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El botellón se extiende por veinte focos localizados en Sevilla

El Ayuntamiento defiende su estrategia para abordar la movida desde el ámbito policial y educativo y a través de la apertura de espacios alternativos

La Policía Local en Viapol durante el botellón de la noche de Halloween Juan Flores

MARÍA JOSÉ MORÓN

Gritan histéricamente , bailan, beben, incluso se pelean y se orinan en las puertas de las viviendas. Se vende alcohol y droga en los maleteros de los coches, en ocasiones a menores. Se escucha música a todo volumen. Dejan la zona con desperdicios y destrozan el mobiliario urbano. Esta forma de diversión juvenil , prohibida desde hace más de diez años, se sigue dando por las calles de Sevilla.

En la actualidad, existen veinte focos principales donde la movida nocturna, y diurna, campa a sus anchas cada día, una situación denunciada en reiteradas ocasiones por los residentes afectados, sin que el Ayuntamiento sepa atajarlo del todo. La ley antibotellón lo dice claro: está prohibido beber en la calle .

De momento, el delegado municipal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, J uan Carlos Cabrera , va a recurrir a descentralizar la oferta cultural, a mejorar la comunicación con los jóvenes y a analizar la apertura de espacios nocturnos para desarrollar actividades rechazando la creación de botellódromos. « No podemos afrontar la cuestión con una política represiva , sino de sensibilización», ha manifestado.

Tras la denuncia pública de los residentes de Viapol hace unos días se ha incrementado el control policial para disuadir esta práctica juvenil, sin embargo, sigue siendo una medida insuficiente. El Partido Popular defendió una moción relacionada con el ocio nocturno y el botellón el pasado viernes en un pleno ordinario. La propuesta recogía los problemas que sufren los vecinos y las repercusiones de la movida en sus entornos más directos.

La asociación de vecinos Estación de Córdoba asegura que hay botellón de día y de noche permitido a orillas del Guadalquivir desde los jueves a partir de las 14.00 hasta las 06:00 del sábado. Por su parte, la asociación de vecinos Torre del Oro se queja de la misma situación y además se plantea denunciar el caso en el Tribuna de Derechos Humanos de Estrasburgo al vulnerarse el derecho al descanso y otras consecuencias derivadas de situaciones de incivismo.

La plataforma de vecinos de Plaza San Leandro , también en el Centro, manifiesta que hay aglomeraciones en la Plaza del Pato que comienzan desde el mediodía. Los jóvenes se orinan, e incluso defecan, en las vías aledañas, especialmente en la calle Ensenada. Los residentes afirman que existen establecimientos de la zona en los que se vende alcohol fuera del horario permitido en las ordenanzas municipales.

Los ruidos provocados por la concentración de personas en la pequeña Plaza Blasco Garay no deja descansar a los vecinos la zona. La asociación Los Humeros-Torneo está cansada de llamar a la Policía Local para que pongan orden sin obtener respuesta.

La plataforma vecinal Alfalfa Degradada sigue esta línea. Denuncia la ausencia de la Policía Local, así como, la falta de control de horario en los establecimientos hosteleros de la zonal. La calle más afectada es Pérez Galdós.

En el Distrito Nervión hay varias zonas al encontrarse numerosos locales de fiesta, entre ellas, los residentes de la calle Campamento. Se quejan de las concentraciones de los jóvenes en los antiguos terrenos de Renfe, pertenecientes ahora al Ayuntamiento de Sevilla. En la última reunión de la comunidad se ha aprobado emprender acciones legales contra el Consistorio para garantizar el derecho al descanso.

Venta de droga en la calle José Recuerda Rubio de Viapol J.Flores

La plataforma ciudadana de la calle Carlos de Cepeda y alrededores vienen padeciendo esta lacra casi una década a causa de la sala de fiestas Cosmo . Se trata de un local de música electrónica que, al parecer, las vibraciones alcanzan hasta las viviendas, como si de una discoteca se tratase. Actualmente, el asunto está denunciado ante la Fiscalía de Medio Ambiente . En las últimas semanas, el problema ha empeorado por enfrentamientos del personal y los residentes perjudicados. «Se produjo una brutal agresión que por suerte no hubo consecuencias graves y a una vecina le reventaron el cierre de cristal de su balcón con una botella de whisky», lamenta Santiago Iglesias a este periódico, uno de los portavoces de la plataforma.

En el Distrito Sur existen concentraciones diurnas de jóvenes consumiendo alcohol por las calles de Bami. Según la asociación de vecinos, el Ayuntamiento «no responde a los escritos formulados sobre a suciedad y el ruido».

Las asociaciones vecinales Macarena Tres Huertas, Plaza de la Fuente y Núcleo Virgen de Begoña reclaman atención por la inseguridad, insalubridad y ruido que sufre el distrito por la existencia de varias discotecas consecutivas. La primera de las plataformas van a interponer una denuncia al Consistorio hispalense por contaminación acústica como paso previo de una denuncia penal. De su lado, la asociación Virgen de Begoña manifiesta que hay ruidos en las instalaciones deportivas durante todo el día y noche. «Hay concentraciones de jóvenes consumiendo alcohol y el centro no se usa de forma adecuada». Además manifiestan que existen contaminación lumínica por impactos de luz del propio recinto hasta altas horas de la madrugada.

Los vecinos de los Remedios han lanzado una propuesta: convertir los terrenos de la Feria en aparcamientos cerrados y vigilados, mientras que no sean usados para el montaje y desmontaje de las casetas. Actualmente,existe un macro botellón con coches discotecas en frente de las instalaciones de Lipasam, Círculo Mercantil y la explanada del Metro .

En el Distrito Triana se ha llegado a hacer hasta «fogatas», según la plataforma Plaza Salesiano Don Ubaldo. Y en la calle Betis hay concentraciones de personas diarias consumiendo alcohol en plena vía pública.

En San Jerónimo , los residentes se sienten poco protegidos al no poder denunciar los problemas del barrio en la Junta Local de Seguridad del Distrito Norte . Los puntos de botellón son: la Plaza de la U, la Plaza Roja y Triángulo. En Pino Montano no cesan los problemas de inseguridad hacia los menores. Las botellonas se concentran en las plazas, principalemente, en el Bulevar a partir de las 16.00 horas. Los vecinos han recogido la basura en más de una ocasión como consecuencia de las concentraciones.

Los coches discotecas se dan a cualquier hora del día en el Distrito Cerro-Amate . Las asociación Tres Barrios así lo manifiesta, además de los actos de vandalismos que se acontecen en el mercado de abastos. Aseguran que existen tiendas en casas particulares que venden alcohol hasta las 02:00, en concreto, en la calle Galaxia y Plaza del Búho. En los aledaños de la parroquia Blanca Paloma aparecen restos de candelas y botellas con asiduidad.

Las asociaciones de Sevilla Este , Las Ciencias e Intercomunicador Camelias-Paraíso, proponen el cerramiento de las plazas por los botellones nocturnos en las mismas. De esta forma, dicen que se reduciría la suciedad que se deja en los colegios e institutos que se encuentran en el lugar.

Y, por último, el Distrito Palmera-Bellavista , también se echan a la calle para erradicar el botellón. La asociación 7 Calles asegura que los vecinos se han tenido que enfrentar con los jóvenes ebrios por actos de vandalismo hacia las viviendas, en concreto, en la Plaza Chano Lobato.

De momento, la moción sobre la movida juvenil del pasado viernes fue aprobada por unanimidad , en la que se reclamaba reforzar los dispositivos de la Policía Local y Nacional para ejercer «medidas disuasorias» y «previas» al botellón.

Vigilancia a los locales

Disfrutar de la tranquilidad del hogar se ha convertido en una quimera para muchos españoles. Vivir en una casa aislada tanto de ruidos externos como internos se hace complicado. El 16 por ciento de los ciudadanos reconocen abiertamente convivir con el ruido en sus domicilios, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

La Organización Mundial de la Salud señala que los niveles de ruido ambiental recomendables dentro de los hogares están entre los 35 y los 40 decibelios durante el día, y los 30 decibelios de noche . Sin embargo, los vecinos de Viapol llegaron a soportar los 60 decibelios de media la noche de Halloween e incluso alcanzaron picos de hasta los 80 . «Esto es diario. Los fines de semana, los festivos y entre semana. Nos pasamos las noches sin pegar ojo», cuenta indignado Gustavo, un vecino de la calle José Recuerda Rubio.

Fue una noche sin incidentes graves, pero sí se pudo comprobar la venta de drogas, los desmadres, los orines y los desperdicios como efectos colaterales. El Ayuntamiento parece que ha optado por atajar el problema con «discreción», de hecho no se pronuncia al respecto. El Cecop tampoco. Pero lo cierto es que desde que este periódico denunciara la situación de los vecinos de Viapol se ha incrementado la presencia policial, con la intención de «encoger» el botellón de la calle Balbino Marrón y sus alrededores.

«Todo sería más fácil a golpe de denuncias. No entiendo por qué no se aplica la ley y se sanciona », criticó Salvador, otro de los vecinos. Tanto Gustavo como Salvador están convencidos de que la solución no sólo pasa «por atacar» a quienes practican la molesta actividad sino, como ocurre en tantas otras, «en quienes se lucran de ellas» . La Policía de momento no ha multado a ningún establecimiento de la zona, pero a los residentes aseguran que existen locales que « no cumplen con las respectivas licencias ».

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