Patrimonio
La Magdalena recupera uno de sus grandes tesoros patrimoniales
Un equipo de restauradores y conservadores está actuando en los techos y muros de la nave del evangelio de la céntrica parroquia

La parroquia de la Magdalena está acometiendo la restauración de uno de sus principales tesoros patrimoniales como son las pinturas murales que pueblan las naves de este céntrico templo. Un equipo de restauradores y conservadores, liderado por Carlos Peñuela e integrado por Antonio Gallardo, Carmelo ... Gómez, Ana Marín, María de la Cruz Gabarro, Joaquín Domínguez, Francisco Luna y José Carlos Córdoba está trabajando en la nave del evangelio, entre la capilla de la Virgen del Rosario y el altar del cuadro de las Ánimas Benditas del Purgatorio. Los andamios se elevan desde el suelo hasta las pinturas del techo y, en la actualidad, se están desarrollando la primera y segunda fase, que culminarán antes de la Semana Santa, cuando se pueda ver en todo su esplendor la luz y el color de estos trabajos que se realizaron a principios del siglo XVIII «por distintas manos», según cuentan los integrantes del proyecto en el que se ha hecho un esfuerzo por parte de la feligresía de la parroquia de la Magdalena en los últimos años para acometer esta restauración, valorada en más de 200.000 euros.
En imágenes, la restauración de los murales de la parroquia de la Magdalena
Entre medio, los técnicos se están encontrando con numerosas sorpresas en puntos debajo del órgano, donde han tenido que recolocar yeso desprendido porque estas zonas se utilizaban antiguamente para subir elementos desde el suelo al coro del templo. Este espacio es el primero donde ya se están viendo los primeros resultados como los ángeles con instrumentos musicales, los detalles de la ornamentación y cómo han recuperado el color tras la intervención acometida durante estas semanas.
En este momento, se está trabajando en los techos que se encuentran más cerca de la capilla de la Virgen del Rosario, donde se está trabajando con las grietas que existen debido a los diferentes problemas y catástrofes que ha sufrido el templo. Uno de ellos, fue el incendio de principios del siglo XX en el antiguo edificio que fue el convento dominico de San Pablo, luego sede de Hacienda y, en la actualidad, el hotel Colón. Las llamas destruyeron lo que quedaba del cenobio y afectaron gravemente al muro que se está restaurando durante estos meses, provocando que haya pinturas que apenas se puedan adivinar, como son los medallones con los misterios del Santo Rosario. Sí se pueden ver cómo eran estas pinturas en fotos antiguas, realizadas antes del incendio y con el paso de misterio de la Quinta Angustia delante del altar de las Ánimas Benditas del Purgatorio, algo que se sigue produciendo en la actualidad.
Vanos
Una de las novedades más importantes de esta restauración es la recuperación de los vanos de la nave del Evangelio. Estaban cegados y ya hay uno de ellos que se ha abierto, volviendo a entrar la luz en el interior de la parroquia de la Magdalena. El proyecto es colocar una vidriera, semejante a las que se pueden contemplar en la nave central. El párroco del templo, Francisco Román, «agradece enormemente que el hotel Colón haya permitido que se abran estos ventanales que, aunque están separados de la otra edificación, sí están cerca unas terrazas pertenecientes al edificio hotelero».
Por lo tanto, la luz volverá a traspasar el muro norte de la parroquia e iluminará a los motivos decorativos de las pinturas murales, las cuales tienen formas distintas y calidades distintas. Los responsables del proyecto, el arquitecto conservador, Miguel Ángel López, y el director de restauración, Carlos Peñuela señalan que «hubo varias manos que actuaron sobre los muros y techos porque, si se ve de cerca, se observa la calidad». Una de ellas fue la de Clemente de Torres, un artista gaditano que debió formarse en la capital hispalense con Juan de Valdés Leal, según algunos investigadores. Él realizó los seis apóstoles que se pueden ver en los pilares de la parroquia. Dos se restaurarán durante estas dos fases y, contemplándolos de cerca, se observa la calidad de este autor de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Asimismo, los encargados de la actuación explicaron que han retirado el cuadro de las Ánimas Benditas del Purgatorio y detrás, se encuentra una pintura de San Cristóbal, la cual se halla muy deteriorada y que, en un futuro proyecto de restauración, se actuará sobre ella para su conservación.

Estos son sólo algunos detalles que están apareciendo en los primeros compases de la restauración de las pinturas murales de la nave del Evangelio de la parroquia de la Magdalena, un auténtico reto para una feligresía que ha ido recuperando el patrimonio histórico y artístico de un templo donde se encuentran obras de arte de imagineros como Roque de Balduque, Francisco de Ocampo, Duque Cornejo o Jerónimo Hernández; de pintores como Lucas Valdés o arquitectos como Leonardo de Figueroa. En los últimos años, se ha actuado en el retablo mayor, en el de la Virgen del Amparo, en el de la hermandad del Calvario o en el coro alto.
Durante los próximos meses, los técnicos seguirán trabajando sobre estas pinturas para seguir descubriendo un templo que se remonta a la reconquista de la ciudad por parte de San Fernando en 1248 y, donde hay elementos del edificio mudéjar, de una posterior fábrica renacentista y, de la propia iglesia barroca que se conoce en la actualidad.

Las pinturas murales de la parroquia de la Magdalena recuperarán sus colores y su luz tras el trabajo de los técnicos de conservación y restauración, los cuales están desarrollando unas tareas minuciosas, centímetro a centímetro, para recobrar el esplendor de antaño, cuando este templo recibía las últimas luces de la tarde que se marchaban por el Aljarafe, entrando en el interior a través del rosetón e iluminando la nave central y laterales de esta, así como el gran altar mayor, uno de los máximos exponentes del barroco sevillano.
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