San Teodomiro, segunda talla de José de Arce en Sevilla
A diez metros de altura y en la penumbra del mayor templo de Carmona, Santa María, se encuentra un tesoro de la imaginería barroca, hasta ahora poco conocido, pero que tiene mucho que decir sobre la evolución del arte en Sevilla. Un estudio del investigador carmonense Fernando de la Villa Nogales, ha sacado a la luz la autoría de la imagen de San Teodomiro Mártir, patrón de Carmona. Es nada menos obra de José de Arce, del que sólo se conoce en Sevilla la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas de la Hermandad de la Estrella y, por si fuera poco, la policromía y el estofado de la talla fue obra de Juan Valdés Leal.
La autoría es incuestionable. Fernando de la Villa ha encontrado en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla el contrato de la imagen concertada entre José de Morales y Merino, alcalde mayor de Carmona, y el escultor flamenco José de Arce, en el año 1655. El contrato estipula que la imagen debía tener dos varas de altura, (1`77 metros) y ser «de todo primor». Se le daba al autor un plazo de seis meses para acabarla y se fijó un precio desorbitado para la época: 200 ducados de oro, que prueban la importancia del autor y la calidad de la imagen. En la investigación aparece además otro nombre fundamental en la historia del arte: Juan Valdés Leal, el genial pintor fue el encargado de realizar el encarnado y el estofado de la imagen en 1656.
El hallazgo tiene gran importancia para el análisis de la evolución del barroco sevillano. Según Fernando de la Villa, José de Arce es quien introduce el barroco de forma plena en la ciudad, dejando atrás la influencia manierista de la obra de Martínez Montañés. Arce toma la estética de Rubens y la plasma en tres dimensiones, dando el punto de partida para la evolución de autores como Pedro Roldán o Ruiz Gijón.
Pese a su importancia, la obra conocida de José de Arce en Sevilla es muy corta y se limita al Señor de las Penas, cuya autoría se halló en su última restauración de 1997 y las esculturas en piedra del sagrario de la Catedral que representan a los cuatro padres de la Iglesia. Fuera de Sevilla tampoco se conoce mucha obra, un apostolado para la Cartuja de Jerez de gran calidad y alguna obra en Cáceres. Por ello, el hallazgo de una nueva imagen abre el campo de investigación sobre una figura clave de la escultura y saca a la luz un valioso tesoro artístico, pues la calidad del San Teodomiro de Carmona es incuestionable.
La falta de iluminación y la posición elevada de la talla en un retablo de la nave de la Epístola de la iglesia de Santa María de Carmona, ha hecho que durante siglos se le haya prestado poca atención. La imagen estuvo en principio en una posición más accesible pero, en 1711, se trasladó al ático del nuevo retablo ejecutado para la Virgen de la Antigua y de allí sólo se ha movido en 1975, cuando se bajó para una exposición de los mártires cordobeses.
Sus grandes dimensiones y su peso, que supera los 150 kilos, hacían muy complicado bajarlo para recibir cultos o sacarlo en procesión a pesar de ser el patrón de la ciudad. De hecho, se hizo otra imagen de San Teodomiro en la localidad, que es el que ha salido en procesión en varias ocasiones.
Pero la historia ha hecho que la imagen llame de nuevo la atención de los carmonenses. En 2009 se cumplió el cuarto aniversario de la llegada a Carmona de las reliquias del mártir y se decidió realizar un libro sobre la historia del santo y de su devoción. Fernando de la Villa recibió el encargo y se puso a la tarea. Para acercarse a la imagen y poder estudiarla tuvo que emplear una grúa instalada en el interior de la iglesia que le permitió analizar la imagen y realizar fotografías. Los resultados de la investigación se recogen un libro que lleva por título «La Imagen de San Teodomiro Mártir, Abogado, Hijo Ilustre y Patrón de Carmona». La obra ya está en imprenta y su presentación será el colofón de los actos que conmemoran la llegada de las reliquias.
Para De la Villa Nogales, autor de varios libros sobre el arte en Sevilla y provincia, el remate de su investigación sería que la imagen se restaurase y se colocara en un lugar más accesible a la vista y que permite el goce estético de una obra de primer nivel, una posibilidad que se está estudiando en la actualidad.
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