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El arquitecto dice que el Metropol puede soportar la pasarela hasta la última «seta»

El Ayuntamiento estudia la forma de arreglar el panel dañado por la grúa

El arquitecto dice que el Metropol puede soportar la pasarela hasta la última «seta» KAKO RANGEL

a. estrella yáñez

La decisión de no continuar la pasarela-mirador de la cúpula del complejo Metropol-Parasol de la Encarnación hasta la «seta» número seis, la más cercana a la calle Puente y Pellón, no se debe a que la estructura sea incapaz de soportar el peso que ello conllevaría. Así lo aseguró ayer a ABC André Santer, socio del estudio de arquitectura Jürgen Mayer , que diseñó el proyecto. Santer explicó que esta decisión fue tomada por los responsables de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, que no quisieron cargar la cubierta cuando cruza por encima de la calle Imagen.

El estudio de arquitectura considera que tanto los cimientos, como los pilares y la estructura de madera que da forma a los parasoles pueden perfectamente soportar la pasarela que discurre por las otras «setas», pero el Ayuntamiento anunció en una visita girada a la obra a finales del pasado año que no será así «por cuestiones de seguridad» .

Una vez que ya ha sido inaugurada la plaza pública descubierta que está en la primera planta del complejo, del que quedan partes importantes por terminar como el Anticuarium y la cima, aún es posible extender hasta la calle Puente y Pellón la pasarel a que se está instalando, y aunque la decisión en contra ya ha sido tomada por los políticos, desde el punto de vista técnico es posible.

El estudio del arquitecto alemán Jürgen Mayer avala el material del que está hecho el complejo, en el que una vez descartado el metal, se habló de recubrimiento de madera, aunque la rotura de un alerón el pasado fin de semana ha puesto de manifiesto que no es madera maciza, sino que se ha empleado un compuesto denominado Kerto-Q . De este modo las planchas recubiertas de poliuretano están formadas por finas láminas de abeto finlandés de 3 milímetros de grosor superpuestas, encoladas y después prensadas en Alemania, hasta formar los grandes paneles que conforman la estructura.

El técnico de la compañía de desarrollos en madera Finnforest David Rifá explicó a ABC que las planchas microlaminadas presenta la mejor resistencia ante las elevadas temperaturas y los cambios de humedad. Este material ha sido también empleado en la cúpula de la antigua plaza de toros de Las Arenas de Barcelona, ahora reconvertida en centro comercial. El cambio del metal a la madera y la dificultad para el encaje de las planchas de madera entre sí fue uno de los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento para justificar el retraso y encarecimiento del proyecto.

En cuanto al trozo que se ha desprendido, el socio de Jürgen Mayer dijo ayer que mide aproximadamente 60 por 60 centímetros, con unos 7 centímetros de grosor , y que el Ayuntamiento aún no se ha puesto en contacto con el estudio para arreglar el desperfecto. Según fuentes del Gobierno local, el trozo fue dañado cuando estaba siendo desmontada una de las grúas que ha trabajado en la obra y la parte afectada se retiró, aunque en las imágenes de la pieza que queda arriba se aprecia que está rota y no desensamblada.

El Ayuntamiento insistió ayer en que no se ha caído ninguna pieza de la cubierta del Metrosol, ni parte de la misma, sino que la parte afectada se bajó y que, igualmente, volverá a ser colocada.

También el portavoz del estudio de Jürgen Mayer insistió en que será fácil colocar la pieza rota sin tener que desmontar todo el panel del que forma parte, ya que es pequeña y se trata sólo de una punta y no conforma la estructura del edificio.

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