Archivo gráfico de ABC de Sevilla
Las fotografías de la vuelta al cole de los niños sevillanos del archivo histórico de ABC
Historia de Sevilla
Rescatamos del archivo del periódico imágenes de colegios tan conocidos como Los Salesianos, Portaceli, El Claret o Los Padres Blancos

La vuelta al cole es ya una realidad cumpliendo con cada septiembre como hito del año. Los libros ya están plastificados, se han ajustado las cintas de las mochilas a aquellos que han dado el estirón durante el verano, se ha sacado punta ... a los lápices y tirado a la basura aquellos rotuladores que se han secado por el desuso. La goma seguramente sea nueva. Los más afortunados estrenan material escolar y disfrutarán del ese olor a nuevo que impregna los recuerdos de la infancia.
Y es que el pasado lunes 11 de septiembre los pequeños de la casa tuvieron que decir definitivamente adiós a las vacaciones de verano. Esas, que vistas desde la edad adulta parecen eternas pero que, como todo en la vida, también se terminan. Comenzó el curso escolar, las calle se llenaron de pequeños cargados con sus mochilas y el gentío se acumuló en la puerta de las escuelas, en muchos casos buscando su nueva clase y poniendo cara a su nuevo maestro.
Puede que quien lea estás líneas aún se recuerde intentando atisbar su nombre en los listados colgados en la fachada del colegio. Todos y cada uno de nosotros hemos vivido esta famosa vuelta en nuestros años de niñez. Ese primer día es una jornada llena de encuentros, nuevos maestros, nuevas materias y nuevos retos. Un tesoro que quizás en esos años no valorábamos tanto como lo hacemos de mayores: la magia de aprender cada día.
Las escuelas en las que pasamos los primeros años de nuestra vida nos han marcado y, sin duda, este es uno de los primeros episodios que guardamos de la infancia. El patio de recreo, los compañeros de pupitre, aquel maestro o maestra que nos caía especialmente bien (o mal), los que eran más estrictos o los que se afanaban por transmitirnos la materia de la manera más original. Es una etapa que se marca a fuego en la memoria.
Con esta idea en la cabeza y tecleando «Vuelta al cole» en el Archivo Gráfico de ABC de Sevilla, nos hemos topado con una serie de imágenes que para algunos resultarán familiares y entrañables. Puede que los padres o los abuelos de quienes leen estas letras salgan retratados en las siguientes fotografías, correspondientes a los colegios más señeros de Sevilla. A continuación, las mostramos en orden de antigüedad, y en la primera parada nos retrotraemos hasta el año 1936.

Esta fotografía, tomada por Serrano, está registrada en el archivo en el día 31 de enero de 1936, en el barrio de Triana. Corresponde a las escuelas Salesianas , más conocidas como «Salesianos de Triana», ubicada en la calle Condes de Bustillos. En la imagen vemos a muchísimos niños, y alguna que otra niña (pero en gran minoría debido a que el colegio era sólo para ellos). En el patio central del colegio celebraban la inauguración del curso escolar. Un detalle curioso es que muchos de ellos tienen en la mano una bolsa de papel con la merienda , «donada por el señor Marqués de Luca de Tena», versa el pie de foto en nuestro archivo. Por aquel entonces la merienda de los niños de escuela sería un par de rosquillas o pan con chocolate.
Esta escuela se levantó sobre los terrenos de la antigua huerta de San Joaquín y frente al campo de Orozús. Según la historia de estas escuelas salesianas, este colegio comenzó a construirse en marzo de 1926 gracias a los Condes de Bustillo, Don Pedro Armero Manjón y Doña María Luisa Díez Hidalgo, sin cuya aportación económica no se hubiera podido llevar a cabo el proyecto. Sin embargo, la inauguración de las clases no se produjo hasta nueve años más tarde -el 1 de Octubre de 1935-, cuando el Cardenal Ilundain en un acto solemne bendijo la edificación en los por entonces, confines de Triana . El papel de este colegio en el barrio es de gran importancia, ya que benefició a una gran cantidad de alumnos de familias humildes, quienes tuvieron la oportunidad de recibir una formación educativa y valores religiosos.

Avanzamos un poco en la historia y visitamos el patio interior del Colegio San Fernando Maristas en los años 40, en el que al parecer es el día de la fotografía oficial de clase. En ese momento el centro se ubicaba en la calle Jesús del Gran Poder. Más tarde, en los 60 se trasladó a la calle San Pablo y de ahí a la calle Paraíso, en Los Remedios, donde se encuentra actualmente.
La historia de esta escuela sevillana comienza en el año 1933, cuando el hermano Aurelio Garín fue enviado desde Murcia a Sevilla para buscar un emplazamiento para el nuevo colegio de la institución. Hoy en día en la calle San Eloy podemos toparnos con un azulejo que recuerda el primer lugar en el que se desarrolló el primer curso ese mismo año . El número de alumnos siguió creciendo hasta el punto de que para el curso 1934-35 se adquirió el hotel Bristol de la calle Jesús del Gran Poder, sede colegial que estuvo abierta hasta el año 1968, donde está tomada esta imagen.
Otro de los recuerdos que quizás guardemos con más cariño en nuestra memoria al pensar en el colegio son las actividades extraescolares o las funciones de teatro a las que venían a vernos nuestros familiares. La sala de teatro de los colegios suele estar llena de vida, y siempre ha sido así, como en esta fotografía de los años 50. Ya sea en la función de Navidad, la representación del nacimiento de Jesús en Belén, los grupos que cantan villancicos, la representación de cuentos o incluso algún espectáculo de sevillanas. Buen recuerdo de ello nos regala esta instantánea tomada en 'el Portaceli', El Colegio Inmaculado Corazón de María.

La siguiente parada la hacemos en la primera fotografía en la que encontramos que aparecen niñas como alumnas de la escuela. Corresponde al Colegio Nacional Padre Manjón, de Santa Marina, del Grupo Escolar en la Huerta de Santa Marina . La imagen es muy curiosa. Según nuestro archivo está tomada en torno a los años 1954 y 1955 y en ella vemos a las pequeñas, todas con lazos en el pelo, haciendo una fila en torno a las mesas de la clase y cargando sus carteritas con las manos en la espalda . Quizás ya se acercaba la hora de volver a casa y estarían formando en el aula para salir en orden.
La penúltima parada la hacemos en el barrio de Heliópolis. Allí, el Colegio San Antonio María Claret lleva más de 80 años enseñando las materias básicas a los alumnos.

«El día 3 de mayo de 1940, en la habitación más alta del chalet, iluminada por tres ventanas tres alumnos con tres profesores iniciaban las clases. Significativo el número 3. Tres alumnos, tres profesores, tres ventanas, tres de mayo. Humilde comienzo», versa el apartado de historia de su página web. Más tarde, se les cede el edificio del mercado de abastos del barrio, y tras reformarlas, volvió el número tres: tres clases para párvulos, elemental y una gratuita.
Más adelante el Instituto Nacional de la Vivienda construyó para el barrio un colegio y adosada a él una iglesia y así, el 5 de julio de 1946, se firmaba el contrato con los Claretianos. La fotografía que rescatamos de nuestro archivo data de 1960 y en ella vemos un aula que sorprende por la gran cantidad de estudiantes que alberga, la ratio entonces era muy distinta.

Llegó el final y nos despedimos con la parte más divertida de la jornada escolar para muchos: el recreo . Para ello, nos trasladamos al colegio de Los Padres Blancos, en Los Remedios con una fotografía tomada en el año 1970. En ella, vemos como uno de los religiosos, bastante joven, juega con los niños a la pelota. Esos patios de recreo en el que todos hemos jugado en nuestra infancia a ser grandes estrellas del fútbol profesional.
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