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Patrimonio

Los secretos que escondía el estanque del Alcázar de Sevilla

El vaciado de la fuente de Mercurio ha revelado la existencia de lebrillos para la decantación del agua y de ánforas cerámicas dentro de las paredes para servir de desovadero de los peces de esta alberca de origen islámico

Las fuentes de los jardines del Real Alcázar cobran vida

El estanque de Mercurio vacío, para su restauración Raúl Doblado
Javier Macías

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Creen los historiadores que el Alcázar islámico se abastecía desde los Caños de Carmona hasta la torre del Agua, situada en la muralla que da a la calle del mismo nombre y, desde ahí, iba a parar a una alberca de más de ... tres metros de profundidad desde la se regaban las huertas y jardines del gran vergel de la Ishbiliya musulmana. Aunque no existen pruebas documentales que lo certifiquen, los investigadores tienen claro que aquella alberca es hoy, realidad, el estanque del Mercurio, que se transformó en el siglo XVI en una fuente inmensa con un sistema hidráulico que permitían que hubiera numerosos surtidores echando agua a chorros. Allí se instaló una balautrada de bronce con figuras policromadas con pan de oro y, en el centro, una escultura renacentista del dios Mercurio, realizada por Diego Pesquera y fundida por Bartolomé Morel, el mismo que hizo el Giraldillo.

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