsables de la institución educativa para conocer el estado del proyecto y ya admitieron que estaba parado a la espera de permisos. Esta semana, el periódico ha conocido que aún no tienen la licencia de obra para la reforma integral de un edificio que, además, tiene cierto grado de protección por su carácter singular en el entorno y como ejemplo de arquitectura industrial.
Fuentes de la escuela mercantil admiten que las posibilidades de poder iniciar el curso que viene en la nueva sede, que ya se anuncia en la web oficial de la institución, se van reduciendo si no se obtienen los permisos municipales para poder acondicionar el edificio de Hytasa. De no solventarse este traslado, el futuro se vuelve muy incierto para una escuela que tiene que abandonar tarde o temprano su centro de la calle Luchana.
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