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¿Quiénes roban perfumes, cremas y ropa en los comercios de Sevilla?

Las empresas afirman que la mayoría de sustracciones no están realizados por cleptómanos, sino por bandas organizadas

La mayoría de sustracciones están realizadas por bandas organizadas ABC
María Jesús Pereira

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El vídeo de Cristina Cifuentes robando presuntamente dos cremas en un supermercado se ha hecho viral en España a pesar de que el hurto es una práctica más común de lo que imaginamos en nuestro país, según revela el último informe realizado por la Gran Distribución Comercial. En Sevilla, los comerciantes se quejan de que ahora sufren más hurtos -sustracción de objetos por menos de 400 euros- que durante la crisis y que, en contra de lo que pensamos, no son cometidos en su mayoría por quienes sufren cleptomanía, sino por personas que revenden después estos productos a menor precio en mercadillos ilegales.

«Más que por cleptómanos, muchos de estos hurtos se hacen por parte de bandas organizadas que son conscientes del riesgo que corren y buscan los productos más caros, como bebidas alcohólicas, productos cárnicos envasados al vacío, cosmética y perfumes», explica Álvaro González Zafra, secretario general técnico de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumerías , que engloba a 30 grupos empresariales con 4.600 tiendas en Andalucía de entre 200 y 1.800 metros cuadrados de superficie de venta (SBV), de las que el 20% están en Sevilla.

Medidas de seguridad

Este portavoz de la patronal de empresas de alimentación y perfumerías denuncia «la indefensión que sufren muchos establecimientos que no tienen cámaras y vigilantes de seguridad. Los guardas de seguridad están facultados para retener a un cliente y pedirle que enseñe el bolso, como se ve en el vídeo de Cifuentes. Los empleados de las tiendas cumplen el protocolo interno de las empresas para evitar que se genere una situación violenta o una discusión pública cuando se pilla a alguien robando», añade.

González Zafra recuerda que se considera hurto la sustraccción de productos por menos de 400 euros y está sancionado con una multa al considerarse falta leve. «Antes de la reforma del Código Penal de 2015 la reincidencia en el hurto no estaba prevista como un elemento que agravara la pena. Es decir, que alguien podía ser pillado en un mismo día robando en distintas tiendas y sólo se le multaba por cada robo. Los ladrones se conocen la Ley al dedillo y saben que no pueden pasarse de 400 euros para que no considere robo . Sin embargo, con esa reforma legislativa -dice-, si hay multireincidencia en los hurtos se puede condenar al individuo hasta tres años de prisión».

A pesar de esa reforma, la patronal andaluza de la alimentación y la perfumería afirma que «los hurtos han aumentado porque quienes roban saben que pueden sacar mucho dinero vendiendo los productos a mitad de precio en el mercado negro».

Colaboración con la Policía

A los establecimientos la denuncia de hurtos les supone tiempo y dinero, ya que les exige ir a la Policía y si hay juicio desplazar a sus trabajadores. «Por eso es tan importante la estrecha colaboración que hay entre la Policía y el sector, lo que nos ha permitido comunicaciones fluidas por teléfono e incluso WhatsApp para informar de hurtos y solicitar de la presencia de efectivos en el lugar, así como para presentar la denuncia sin perder demasiado tiempo».

Tomás González, presidente de la Asociación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) , explica que «los hurtos los ha habido siempre y van por rachas. Las recomendaciones de la Policía es que se instale videovigilancia para poder después llevar a juicio las grabaciones en caso de presentarse una denuncia y otras medidas de seguridad, como alarmas en los productos y detectores en las puertas de entrada», algo que el pequeño comercio no siempre puede permitirse, con lo que lo tienen más difícil para controlar los hurtos.

Con respecto a los sistemas de videovigilancia, la Agencia de Protección de Datos afirma que «con carácter general las imágenes captadas por cámaras de vigilancia se deben suprimir en el plazo máximo de un mes, salvo que se hayan requerido para una investigación. Si se apreciaran indicios de una posible responsabilidad judicial o administrativa, deberían bloquearse durante el plazo de prescripción de esas responsabilidades».

La Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc) trabaja con las empresas para combatir las pérdidas derivadas de los hurtos, lo que le llevó a crear hace veinte un comité de prevención de pérdida por hurtos por parte de personas ajenas a la empresa y empleados. Una encuesta realizada en 2017 por Aecoc en colaboración con EY entre establecimientos que representan el 20% de la cuota de mercado de la distribución revela que el hurto externo ha pasado de representar en sus pérdidas un 61% en 2015 a un 59% en 2016.

Entre las empresas que han instalado cajas de autocobro no se ponen de acuerdo sobre si aumenta o no los hurtos. Un 57% considera que aumentaron, frente a un 43% que considera que no implicó más pérdidas por esas sustracciones. El 86% de los encuestados por Aecoc tenía videovigilancia o presencia permanente de algún empleado en las cajas de autocobro, y un 43% contaba con medidas adicionales de seguridad, como el control de pesos de productos escaneados y un 29% usa sfotware de detección de comportamientos anómalos.

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