Esther Reina, ingeniera multipremiada y una de las catedráticas más jóvenes de Sevilla
El grupo de investigación que lidera esta investigadora en la Universidad de Sevilla busca terapias muy innovadoras contra la fractura de huesos que producen la osteoporosis y los daños que ocasiona el cáncer de huesos
«Es una pena que se haya perdido la cultura del esfuerzo y el espíritu de trabajo y sacrificio que tenían antes muchos jóvenes»

María Esther Reina acaba de cumplir 40 años y puede presumir de ser una de las catedráticas más jóvenes de toda la Universidad de Sevilla y, posiblemente, de Andalucía. Aunque nació en Almería, nunca vivió allí. Sus primeros 8 años de vida los pasó en Madrid y vivió en París de los de 8 a los 12, edad con la que vino a Sevilla. Empezó Ingeniería Industrial en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla el año 2000 e hizo en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) el último curso. Después empezó su tesis doctoral, que predice con modelos computacionales los tejidos que se forman con el callo óseo, y realizó varias estancias con distintos grupos de investigación europeos. Acaba de recibir el Premio Losada Villasante a la investigación en Innovación por su trabajo de más de una década en la mecanobiología y las terapias mecánicas que pueden ayudar a la reparación ósea en los casos de osteoporosis. También está trabajando en la implantación un máster de Bioingeniería para el próximo año que será pionero en Andalucía, aunque ya se imparte en otras universidades como Barcelona, Valencia y Zaragoza.
-¿Tenía claro que sería ingeniera y especialista en Biomecánica?
-No. Antes de matricularme en Ingeniería Industrial, valoré la opción de hacer Medicina. Eran las dos carreras que me gustaban pero al final me decanté por Ingeniería, aunque siempre tuve a Medicina en la cabeza. De hecho, mi ilusión siempre ha sido aunar la ingeniería con la medicina y con mis investigaciones lo estoy logrando.
-Es usted una de las catedráticas más jóvenes, si no la más joven, de la Universidad de Sevilla.
-Eso me han dicho. Desde 2009, cuando acabé mi tesis doctoral, fui pasando por todos los puestos universitarios: profesor ayudante, profesor ayudante doctor, profesor contratado doctor, profesor titular y ya catedrática del Departamento de Ingeniería Mecánica.
-¿Qué es lo más importante para lograr una carrera académica tan rápida y brillante?
-Creo sinceramente que el trabajo y la constancia. Soy muy trabajadora y constante. He pasado muchos fines de semana en estos laboratorios y también algunas navidades. No me han regalado nunca nada pero estoy muy contenta porque me encanta investigar y poder contribuir al avance del conocimiento. Cada cuatro años me voy seis meses fuera de España a investigar, algo que considero fundamental para hacer una investigación de excelencia.
-Acaba de recibir el premio Losada Villasante a la investigación en innovación.
-Fue un acto muy emocionante y una gran alegría y honor para mí. Supone un gran impulso para seguir trabajando. Un reconocimiento a mucho esfuerzo y a muchos años de trabajo. Emociona que te reconozcan tanto esfuerzo pero esto no es una cosa mía sino de un equipo muy amplio.
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