informe mapfre
Radiografía del incendio en Sevilla: fuego doméstico de origen eléctrico y con víctimas ancianas atrapadas
Con la bajada de las temperaturas, llega el momento de máximo riesgo para estos incendios
En 2022 falleció media docena de personas en siniestros de vivienda, el principal escenario de los accidentes de esta naturaleza

Tenía 77 años y la movilidad reducida. Cuando se declaró el incendio en su dormitorio no puedo escapar. No estaba sola, en otra habitación estaba su cuidadora, que al percatarse del humo que salía por la puerta ya fue demasiado tarde. Esta vecina de ... Los Remedios que murió en un fuego originado en su vivienda el pasado mes de noviembre responde al perfil medio de las víctimas de los incendios domésticos en la provincia de Sevilla. Un tipo de siniestro que en estas fechas tiene uno de los momentos de máximo riesgo por el descenso de las temperaturas y el uso de sistemas de calefacción. Y es que el origen eléctrico es la causa más común de los fuegos que se declaran en la provincia sevillana.
Éstas son solo algunas de las conclusiones del informe anual que realiza la compañía Mapfre que trata de radiografiar desde hace más de una década los incendios en el país para analizar en profundidad sus causas y cómo atacarlas. En 2022 se batió el récord de incendios y explosiones en el país desde que esta compañía empezó a cuantificar los siniestros de este tipo a nivel nacional en 2010. Ese incremento en el país no coincide con el dato provincial de Sevilla de mortalidad. Hubo más fuegos pero se registraron dos víctimas menos que el año anterior. En 2022 se lamentó la muerte de ocho personas, seis de las cuales perdieron la vida en el interior de viviendas (la estadística incluye a los fallecidos por accidente que murieron en el acto o tras la hospitalización pero deja fuera las muertes por suicidio o como consecuencia de un homicidio).
Y es que en muchas ocasiones los hogares se convierten en trampas mortales para los propios moradores cuando se declara un incendio. Los cierres en ventanas son medidas de seguridad pero también un escollo importante cuando las llamas avanzan por el interior de la casa y no se puede huir por la puerta. Así le ocurrió al hombre de 53 años que falleció esta semana en Casariche. Según declaró un testigo que llamó al 112 pidiendo ayuda, la víctima pidió ayuda a través de una ventana por la que no podía salir.
El informe de Mapfre, tras recopilar la información de 133.029 siniestros en el país, de los cuales 235 ocurrieron en Andalucía (un 15% más que en 2021), señala que las víctimas más vulnerables son las personas a partir de 64 años; dos de cada tres muertes se produjeron por intoxicación tras inhalarse humo o gases tóxicos y el riesgo de morir en un siniestro doméstico se multiplicó por seis en el caso de personas que vivían solas.

Este último dato preocupa a los servicios de emergencia porque la población envejece paulatinamente y el número de hogares en los que vive una persona sola y anciana crece año tras año. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 había una población en Sevilla de más de 337.000 sevillanos que superaba los 65 años, casi un 18% del total de la población.
Y por periodos, la llegada del frío es determinante para que se disparen los incendios. El estudio de la compañía aseguradora certifica que la mayoría de las muertes en incendios de viviendas se produjeron en meses en los que hubo temperaturas bajas. En Sevilla, con épocas cada vez más cortas de frío, es claramente coincidente. Además, el uso de sistemas de calefacción tradicionales como estufas, braseros o chimeneas se extendieron con el incremento del precio de la luz y este tipo de fuentes de calor conllevan riesgos adicionales. El pasado mes de enero se registraron hasta cuatro incendios en el Polígono Norte que tuvieron como denominador común que el foco de las llamas estuvo en un brasero.
La comida que se olvida en el sartén
En 2022, los bomberos de la ciudad de Sevilla realizaron 5.674 salidas, aunque dentro de esta estadística se incluyen todo tipo de servicios, desde los incendios en viviendas, rescates acuáticos o las intervenciones en accidentes de tráfico. La llamada más frecuente que reciben los parques de la capital está relacionado con un olvido frecuente que puede originar un incidente grave: la comida que se queda en el fuego, señalan fuentes de este servicio municipal. Y dentro de esta estadística se computa igualmente la picaresca de quien se ha dejado olvidada la llave dentro de casa y avisa de que se ha dejado encendido el gas para que los bomberos le ayuden a abrir la puerta.
De esas más de 5.000 salidas que se realizaron el año pasado, 400 fueron por fuegos en vivienda. Uno de los más graves se registró en Triana, en la calle Enrique Mensaque donde murió un matrimonio anciano. El hombre, de 79 años, fue encontrado en el interior de una de las habitaciones completamente calcinado. Su mujer, de 78, fue rescatada aún con vida pero en parada respiratoria. Falleció poco después en el hospital. Cuando los bomberos llegaron al bloque de las víctimas, una bola de fuego salía por la puerta de la vivienda.
La Asociación Profesional de Técnicos Bomberos y la Fundación Mapfre llevan años promoviendo la idea de incorporar reformas legislativas que obliguen a la introducción de detectores de humo y otros sistemas de prevención contra el fuego en las viviendas particulares de nueva construcción y favorecer su instalación en las que ya están levantadas, especialmente las que están ocupadas por personas mayores. Unas medidas que ya funcionan en países como Francia donde hay una regulación específica sobre detectores de humo obligatorios en viviendas.
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