Carlos de Inglaterra visita la Sevilla oficial, económica y cultural
El Príncipe de Gales y su esposa recorrieron el Palacio de San Telmo, el Ayuntamiento, el Alcázar, la Universidad y la Fundación Tres Culturas
El cálido comienzo de abril dio la bienvenida a Sevilla al Príncipe Carlos de Inglaterra y a su esposa la Duquesa de Cornualles, que cumplieron en el día de ayer la intensa agenda que los servicios de protocolo de la Embajada Británica y de las autoridades españolas les habían preparado. Los organizadores atendieron la petición del Heredero de la Corona Británica, que se había interesado por la huella árabe en la arquitectura de la ciudad y la conjugaron con un encuentro empresarial y la visita a la industria aeronáutica, aunque los encuentros institucionales «apretaron» la visita, que el Gobierno local anunció haciendo ondear la bandera del Reino Unido en el mástil del Ayuntamiento.
Carlos de Inglaterra y su esposa fueron recibidos por la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, en el aeropuerto, desde donde se dirigieron al Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, que visitaron atendidos por el presidente de la comunidad autónoma, José Antonio Griñán. Después de una breve audiencia, el Príncipe Carlos, la Duquesa de Cornualles, Griñán y su esposa se dirigieron a la capilla del palacio para firmar en el libro de honor. A la salida, el Príncipe Carlos y su esposa saludaron al público congregado y la Duquesa de Cornualles sacó una sombrilla con la que se protegió del sol en todos los tramos que hizo caminando , pues la visita por el Casco Histórico de la ciudad se hizo, casi toda, a pie y a medida que avanzó la mañana la temperatura fue subiendo en la ciudad.
La comitiva se dirigió al Ayuntamiento, momento que aprovecharon los organizadores para introducir en la visita el tranvía, que llevó al heredero de la Corona Británica y su esposa desde la Puerta de Jerez a la Plaza Nueva, ante el asombro de los viandantes, que no dudaban en hacer fotos al Príncipe a través de los cristales del vagón . Cuando se comenzó a preparar la visita del Príncipe de Gales y dada la afición del Heredero británico a los caballos, se ofreció la posibilidad de obsequiarlo con un espectáculo ecuestre en la Maestranza, desde donde se desplazaría hasta el Ayuntamiento en el típico coche de caballos sevillano. Pero esta idea fue desechada y del coche de caballos se pasó al tranvía.
Para ir del Palacio de San Telmo a la parada del tranvía, no se aprovechó la reurbanizada y amplia avenida de Roma, sino que el Príncipe de Gales fue conducido por la consejera Mar Moreno a través de la Lonja de la Universidad, donde se les unió el rector de la Hispalense, con lo que se evitó a los visitantes ver el estado de obras de los Jardines del Cristina .
Tanto los sevillanos, como los turistas que visitan en estos días nuestra ciudad saludaban ayer el paso del Príncipe Carlos y su esposa e, incluso, se quedaba a las puertas de los edificios en los que entraban para verlos de nuevo a su salida .
En el Ayuntamiento fueron recibidos por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y por la corporación municipal y en la Sala Capitular Baja firmaron en el libro de honor un escueto «Carlos y Camila 1-4-2011» con la pluma que el Príncipe de Gales llevaba en el bolsillo de su chaqueta. Fuentes del Gobierno local informaron de que en la reunión que mantuvieron en el Salón de San Fernando el alcalde trasladó al Príncipe Carlos un extenso informe sobre las políticas de sostenibilidad y el balance de sus efectos en la ciudad.
Obsequios
A fin de completar la exhibición de los méritos de su gobierno, Sánchez Monteseirín obsequió a su invitado con un cuadro de 3,79 cm por 3,56 cm, réplica de parte del mosaico romano llamado Los Pájaros que se exhibe en el museo Anticuarium del Metropol-Parasol de la Encarnación , complejo urbanístico que no se incluyó en la visita. La Duquesa de Cornualles recibió un abanico sevillano de palo de santo pintado a mano.
A continuación el Príncipe de Gales salió hacía la Catedral por la Plaza de San Francisco, donde algunos de los comercios que han cerrado en los últimos años aparecían con sus escaparates cubiertos con la bandera de Sevilla, disimulando su triste situación. Por la calle Hernando Colón, llegaron a la Catedral, a la que accedieron por el Patio de los Naranjos y donde permanecieron sólo durante unos minutos para dirigirse después al Real Alcázar, a cuyas puertas otra vez le esperaban sevillanos y curiosos. Incluso los visitantes que en esos momentos disfrutaban del monumento compartieron con naturalidad la llegada del Príncipe Carlos y su esposa al Patio de la Montería, pues no fueron desalojados ni siquiera por motivos de seguridad y pudieron dirigirse al Príncipe de Gales y a la Duquesa de Cornualles y hablar con ellos.
Después con más tranquilidad, sólo los visitantes y las autoridades recorrieron el Patio de las Doncellas y se reunieron en una gala con empresarios donde tomaron un aperitivo. Allí el matrimonio se separó y mientras la Duquesa de Cornualles protagonizó un curioso malentendido en el Museo del Baile, el Príncipe de Gales asistió a la exposición de las conclusiones de un seminario sobre la comunidad musulmana en la Fundación Tres Culturas, donde fue recibido por su directora, Elvira Saint-Gerons, con quien tomó el té. El Príncipe Carlos acabó la jornada visitando las instalaciones de Airbus, donde se montó en el avión A400M , abordo del cual recibió las explicaciones técnicas.
Tras el intenso día, el Príncipe de Gales y su esposa se trasladaron a Granada, donde pasarán el fin de semana en visita privada.
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