Entrevista
Juan Bravo: «El eje Madrid-Andalucía va a protagonizar el mayor desarrollo económico de este país en décadas»
El vicesecretario de Economía del PP y candidato al Congreso por Sevilla defiende la receta económica del cambio protagonizado por Juanma Moreno y confía en la victoria el 23J, «porque con Feijóo la gente sabe lo que va a pasar»
«En los pueblos socialistas nos piden ahora las pulseras de Feijóo»
Ha vuelto a Sevilla, la capital de la comunidad en cuyo histórico cambio político participó como consejero de Hacienda del primer Gobierno de Juanma Moreno. Tras el congreso del PP -otra vez Sevilla-, Feijóo lo captó para proyectar la política económica del partido que ahora ... se condensa en el programa electoral a unas elecciones que considera trascendentales para «sacar a Sánchez del Gobierno». Se remite al cambio andaluz, la moderación y a los valores de Feijóo como premisas con los que el PP regresará a la Moncloa.
-¿El tren a la Moncloa sale en esta ocasión de Andalucía?
-Sin duda, Andalucía va a tener un peso muy específico en los resultados electorales. Llevamos desde 2022 con muy buenos resultados y eso se reflejará ahora también, tenemos una mejor posición para ganar.
-¿Cree que su partido tardó demasiado en mirar al sur hasta que lo ha entendido?
-Pudo ser antes, con Javier Arenas. Luego pasamos una situación muy difícil hasta que llegó Juanma Moreno que ha demostrado que cuando se trabaja, cuando se es cercano, cuando hay un proyecto con rumbo, la gente lo valora, lo agradece, lo reconoce y te da su apoyo y su voto.
-¿Todo esto va a cambiar las urgencias políticas históricamente dedicadas a atender al conflictivo norte nacionalista?
-Sí. El liderazgo económico que ha tenido Cataluña o el País Vasco orientaba al norte y lo que se ha demostrado es que cuando hay buena gestión, el liderazgo puede venir del sur, pero, es más, es que el liderazgo de Europa debe venir del Sur porque podemos hacerlo en materias tan importantes como la energética o la tecnología aplicada a la agricultura y el agua. Hay un eje muy importante Madrid-Andalucía que va a ser fundamental en el desarrollo económico de este país. Si somos capaces de sumar con Extremadura, Murcia y Valencia, la media España del sur va a protagonizar sin lugar a duda el mayor desarrollo económico del país de las últimas décadas.
-¿Usted es de los que habla del milagro económico andaluz o prefiere ser más paciente?
-Ha habido un cambio económico sin duda. Ahí están los datos de empleo, las energéticas, el número de autónomos o la inversión extranjera. Estamos en una revolución económico y social. Pero yo no hablo de milagro, porque los milagros no tienen explicación y este es el resultado de la conjunción entre el presidente Juanma Moreno, su equipo, y la sociedad.
-¿Puede una sequía tumbar un Gobierno?
-Sí. Los estudios de la Junta admiten que se puede perder por este motivo hasta un 7 por ciento del PIB. De ahí la apuesta del Gobierno andaluz por la inversión en infraestructuras vinculadas al agua, asumiendo proyectos que tenía que haber hecho el Gobierno de España y que prevé una inversión de 4.000 millones en los próximos años. Somos conscientes de la importancia de la sequía. Porque más allá del problema en el sector agroalimentario, basta pensar cómo sería nuestra vida si no saliera agua de los grifos cada mañana.
-Defiende una política hidráulica nacional. ¿Cómo piensa superar el PP el nacionalismo del agua?
-Es necesaria. La política es el arte de hacer posible lo imposible. Tenemos una política de agua con Portugal que funciona. Le estamos suministrando más agua de la que estaba prevista. Portugal estaba almacenando agua por el exceso que tenía España y sin embargo nuestros agricultores están ahora en dificultades. La tecnología nos permite hacer hoy cosas que antes eran impensables. Hay que trabajar en desalinización, depuración y reutilización cepción del agua, en modo economía circular. El proyecto ya no estaría basado tanto en interconexiones de agua sino que sería mucho más amplio, pero es necesario tener una autoridad nacional del agua, un plan nacional y considerar a la red del agua como estratégica, igual que hacemos con la energía.
«Yo no hablo del milagro andaluz, porque los milagros no tienen explicación y éste es el resultado de la conjunción entre el presidente Juanma Moreno, su equipo, y la sociedad»
-¿Por qué Europa le ha tomado prestada a Aznar aquello de 'España va bien'?
-En aquel momento España sí iba bien. Ahora vemos que se paga más en el supermercado, en la factura de la luz, en la hipoteca. Los españoles están peor que antes. En comparación con 2019, los españoles hemos pagado 43.000 millones más en impuestos. Y mientras nos plantean proyectos como el kit digital, las ayudas a familias o el ingreso mínimo vital que no se cumplen. España, ahora no va bien.
- ¿Por qué Bruselas bendice la cuenta de Calviño?
-Europa no dice que vayamos bien. Mire, los fondos Next Generation nos dan un dato objetivo: teníamos 140.000 millones. En la adenda que el Gobierno ha presentado nos dan 7.000 millones más a fondo perdido y 14.000 millones en préstamos. Eso no es por hacerlo bien, eso demuestra que España ha crecido menos de lo que Europa había recogido en sus previsiones y necesita inyectar más dinero para la recuperación. Una cosa es lo que dice Calviño y otra lo que contesta Europa.
-¿Nos queda por descubrir mucha letra pequeña de los acuerdos de recuperación, como ha pasado con los peajes?
-Es que eso está en el plan. Lo negaban. Mienten o ni siquiera saben que los han firmado, que sería más grave. Había una agenda que presentar hasta el 31 de agosto. Y sabiendo que hay elecciones, la presenta antes. Pero sin embargo, había una petición del cuarto pago, que era en junio, que el Gobierno no ha presentado. Eso sí que era obligatorio y correspondía. ¿Por qué? Porque no ha cumplido los hitos y objetivos y han dicho, antes de que sea responsabilidad mía, digo que el Partido Popular va a poner en riesgo el plan. Europa nos va a llamar la atención. Y eso hay que contárselo a los españoles, que igual que nos hemos encontrado lo del peaje este gobierno no ha hecho sus deberes poniendo en riesgo el plan de recuperación.
-Saque el economista que lleva dentro: ¿Si tuviera entre 18 y 23 años qué haría con los 20.000 € que le entregaría un gobierno presidido por Yolanda Díaz?
-Yo no querría 20.000 euros. Yo querría un puesto de trabajo, querría oportunidades, formación y un puesto de trabajo. A mí no me tiene que dar nadie 20.000 euros, porque ese dinero lo ha pagado alguien. No son gratis, los han pagado nuestros padres, nuestros abuelos. Y yo no quiero que mi padre ni mi abuelo me paguen. Quiero que me den la caña de pescar para que yo pueda pescar todos los pescados que necesite, porque querría tener un futuro. Le diría no quiero ese dinero, quiero poder acceder a todos los recursos públicos que haya para formarme lo mejor posible. Y luego quiero un sistema laboral que me permita acceder en condiciones y me permita desarrollarme. Quiero libertad frente al intervencionismo. Eso es lo que yo le diría a Yolanda Díaz.
-Los jóvenes que no llegan a mileuristas, están asombrados por los piropos que se dedican a la reforma vigente, que no deja de ser un maquillaje de la reforma laboral de Rajoy. ¿Reconoce que la precariedad laboral es un problema no resuelto?
-Es un problema sobre todo en dos colectivos fundamentales: los jóvenes y los de más de 45 años, que representan más del 57% del conjunto de desempleados. A partir de ahí, la reforma laboral es la de Fátima Báñez. Esa es la que ha cambiado este país. A partir de junio de 2022 ya dijimos que era maquillaje. Hoy ya nadie discute que los fijos discontinuos han sido maquillaje. Le han cambiado el nombre de contrato temporal por un contrato de fijo discontinuo, pero es maquillaje que no ayuda ni a mejorar las condiciones del chico que sabe que lo contratan un lunes y lo despiden un viernes. Ni mejora su continuidad en la empresa y se tiene que buscar, como dice, hasta 25 contratos para poder armar un sueldo. Aquí no se ha creado empleo, se ha repartido empleo. De hecho, las horas trabajadas no se han recuperado.
-¿Y cuál es su propuesta?
-Tenemos un mercado laboral de gente sin empleo y empleos sin gente. Harán falta más de ingenieros, no digamos médicos, más de cien perfiles tecnológicos que ahora mismo no se cubren. Necesitamos personal para el sector de la construcción, la hostelería, hacen falta conductores de autobús. Nuestra reforma laboral tiene que casar las necesidades laborales con la gente que está demandando un empleo y para eso tenemos que fomentar la formación y la educación y adaptarlas a esas necesidades.
Por otra parte, no podemos invertir 2.900 millones en políticas activas de empleo, 17.000 millones para prestaciones e incentivos a la contratación y que seamos el país de la Unión Europea con más desempleo, el último de desempleo juvenil, el último de desempleo femenino. Y también tenemos que trabajar en ese concepto de colaboración público privada para pensar qué puestos de trabajo hacen falta hoy, dentro de un año o de cinco. Vivimos en una constante transformación digital, ahora con la inteligencia artificial, que nos va a llevar, como pasa en toda revolución, a un momento en el que parecerá que se destruyen empleos, pero que automáticamente va a generar una oportunidad de empleo. Tenemos que estar preparados.
-Dígame tres medidas urgentes para enjugar la deuda pública
-Reducción de ministerios, simplificación de trabas burocráticas e incorporación de nuevas tecnologías a la administración y también un análisis de las cuentas públicas como si fueran las de tu casa. No gastando lo que nos es necesario y priorizando aspectos como la Sanidad, la educación y las políticas sociales.
El triunfo de los moderados
-En 2020, un año después de ser investido presidente andaluz, Juanma Moreno aseguraba en una entrevista con ABC que los moderados ganarían España. ¿Es ahora o nunca?
-Las personas que pudieron ver el cara a cara de Sánchez y Feijóo pudieron comprobarlo. Aquí estamos para gobernar y servir a la gente. La gente quiere acuerdo y consenso, quiere gestión más que ideología, quiere vivir bien bajo unos principios que nos hemos concedido de familia, esfuerzo, sacrificio, recompensa, estudio, de solidaridad… que vienen en nuestra Constitución que se han abandonado por el PSOE. La gente no quiere que insultemos a un autónomo ni a un empresario, ni pequeño ni grande, quiere que protejamos al trabajador; la gente quiere que les protejamos pero que lo hagamos bajándole los impuestos, no que todos tengan que hacer esfuerzo menos el Gobierno central. Los empresarios quieren que agilicemos los fondos europeos para que podamos emprender esos proyectos y si es posible se les agradezca su trabajo y esa es la moderación.
-¿Si el PP pacta con Vox para gobernar cree que se le reconocerá como un gobierno moderado?
-Creo que la aspiración es gobernar solo. Lo que se está dilucidando es si los españoles quieren que sea solo o no. Solo no quiere decir no hablar con los demás, ahí está el ejemplo de Juanma Moreno. La gente que vote a Feijóo el 23 de julio va a estar contenta y la que no le vote va a estar tranquila y ese debe ser nuestro gran objetivo. Feijóo ha marcado una línea, donde hace falta el voto de Vox para gobernar ha entrado en el gobierno donde no, no. Eso ha significado algo tan sorprendente como que Vox haya votado con el PSOE para impedir gobiernos del PP. La gente con Feijóo tiene seguridad en lo que va a pasar. A partir de ahí con Vox hay ámbitos en los que es más fácil el acuerdo, como en el programa económico, y en otros en los que es muy difícil. Mire, Juanma Moreno ha gobernado con Ciudadanos y ha buscado acuerdos, incluyó medidas de PSOE y Podemos en los presupuestos y cuando hubo bloqueo los andaluces castigaron a los que bloqueaban, por eso tiene ahora mayoría absoluta.
-¿El cambio de opinión en Extremadura ha dañado el argumentario del PP? --No porque en Extremadura lo que hubo fueron dificultades en la negociación y finalmente se cedió por ambas partes. Vox ha entendido que lo que pedía no era proporcional. Los españoles lo que ven es que Feijóo puede hablar con cualquiera y pactar con casi todos. En Cataluña para evitar gobiernos independentistas ha dado el apoyo gratis del PP a los socialistas. Y todavía no han llamado para dar las gracias.
-¿Si Feijóo no es presidente después del 23J, los moderados habrán perdido no solo el Gobierno de España sino también la dirección del PP?
-La única persona que tiene capacidad para ser presidente, según las encuestas, es Feijóo. Él ha conseguido reconstruir un partido que sufrió mucho sus errores. Eso fue en abril de 2202, ahora la gente señala a Feijóo como futuro presidente de España. Ni Aznar, ni Rajoy ganaron las elecciones la primera vez que se presentaron. Está haciendo historia. También es cierto que tampoco ha pasado que un gobierno haya durado solo una legislatura, Sánchez puede conseguirlo. Si somos humildes, si trabajamos y escuchamos, si conseguimos que la gente se conciencia que el 23 J tiene que ir a votar y ven en la persona de Feijóo quien les presente, será presidente, porque además tiene tres principios fundamentales: trabajo, seriedad y servicio.
-¿La mayoría del PP está en esa dinámica de moderación?
-Sin lugar a dudas. Es cierto que dentro del PP, cuando representas a tanta mayoría, hay gente que está en una situación más al centro y otros en posiciones más conservadoras, pero el PP es el partido del progreso para España. Lo fue con Aznar, el primero que incorporó una renta para las mujeres que sufrían maltrato; el pacto de violencia de género con compromiso presupuestario se firmó con Rajoy. Y ahora estamos hablando de la ley del 'sí es sí' como otro de los episodios negros de este país.
«La gente con Feijóo tiene seguridad en lo que va a pasar»
-¿Comparte con Juan Espadas (PSOE), que éstas son las elecciones más trascendentales de la democracia?
- Sí, lo comparto. Es el momento de sacar a Sánchez del Gobierno por el bien de todos los españoles. Tiene razón Espadas son las más trascendentales.
- Si PSOE y PP están de acuerdo en las trascendencia del 23J, ¿por qué parece tan lejano que voten juntos medidas trascendentales?
-Feijóo ofreció un pacto para gobernar la lista más votada ante todo los españoles, Sánchez no lo aceptó. Propusimos en abril un pacto económico que rechazaron, hicimos una propuesta energética y tampoco y así con familias, hipotecas, con los jóvenes… y lo peor es que después de rechazarlos, nos insultan y luego lo copian. Hace falta un gran pacto del agua, un gran pacto por las pensiones, por la conciliación, por la educación, por la gestión de los fondos europeos. Feijóo los va a ofrecer, aunque saque mayoría absoluta, no tengan la menor duda, porque cree en los pactos y los acuerdos.
-María Jesús Montero es su contrincante natural. ¿Qué admira más y qué le inquieta de ella?
-Admiro su capacidad para decir cosas como «Chiqui, mil millones arriba o mil millones abajo»». Y decirlo con esa rapidez. A mi me costaría y lo que uno no es capaz de hacer despierta admiración. Y me preocupa ver que recibimos una Junta de Andalucía con la herencia de un presupuesto hecho por ella que no cumplía ninguna de las tres reglas fiscales, ni deuda, ni déficit, ni gasto. Me preocupa saber que al que le toque Hacienda se va a encontrar con que no ha hecho ningún intento de presupuesto. Renunció en diciembre del 22 y repiten la dinámica de lo que hicieron en Andalucía y su falta de solidaridad con los que vienen detrás y con los ciudadanos.
-Dice 'al que le toque Hacienda'. Usted, que fue portero profesional de fútbol sala, sabe también cómo es el papel de cancerbero de un consejero de Hacienda. ¿Le gustaría pasar a la delantera, a proyectar obras, a gastar?
-Fíjese, los porteros cuando fallamos es gol. Si le pregunto por porteros, seguro que diría Casillas, fue fundamental para ganar el mundial. Es necesario tener esa figura. En el PP tenemos mucha gente para asumir los perfiles de Economía y Hacienda. Hablando con el presidente Feijóo, cuando comentó que habría un ministerio de Cultura y Deportes ya le dije que la Secretaría de Deportes me parecería fantástica. Fuera de bromas, aquí estamos para ayudar. Juanma y Feijóo me pidieron que ayudara en el ámbito nacional, primero fue compaginando con la consejería, después Feijóo pidió a Juanma que me dejara salir y a partir de ahí el compromiso llega hasta el 23 de julio. A partir de ahí el presidente es libre. Lo que puedo decir es que como presidente va a tener a los mejores. Hay que renovar y transformar este país. Sé que puede parecer demasiado pero también nos lo decían en Andalucía y ahora mire cómo está Andalucía.
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