Hazte premium Hazte premium

Coronavirus

Diario de Covid-19 / día 23: «Todo son palmas»

Hoy es Domingo de Ramos en Sevilla y eso son palabras mayores. Tampoco viene mal que nos olvidemos por un día de la pandemia y sus desgracias

El encierro en casa no es obstáculo para engalanar la ciudad Juan Flores

Javier Rubio

El presidente Sánchez se parece a esos dependientes antiguos de ultramarinos con babi marrón que todo lo pesaban «bien despachado» y así le daban salida al género por el procedimiento de aumentar el volumen de ventas con la aquiescencia entusiasta del comprador. Nos ha puesto un confinamiento «bien despachado» , porque si cuarentena viene de cuarenta, las seis semanas que vamos a estar encerrados -por lo menos- supera ese número bíblico ligado a la purificación y la expiación. Solo que Sánchez cada día se parece más a esos tenderos plastas que daban conversación insustancial por el simple hecho de que el cliente no tenía dónde escabullirse y no le quedaba más remedio que aguantar la perorata. La cita del poeta persa entrará en los anales del discurso político. Pero por petardo.

En fin, que vamos por la mitad del enclaustramiento, como poco , y empiezo a detectar alrededor una cierta propensión al disparate como válvula de escape: unos se disfrazan , como Cristina con sus amigas por mero entretenimiento, y otros graban vídeos caseros cada vez más alocados . Y lo peor es que los ponen en circulación. La proximidad de la Semana Santa tampoco ayuda. Porque si hay una fiesta que se viva en la calle es esa . Que es justo lo que tenemos vedado.

Antonia y María han puesto cada una su colgadura en el balcón , con crespones de luto y todo. Bosco y Kevin han colocado sus palmas y hasta Rogelio se ha encargado de repartir ramos de olivo de su campo para que el Arenal se asemeje un poco a Jerusalén el día de la sagrada entrada. Hay en toda esa colección de gestos para la galería un poso de rebeldía, un grito de que la pandemia nos doblegará, pero no podrá con nosotros. Muy probablemente, la ciudad amanezca este Domingo de Ramos con todo dispuesto para los desfiles procesionales. Todo, claro está, menos los cortejos.

En el periódico también lo hemos dispuesto todo, con una portada de época que se va a llevar todas las palmas. Porque es Domingo de Ramos en Sevilla. Y eso son palabras mayores . Si no fuera por ausencias tan dolorosas como las que tenemos que afrontar, el plantel de firmas agavilladas por ABC para contar lo que no va a suceder es sencillamente inmejorable . Menudo ramillete de escritores y cronistas -me salen cinco ex pregoneros , así como quien no quiere la cosa- han reunido los compañeros para hacer algo tan genuino como recrear la realidad.

Nunca se me olvidará la mejor entrevista que he leído nunca. Fue una genialidad de Paquiño en aquel disparatado Diario16 Andalucía en el que coincidimos. Lo enviaron a Cádiz para entrevistar a Anthony Quinn , que debía estar rodando una película. Pero el intérprete inolvidable de Zorba el griego no quería que nadie lo entrevistara . Así que mi compañero se apostó en la puerta de la caravana a donde iba y venía cada vez que se hacía una pausa en el rodaje para plantearle la posibilidad de la charla.

Jamás se la dio, pero aquel intercambio de respuestas cada vez más desconsideradas a preguntas delirantes debería figurar en la antología del periodismo patrio. Tengo que preguntarle a María José -su María José, no la mía- si conservan ese recorte . Para desternillarme con la no entrevista y descubrirme ante la capacidad de hacer periodismo con lo que escupe el mar en la playa. Qué mérito.

Portada del 5 de abril de 2020 ABC

Lo de ahora es diferente. Nunca mejor dicho, vamos a escribir todos de memoria . Empezando por esa portada espléndida rescatando del glorioso archivo de ABC un dibujo de Grosso que ya ocupó la primera plana en 1956 . Ole. Si me permiten el consejo, lo mejor es que bajen al quiosco y se hagan con un ejemplar que me da que tiene todas las trazas de convertirse en histórico.

Tampoco viene mal que nos olvidemos por un día de la pandemia y sus desgracias. Las cifras empiezan a bajar tímidamente y los nuevos casos a remitir, pero todavía queda mucho. Qué curioso. El martes 10 de marzo, al término de una charla en la hermandad de La Paz, supimos de la noticia de que Valencia suspendía las Fallas pero el Domingo de Ramos se veía lejanísimo en el tiempo como para apostar que nos quedaríamos sin cofradías.

Aquí estamos. A 5 de abril, pórtico de la Semana Santa, todos en casa llorando por las esquinas a base de montajes audiovisuales que explotan la vena de los sentimientos, retransmisiones rescatadas del archivo, vídeos de otros años, pamplinas con botellines y recuerdos de todas las edades. Qué gran negocio es la nostalgia. Por el grupo de la familia pasaron fotos de los chicos -diez bisnietos de la matriarca- vestidos de monaguillos o de nazarenitos , según tocara. Será orgullo de padre, pero la que Cristina plasmó de María de monaguillo de la mano de Marta de nazareno se lleva la palma.

En fin, que todo nos conduce inexorablemente al Domingo de Ramos, el día en que Sevilla se transfigura y nos enseña lo que es vivir en la gloria . Que ustedes, mis queridos lectores, aprovechen bien la Semana Santa aunque no haya procesiones en la calle. Al menos, nos vamos a ahorrar el dolor de pies, que ya no estamos para muchos trotes. Si quieren meterse en profundidades, busquen en internet las predicaciones del quinario al Señor de la Sentencia de la Macarena a cargo del jesuita Olaizola y escúchenlas sin interrupciones.

Confieso que en algún momento de esta semana que ahora acaba pensé en darle descanso a este diario de Covid-19 en vista del doblete al que me obligaría para escribir de lo que no va a suceder como la entrevista de mi amigo Correal a Anthony Quinn, pero en vista de las palmas que cosecha, aquí seguiremos. Antonio me tiene dicho que esto es una misión y Rafael me jalea la ayuda que le suponen estos renglones de madrugada para levantarle el ánimo. Gracias a todos pero el que de verdad me empuja es el mensaje de vuelta de José Manuel, toda una declaración de intenciones: «¡Buenos días con alegría, fe y esperanza! Un abrazo, Javier».

Pues no se hable más. Aquí seguiremos. Hasta que Pedro Sánchez nos levante el castigo . Mientras tanto, ya saben: « Tengan cuidado ahí fuera ».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación