UNA PUERTA CON LETANÍAS CONTEMPORÁNEAS EN LA IGLESIA DE SANTA MARÍA LA BLANCA

En la puerta puede leerse, diferentes metáforas realizadas por poetas andaluces como: «Nieve pura que nunca se derrite» y «Prisma incólume de luz atravesado», del periodista de ABC, Javier Rubio; «Faro en la tempestad» y «Centro de todo círculo», de Francisco de la Puente; «Rumbo de estrellas fugaces» y «Luz de quien muere a solas», de Jesús Cotta; «Hogar de lo eterno» y «Ojal de la esperanza», de Gonzalo Gragera; «Señora de la orilla de plata» y «Señora de montes y rompientes», de José Luis Cabanillas; «Guarida ante el peligro» y «Acequia de agua clara», de Carmelo Guillén, y «Árbol en el que nacen los pájaros del alba» y «Soplo que da sabor a las salinas», de Lutgardo García. Todas ellas se disponen a derecha e izquierda del emblema Ave María Gratia Plena, actuando como una columna vertebral que divide los espacios, así como los símbolos correspondientes al lado de estas letanías. La ejecución decorativa de la puerta con pan de oro ha sido llevada a cabo por el artista Francisco Javier Rodríguez del Águila, de Frem Estudio, en un lugar que estaba en ruinas y que, en los últimos años, ha sido recuperado gracias a la iniciativa del párroco Miguel Ángel Núñez.

Tras la puerta, se encuentra la sala capitular, que albergará gran parte del patrimonio del templo como las seis varas del palio sacramental o bordados relacionados con los tiempos litúrgicos y que son utilizados en la actualidad. Asimismo, se podrán ver unas vigas decoradas con las coplas del siglo XVII que se cantaron cuando se celebraron las fiestas de la reapertura del templo, tras la actuación impulsada por Justino de Neve.

Además, Manuel Caliani ejecutó una serie de vidrios policromados para estas salas donde se narra el origen de la devoción a la Virgen de las Nieves como el sueño del patricio y su mujer, la peregrinación al monte Esquilino, la visita al papa Liberio o la consagración de la actual basílica romana de Santa María. En estas láminas, hay detalles sevillanos como el simpecado de la hermandad de las Nieves que preside el cortejo, la capa del Pontífice con los diseños de las yeserías de Santa María la Blanca o una Giralda sostenida por el Niño Jesús.

Otros detalles que se podrán ver en este espacio del templo, que perteneció a la corporación sacramental, la cual se extinguió a finales del siglo XIX, son una parte de la antigua sinagoga con tablas de madera pintadas o suelos del edificio de 1600 y 1700. Por otro lado, el mármol del espacio es de 1800, es decir, una parte importante de la historia de Santa María la Blanca. Asimismo, también se contemplarán grabados dedicados a la primitiva Virgen de las Nieves. Una vista muy curiosa de la sala capitular será la de una bóveda que soporta las yeserías con sus ladrillos, así como de una pequeña ventana donde se podrá estar a centímetros de la obra de albañilería.

Otras curiosidades que se encontrarán en este salón noble será el cáliz que pintó Murillo en el cuadro de 'La Santa Cena', conservado en el templo o algunas piezas del camarín de la titular del templo, el cual se conserva pero que necesita una importante restauración porque, lo que se ve, es sólo una pequeña estancia en madera dorada en la que se halla la titular de la iglesia de Santa María la Blanca.