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MEDIO AMBIENTE

La caza genera en Sevilla más de mil millones y 12.000 empleos al año

El sector cinegético reivindica su peso en la actividad económica y que se acaben «los ataques e insultos» a los cazadores

Un cazador camina por una finca con dos liebres en la mano Valerio Merino

Eduardo Barba

La caza se ha colocado en primer plano de la actualidad en los últimos días por motivos muy dispares. De un lado, el pasado fin de semana moría en una finca de Guillena un niño en una montería alcanzado por un disparo, un caso que se sigue investigando y por el que prestó declaración el autor del tiro mortal, que ha quedado en libertad con cargos. Por otro lado, por el acuerdo firmado por el nuevo Gobierno regional que viene a respaldar esta actividad. La importancia de la misma en toda Andalucía en general y en Sevilla en particular se sostiene no sólo en la gran tradición de esta práctica sino en las cifras de seguimiento e impacto económico que presenta. Ambas cuestiones han vuelto a la primera plana a raíz del cambio de gobierno en la comunidad autónoma y la inclusión en el pacto firmado por el PP y Vox, que se han comprometido a un «reconocimiento» de esta actividad después de que el sector haya promovido desde hace meses una campaña (#lacazatambiénvota) que ha resultado tremendamente exitosa a la vista de los resultados tanto de los comicios regionales como de la inclusión de sus demandas en el guión del nuevo ejecutivo que releva al socialista. La medida, que cita textualmente «reconocer la importancia de la actividad cinegética para el mantenimiento de nuestro medio rural y la conservación de la fauna y los espacios naturales», responde a uno de los principales compromisos adquiridos con la Federación Andaluza de Caza (FAC) al adherirse al documento «Una apuesta por la caza», hoja de ruta elaborada por el propio organismo federado andaluz para obtener un apoyo expreso y real de los grupos políticos para garantizar el futuro de la actividad cinegética en la región.

«Tanto PP andaluz como Vox se adhirieron a nuestra hoja de ruta y han cumplido su compromiso, algo que agradecemos y valoramos muy positivamente», señala José María Mancheño , presidente de la FAC, quien explica que «los cazadores andaluces deben estar contentos y poner en valor el hecho de que, por primera vez, un pacto de investidura de un presidente de la Junta de Andalucía recoja expresamente en uno de sus puntos el reconocimiento a la caza como factor de conservación y desarrollo rural, algo que se consigue como resultado del trabajo de la Federación». El propio presidente de la Real Federación Española de Caza, Ángel López , destaca que «el trabajo de las Federaciones de Caza sigue haciendo historia. En Andalucía se ha demostrado que la caza social puede y debe estar presente en la agenda política de todos los partidos y gobiernos y desde la Federación se va a seguir trabajando para que así suceda en el resto de comunidades autónomas y, por supuesto, a nivel nacional».

Este sector, desde luego, genera un importante movimiento económico especialmente en el ámbito rural, donde provoca riqueza y ayuda a fijar una parte de la población que encuentra en las cacerías y monterías un medio útil de subsistencia. Los datos de impacto de la actividad cinegética son verdaderamente reveladores. Según el primer informe «Impacto Económico y Social de la Caza en España» , elaborado por Deloitte para la Fundación Artemisan y presentado el pasado abril, el gasto traccionado (efecto económico directo, indirecto e inducido) en España es de más 6.475 millones de euros al año y crea 187.000 puestos de trabajo. Asimismo, el gasto directo de la actividad cinegética supera los 5.470 millones de euros, de tal forma que la actividad representa el 0,3% del PIB. Esta cifra equivale al 13% del sector agrícola, ganadero y pesquero, al 4% del sector de la construcción o al 9% del sector financiero. En cuanto a la contribución a las arcas públicas, el informe descubre que la caza aporta 614 millones de euros, de los cuales el 33% son aportados directamente en concepto de tasas e impuestos para cazadores. El informe destaca que los cazadores invierten en torno a 300 millones de euros en actuaciones de conservación de la naturaleza, de los cuales más de 230 millones son destinados a repoblaciones y otras inversiones de conservación medioambiental, y 54 millones al mantenimiento de accesos, pantanos, podas, mejoras del monte y cortafuegos, entre otros.

En Andalucía, según los últimos datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente , el terreno cinegético alcanza algo más de 7 millones de hectáreas, el 81% de la superficie de la comunidad . La Junta estima que la caza en la región genera unos recursos económicos anuales que superan los 3.000 millones de euros y unos 45.000 empleos; y, según la última publicación del estudio «Valoración Económica Integral de los Sistemas Forestales de Andalucía», la caza era el segundo recurso natural en los ecosistemas andaluces por debajo mínimamente de la industria del corcho. En Andalucía se expidieron en el último año más de 220.000 licencias de caza y existen 7.500 cotos de caza y 575 cotos deportivos gestionados por las sociedades de aficionados.

El referente andaluz

La envergadura de las cifras tiene una extrapolación de similar impacto en la provincia sevillana , que es la que más peso tiene de toda Andalucía en cuanto a actividad cinegética por su propia orografía, su extensión y la enorme tradición en todas sus comarcas, especialmente en la Sierra Norte y en todo el ámbito de Osuna y la Sierra Sur. Sevilla cuenta actualmente nada menos que con 1.250 cotos entre privados (que deben tener un mínimo de 250 hectáreas) y cotos sociales (que han de gozar de una extensión mínima de 500 hectáreas). Los datos de 2018 indican que en la provincia, verdadero referente del sector en la región a tenor de sus registros, hay casi 31.000 licencias de caza, una cifra que oscila en un millar arriba o abajo en función de cada año. En la propia delegación provincial de la FAC se tienen inscritos a 10.500 cazadores federados y se gestionan directamente algo más de 250 cotos; aunque es una quinta parte del total, en cuestión de terreno la Federación tiene a su cargo la mayoría, pues se trata de fincas de mucha más extensión que las que no están bajo su cobertura.

Tal y como detalla para este periódico el delegado en Sevilla de la FAC, Manuel Luna , la provincia está «un 30% por encima de cualquier otra de Andalucía en números, incluidos los de generación de empleo». En este sentido, detalla a este periódico que un tercio de todo el dinero que genera la caza en la región lo hace en Sevilla, esto es, algo más de mil millones de euros al año, mientras que supone también una «importante dinamización laboral» al crear unos 12.000 empleos . «Están los guardas de los cotos, los postores, la restauración de cada montería, la hostelería de cada municipio, incluso los hoteles cuando se viaja a pasar el fin de semana desde otra provincia, como hacen mucho los cazadores que vienen desde Málaga... Hay mucha gente viviendo de esto. Por no hablar de las armerías, las tiendas de ropa de caza, las guarnicionerías... El impacto económico es enorme y creo que las administraciones nunca han sabido verlo del todo. Y en Sevilla se trata de una actividad con un gran potencial y una enorme capacidad de generar riqueza . Es la principal provincia andaluza en este ámbito por delante de Córdoba, y tenemos sociedades de cazadores como la de Osuna con más de seiscientos miembros».

Para Luna, la cinegética es una actividad «sobre la que existe mucho desconocimiento por parte de la población es general, por eso ha sido más fácil que desde algunos grupos muy radicales se haya cargado tanto contra el sector con muchas mentiras y manipulaciones, pero en realidad hay bastantes puntos en común y el cazador es el primero en acabar con prácticas irregulares, maltrato, furtivismo y demás. La caza soporta demasiados sambetinos y es de esperar que con el reconocimiento por parte de la Junta alguna cosa cambie». En este apartado, el responsable de la FAC en Sevilla recalca que la relación con el Gobierno andaluz «ha sido hasta ahora correcta en lo institucional, pero han sido constantes y frecuentes las trabas en la vertiente más administrativa , con una lentitud en la tramitación de expedientes que no puede justificarse y que en algunos casos ha superado los dos años. En esa faceta, el trato ha sido siempre malo».

La relación con la Junta

Con todo, a pesar de las trabas burocráticas, desde la presidencia regional ha habido cierta receptividad y se ha se intentado tender puentes en los últimos años. La hasta ahora presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz , dio su respaldo el año pasado a las manifestaciones de los cazadores, que pidieron «respeto» y que parasen «las agresiones, ataques e insultos» al colectivo. La entonces presidenta expuso que se trataba de reivindicaciones «totalmente justas» y recalcó que su ejecutivo había elaborado un nuevo reglamento que mejoraba las condiciones de este sector.

Este pasado jueves, ya sólo como máxima representante de los socialistas andaluces, Díaz trasladó a la FA en una reunión que seguirán «contando con el apoyo» de su partido «en la apuesta por una caza social, de todos y para todos», además de «sostenible». «Sería injusto no reconocer el trabajo de Susana Díaz y PSOE de Andalucía en favor de la caza. Hubo errores y aciertos , momentos de tensión y de encuentro, pero agradecemos la apuesta por la caza social y esperamos seguir contando con ese apoyo», recalcaron desde la Federación. A la vista de los resultados, los gestos desde el Ejecutivo autonómico no fueron los suficientes con este sector.

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