Humanoides, robots y drones de última generación en la Universidad de Sevilla
La Red de Excelencia Europea de Robótica e Inteligencia Artificial celebra en Sevilla el primer encuentro que reúne los diseños más avanzados
Un ingeniero de Sevilla lidera la investigación mundial con drones

Se llaman Centauro, Animal, Justin, Armarc y son algunos de los robots, humanoides que esta semana están de visita en Sevilla. Comparten espacio con los drones bionspirados que diseña el catedrático de Robótica e ingeniero sevillano Aníbal Ollero en su Laboratorio de Robótica Aérea ... de la Universidad de Sevilla que esta semana celebra un encuentro de la Red de Excelencia Europea de Robótica e Inteligencia Artificial en Eurobin, un evento que por primera vez ha reunido a robots de la más avanzada tecnología procedente de diferentes países y universidades en una única localización.
Ollero y el coordinador del encuentro, Alin Albu-Shäffer, director del Instituto de Robótica y Mecatrónica de Alemania, explican que la Comisión Europa está financiando una red de robótica basada en inteligencia artificial de la que forman parte los mejores laboratorios europeos de robótica, la Red de Excelencia Europea de Robótica.
En total son 31 los laboratorios que participan como partners de catorce países distintos en la exposición que se celebra en Sevilla. Es la primera vez que se reúnen todos aportando muestras de sus diseños y sus robots. Algo que, según recalca Alin Albu-Shäffer, ha podido hacerse gracias a que Sevilla dispone de un laboratorio como el de Ollero, único en su especialidad. Se trata además de un evento en el que los participantes compiten entre sí para intercambiar conocimientos y ver cómo se puede mejorar cada aplicación.
Con todo en Sevilla están los robots más avanzados del mercado. Los hay de Alemania, Italia, Portugal, Dinamarca o Francia junto a los drones sevillanos. «LA CE sabe que grandes compañías como Google, Tesla o Amazon están desarrollando robótica numérica y la CE quiere que seamos competitivos«, explica Albu-Shäffer. Por eso la idea es que los laboratorios de distintos países colaboren para que los europeos avancen en modelos más competitivos que los americanos.
Todos las muestras que se exhiben en Sevilla son de última generación y tienen múltiples aplicaciones. Hay tres familias, una para la fabricación industrial, otra para uso doméstico incluyendo atención a personas discapacitadas y la tercera compuesta por los que trabajan en exteriores para tareas como la inspección. En el laboratorio hay esta semana unos quince de estos robots inteligentes, los más modernos.
Justin, el humanoide que da la mano
Por ejemplo Centauro, un enorme androide negro está diseñado por el Istituto Italiano de Tecnología y es capaz de llevar grandes cargas de hasta quince kilos en una mano, pude empujar hasta 120 kilos y llevar una persona y está preparado para actuar en situaciones de desastres naturales o nucleares. Es un robot que ya ha sido probado en un terremoto real.
Animal es otro con forma de coche que está diseñado en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. Lleva ruedas y por ello es muy rápido y se mueve con agilidad. Se usa en aplicaciones industriales para caminar por distintos entornos ya que además sube escaleras. Tiene también utilidad en construcción.
Justin es un humanoide azul fabricado en Alemania que aplica la Inteligencia artificial. Es fácil operar con él y siempre dice lo que es posible y lo razonable. Incluso si ve que hay algo sucio, lo advierte. Trabaja con experimentos espaciales y estaría técnicamente preparado para viajar a un satélite. También está diseñado para acompañar a personas mayores y se le puede dar la mano.
Armarc es otro de ellos. Un humanoide verde procedente del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (Alemania) que no solo habla si no que obedece órdenes. Por ejemplo si se le pide que abra la puerta, obedece la orden. Está preparado para traer un paquete a una casa. La idea es que los robots que están en el exterior traigan un paquete y los otros, los grandes, lo entreguen.
Los mejores de Europa
En cuanto a los de exteriores, los que aporta Ollero de su laboratorio sevillano, son los drones bioinspirados, algunos de ellos que baten las alas y que se usan para numerosas aplicaciones como la inspección por contacto, pero también para tomar muestras en el campo o incluso en el futuro podrán transportar pequeños paquetes en ciudades. Los drones diseñados por Ollero tienen la ventaja de que son muy ligeros ya que pesan entre 400 y 500 gramos y pueden volar encima de las personas. No generan peligro ya que además no tienen hélice ya que de esa manera pueden interaccionar con las personas pues no hacen daño. Algunos de ellos pueden posarse ya que tienen un brazo articulado para tocar una superficie como una tubería e inspeccionar cuál es su estado. Tienen forma de pájaro y algunos ya se están utilizando en el campo a modo de espantapájaros.
El catedrático Ollero se muestra encantado con la visita de sus colegas de otros países y por haber podido reunir a los robots de los mejores centros de robótica y los mejores investigadores de Europa que están estos días realizando experimentos en común en la Cartuja. «Esto puede hacerse gracias a que disponemos de esta instalación en la que además del espacio tienen unos sistemas de posicionamiento que permiten conocer donde está cada pieza y cada robot con una precisión milimétrica, explica. Algo que considera una muestra de «Sevilla está entre los mejores centros de investigación en robótica de Europa». El ingeniero pide que se sigan apoyando esas investigaciones.
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