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MI OTRA VIDA

Charo Barrios: «La cocina es algo muy serio y todos deberíamos saber cocinar lo imprescindible»

Tras trabajar durante más de cuarenta años en una entidad financiera, esta gaditana de nacimiento y sevillana de adopción se ha transformado en activista gastronómica

Charo Barrios ABC

PEDRO YBARRA

Tras más de 40 años como editora de Comunicación en una entidad financiera, ésta gaditana de nacimiento y sevillana de adopción se ha transformado en activista gastronómica y ha publicado ya tres libros de cocina. Defensora de la creación de hábitos, piensa que para comer bien «No deberíamos hacer la pregunta ¿Qué comemos hoy?, sino ¿Qué comeremos mañana y pasado? Dejemos de improvisar por costumbre«, dice. Su lema: «más mercado y menos supermercado».

¿Qué significa ser activista gastronómica?

Para mí supone la elección de una postura crítica ante los derroteros negativos que está tomando la alimentación en general, y el compromiso de difundir aquellos hábitos que considero más saludables. Para ello sigo y aprendo de los expertos más autorizados, que son los que tienen la palabra.

¿Qué objetivos te propusiste con tus libros?

En 2013 se publicó «Los lunes, lentejas». Lo editó la Fundación Cajasol, dentro de un proyecto de voluntariado de cocina desarrollado por Crowfunding. Se trata de un recetario básico para los alumnos de nuestros talleres de cocina. En 2016 salió el segundo, «Los martes, pescao». Ahora acaba de llegar a las librerías «Los miércoles, legumbres», (ambos de edición propia), cuyos derechos van a parar a nuestra «Asociación Comeencasa». Los tres libros buscan planificar las tareas de cocina para comer bien, con medio centenar de recetas fáciles en cada uno de ellos y propuestas de menús saludables.

Charo Barrios ABC

Tras más de cuarenta años en un banco...

Primero pasé durante 10 años por tres empresas privadas, hasta que en 1980 oposité a la caja de ahorros El Monte, donde trabajé 31 años. Fui secretaria de dirección, cajera en oficinas, gestora en el departamento de Inmuebles y editora en el departamento de Comunicación Interna. Hice un poco de todo y disfruté mucho trabajando. Eran otros tiempos...

Y un premio en un concurso de recetas cambió tu vida en 2007...

Conseguí un segundo premio de entre más de 500 recetas de arroz, que no está mal. Eso me dio ánimos para meterme en la comunicación culinaria con un blog (Comeencasa), porque en mi trabajo tenía seguidores de mis recetas. La comunicación me apasiona, aunque no soy periodista. Me hice bloguera y activista, porque me encanta contar cosas que pueden servirnos a todos. Y ya llevo 10 años escribiendo.

¿Cuál sería tu receta favorita?

Siempre un potaje, un plato de cuchareo, una receta compleja, básica pero que puede llegar a ser gourmet. Eso es lo que pretendo demostrar en mi libro de recetas de los miércoles. Adoro los garbanzos. Los de Escacena (Huelva), por ejemplo, tienen Indicación Geográfica Protegida. Y defiendo la comida hecha el día antes. No me gusta improvisar, no sirvo.

¿Qué ingrediente no falta nunca en tus platos?

El aceite de oliva virgen extra y, por supuesto, las verduras. En casa consumimos verduras en el almuerzo y la cena, alternando crudas y cocinadas. Es una exigencia. Y tengo siempre tomate para gazpacho o para aliño, es mi verdura de guardia. Y en el congelador mi propio tomate frito en pequeñas porciones.

«Sufrir durante años el comer en la calle por motivos laborales me llevó a valorar los alimentos, los reales, no los productos»

Toda una vida en la cocina...

No creas, soy cocinera de vocación tardía. Sufrir durante años el comer en la calle por motivos laborales me llevó a valorar los alimentos, los reales, no los productos. Y está claro que hay que cocinar para comer bien en casa. Alguien tiene que asumir ese compromiso en el hogar. La cocina es algo muy serio y todos deberíamos saber cocinar lo imprescindible.

Y siempre alimentación familiar sana...

Por supuesto. Empezando por comprar alimentos frescos, de temporada, de cercanía. Y conocer y apreciar lo que estamos comprando, su procedencia, su valor, su calidad. Son cosas que se nos están olvidando y que nos conecta con la tierra… y los proveedores deberían ser transmisores de conocimientos, además de honestos con el cliente.

¿Cuáles son las amenazas para mantener una alimentación equilibrada hoy?

Bueno, lo de la falta de tiempo para cocinar no me lo creo del todo. Es cuestión de organizarse. Yo lo hice mientras trabajaba y no soy ninguna chef. Por otro lado, hoy el consumidor está indefenso ante la influencia de la gran industria alimentaria. Tenemos de todo pero sabemos muy poco de lo que comemos. Vamos a por la satisfacción rápida, instantánea, como nos ocurre con las nuevas tecnologías. Y la cocina necesita su tiempo: aunque tenemos excelentes aliados (nevera, congelador, robot, conservación al vacío, etc.).

¿Sabe la gente comer en casa?

No tengo autoridad ni conocimiento para opinar, pero sí creo por lo que observo que se cocina menos de lo que sería deseable, y se claudica ante los platos y salsas preparadas, porque nos conquistan por el sabor. De las recetas estrella en casa los fines de semana no pasamos. Hay niños que no conocen las lentejas… pero sí hay quien se toma la cocina en serio, porque tiene claro que de comer bien depende su salud. Como verás, mis opiniones son de puro sentido común. Mi madre y mi abuela dirían lo mismo.

«Lo de la falta de tiempo para cocinar no me lo creo del todo. Es cuestión de organizarse. Yo lo hice mientras trabajaba y no soy ninguna chef»

¿Cuál es el origen del blog «Comeencasa»?

Pues precisamente nace del descubrimiento del valor de la comunicación gastronómica y cultural, del afán por difundir lo que considero bueno. El día 8 de enero «Comeencasa» ha cumplido sus primeros diez años de vida, con casi 3.000 entradas publicadas, que no es poco, teniendo en cuenta que no tiene publicidad ni patrocinio alguno. Es por amor al arte de contar y de compartir. Soy una prejubilada activa. Pertenezco a la Asociación Slow Food Sevilla y también soy miembro de la Academia del Gazpacho Andaluz, entidad nacida para defender esta sopa fría tan nuestra.

Y en abril de 2016 llegó una asociación, ¿con qué objetivo?

La Asociación Comeencasa continúa con la enseñanza de cocina española y sana a jóvenes inmigrantes que buscan trabajar en el servicio doméstico cuando llegan aquí procedentes de diferentes países. Ellos cocinarán para niños y personas mayores y necesitan estas habilidades. La mayoría está en riesgo de exclusión social y han tenido que dejar hijos y familia en sus lugares de origen.

Nuestra Asociación les enseña a manejarse en la cocina doméstica, sana y de productos frescos y de temporada. Y así completamos su formación para facilitarles encontrar trabajo como empleados de hogar, incluso como pinches de cocina, mediante la formación homologada para el carnet de manipulador de alimentos. Tenemos una pequeña ayuda de La Caixa y con ella adquirimos los ingredientes para cocinar; y un equipo de cuatro voluntarias. Hemos impartido talleres a unas 250 personas en estos seis años.

También les enseñamos nociones de gastronomía (cómo diferenciar el aceite de oliva virgen extra del que no lo es, las variedades de legumbres, el buen pescado, etc.), y sobre todo a hacer menús saludables.

Charo Barrios ABC

¿Cómo es posible concienciar sobre las buenas prácticas de nutrición?

Visto lo visto, hay que dejarse aconsejar por los profesionales, que son indudablemente los dietistas-nutricionistas. Ellos son los expertos en alimentación: propiedades, combinación y calidad de los alimentos como factores nutricionales. En España tenemos expertos nutricionistas. Hay que recordar que la nutrición es una ciencia muy joven y está en constante evolución, gracias a los estudios que se están llevando a cabo.

¿Cómo se puede colaborar en la difusión de la gastronomía como cultura y patrimonio?

Se trata de concienciar de que la gastronomía es la expresión de la cultura de un pueblo, sujeta también a evolución e influencias, pero sin perder identidad, como ocurre con las recetas antiguas. Los alimentos son riqueza, tradición, trabajo, disciplina, respeto hacia la humanidad y el medio ambiente, y su referencia es la cocina. Aquí hay valores culturales, herencia, historia y amor por la tierra y su futuro. Es necesario armonizar tradición, modernidad y salud, que no es poco, junto al necesario placer de comer.

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