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Reloj de arena

Carlos Telmo Gracia: la intensidad sin freno

Su hoja de servicios es la de un auténtico maestro en relaciones públicas, entre grandes eventos y personajes ilustres

La amistad con la familia Ordóñez y con Carmina abrióla puerta a Carlos Telmo a mundos distinguidos ABC

Félix Machuca

Cuando llegaba a la radio, los compañeros de tertulia en Canal Sur le miraban los pelos. Y si los llevaba alborotados, como peinados por descarga eléctrica, sabían que el muchacho había pasado la noche como un colibrí, libando de copa en copa. Y eso no era infrecuente.

La noche , durante mucho tiempo, fue su tajo , el despacho abierto, festivo y alumbrado de estrellas donde desplegó sus dotes de relaciones públicas . De aquel niño que había nacido en Ronda , que se hizo muy amigo de las hermanas Ordóñez y que, gracias a ellas, pudo acceder a mundos distantes y distinguidos , solo quedaba el vago pero inseparable recuerdo de la niñez.

Quizás su primer viaje a Sevilla para ir a la Feria de Muestras y llevarse el sombrero de cartón del chino el Mandarín y otro viaje a Madrid para conocer de cerca, en el mismo camerino, a la diosa gitana de su altar flamenco: Lola Flores . Dicen que vivió tan intensamente aquel momento que le dio fiebre…

«Es relaciones públicas, tertuliano, empresario y youtubero. La noche fue su tajo y estaba abierto hasta el amanecer»

Pero yo creo que esa temperatura la ha tenido siempre, le venía de fábrica, para convertirlo en una especie de erupción volcánica como la que hizo saltar por los aires la isla de Santorini . Telmo no conoce la serenidad, jamás se la presentaron. Y es su retrato el de un ser dominado por la agitación y la intensidad . Un huracán futurista vestido elegantemente.

O como lo define su amiga Mamen Gil , una mezcla de Evelyn Waugh y Truman Capote . Un retorno imposible al encanto decadente de su Brideshead entre la música para camaleones estelares del perverso amiguito de Marilyn Monroe . En cualquier caso, Telmo es divino de la muerte , con la voz siempre convaleciente, como la de Janis Joplin en «Sumertime».

En cierta ocasión le confesó al barón de Gracia Real que le encantaría ser como él, barón. Y con gracia real lo bautizó como el barón de Gollerdi. Así se presentó Telmo más de una vez en Barcelona . Colando hasta la bola del queo la aristocracia fingida. Su sangre no será azul. Pero es la mar de apañada para lo que el blasón de su carácter le pide, esa intensidad sin freno capaz de hacer volar de nuevo a Santorini.

Dicen que se fue a Canadá para mejorar su inglés. Pero con tan mala puntería que recaló en Montreal , donde el francés es la lengua dominante. Dicen que acompañando a Belén Ordóñez a París, accedió a una pase de modelos del diseñador Jean Paul Gaultier gracias a un abrigo de lince ibérico que llevaba la amiga.

Cuentan que ha puesto copas en Marbella y Chipiona . Y que alguna vez le dio por vender chimeneas. Hablan de que le mandó al vestuario un ramo de flores a Javi Navarro , el futbolista del Sevilla, por considerarlo el canon de la belleza masculina.

«Al jugador sevillista Javi Navarro le envió un ramo de flores al vestuario. Lo consideraba el canon perfecto de la belleza masculina»

Pero sobre todo nadie puede contar lo que su hoja de servicios habla de él mismo y su nivel de relaciones. Ha trabajado para Bulgari , Vitorio y Lucchino , Purificación García , la Duquesa de Alba , las pasarelas Cibeles y Gaudí , la Expo de Sevilla , para el Pabellón de España en Shanghái y para los comienzos de Isla Mágica . Ha sido el novio fiel que coronaba las mejores tartas que se ofertaban en su mercado.

Y tuvo fácil acceso por su amistad y su idiosincrasia a personajes como Lola Flores, Sara Montiel, el Conde de Godó, la Duquesa de Alba, Rocío Jurado ... ¿Seguimos? La lista es fatigosa y tan larga como, a veces, tiene la lengua. Sobre todo, en algunas tertulias radiofónicas donde vio tarjeta amarilla por no ponerle filtro a su intensidad y engloriar el pellejo y los huesos.

Pese a su desbordante relato les puedo asegurar que jamás utilizó la máquina de picar carne para vivir de las asaduras de los famosos. En ese mundo se movió siempre como un gurmé y no como un carnicero.

De China se trajo una experiencia vital y un rollito primavera. Y montó una tienda de antojos exquisitos que frecuentaba mucho la Duquesa de Alba para echar las tardes escuchando sus más de cincuenta y cinco días en Pekín. Telmo tiene un libro. Donde no cabría tanto como ha vivido. Empezó a trabajárselo la compañera Mamen Gil. Pero se interpuso Shanghái y el pabellón de España. Y ese libro se quedó non nato.

Hoy se nos ha hecho youtubero , pasea siempre grabando lo que ve, pero hasta el momento, no ha captado una situación tan inverosímil como la que vivió en su primer Rocío . Recaló en una casa de tronío: Lola Flores, Los del Río, María Jiménez y Rocío Jurado . La de Chipiona regaló aquella noche el néctar de la mistela de su voz y dejó tan embriagado a los allí presentes que, Ana Castor , se desprendió de un camafeo de corales, brillantes y pendientes a juego. Y se los entregó a la Jurado como solo se entregan las coronas a las reinas. Eso no lo grabó Telmo. Pero fiel a su estrella y a su ángel, si estuvo allí para vivirlo intensamente como es marca de la casa…

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