La historia inacabada de los convenios urbanísticos con el Betis y el Sevilla
Los acuerdos con los clubes tienen su origen en 1961 y aún no se han resuelto
El Ayuntamiento tendrá un edificio de 3.000 metros junto al Villamarín

El 12 de agosto de 1961, en los prolegómenos de un partido amistoso entre el Betis y la Fiorentina, se firmó un acuerdo histórico, como fue la adquisición por parte de la entidad al Ayuntamiento del conocido entonces como 'Estadio de Heliópolis', ... por valor de 14 millones de pesetas. El recinto en el que el Betis venía jugando desde marzo de 1939, pasó así a convertirse en propiedad del club, que desde ese año se había ocupado de su mantenimiento y conservación, así como de las diferentes obras de ampliación que se hicieron a lo largo de los años 50.
Años más tarde, en 1969, se firmó un acuerdo de cesión modal de los terrenos que permitió registrar la titularidad de la finca al Betis, con un derecho de reversión, y condicionado por que siempre fuera destinada como «campo de deportes». Esto ha sido una losa para cada intención que ha tenido el club de explotar su estadio más allá del graderío.
Sin embargo, si hay un documento que marca la pauta de lo que se puede o no hacer en Heliópolis: el convenio urbanístico del 20 de mayo de 2004. Meses antes, en diciembre de 2003, Urbanismo firmó con el Betis los términos de colaboración entre ambas partes, tanto del estadio como de la superficie aledaña que se usa como aparcamiento, y que es de titularlidad municipal. Este documento sirvió como base para la redacción del PGOU de 2006, que sigue vigente, y que califica estos terrenos como suelo urbano consolidado, quedando afectados como uso de equipamiento y servicios públicos de carácter deportivo privado.
En 2007, se aprobó inicialmente el estudio de detalle del estadio pero, e el Pleno del Ayuntamiento de julio de 2008, no se aprobó y se fue al traste. Una de las calves por las que se rechazó fue que el Betis intentó que se incluyera la posibilidad de vender parte del suelo.
El plan del Sevilla F. C.
Si el origen del actual marco jurídico del Betis es el convenio de mayo de 2004, el del Sevilla Fútbol Club es el acuerdo que firmó su por entonces presidente, Roberto Alés, con la Gerencia de Urbanismo, en mayo de 2002. Éste permitía la recalificación del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán para la reurbanización de esta zona de Nervión, marcando la pauta de lo que en 2006 se aprobó en el Plan General.
Entre sus ventajas para la entidad, posibilitaba la renovación urbana del espacio que actualmente ocupa el estadio como plaza pública con uso terciario y residencial, y que incluía la reclasificación a suelo urbanizable programado de la Ciudad Deportiva de Villanueva del Pítamo, clasificados entonces como rústicos. Con ello, podía ya rentabilizar la revalorización de su patrimonio.
Años más tarde, en 2007, el Sevilla trató de ampliar la zona comercial del estadio y pidió a Urbanismo que autorizara usos terciarios entre ambos goles, algo que tenía poco encaje en el Plan General y no se pudo llevar a cabo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete