Coronavirus en Sevilla
Los aforamientos, la prueba piloto de la que ya hay experiencia en Semana Santa
El diseño de una hipotética Feria con restricciones de acceso no es extrapolable a las procesiones y en el Ayuntamiento estudiarán cómo ordenar el flujo de personas en los barrios

El boceto de Feria de Abril de Sevilla con restricciones que se ha puesto sobre la mesa como primer planteamiento en los despachos municipales no es extrapolable a la Semana Santa . Para esta celebración surgen más dudas respecto al control de los flujos ... de personas aunque se tiene la certeza de la prueba piloto que se lleva practicando desde hace más de una década: los aforamientos en las calles. El Consistorio tiene claro que cualquier modificación que se haga de la Semana Santa debe ir de la mano del Consejo de Cofradías , con quien espera reunirse antes de final de mes para sentar las bases a nivel de seguridad y organización. El impacto de la información publicada ayer por ABC de Sevilla respecto a la idea que se ha empezado a perfilar en el Ayuntamiento y la Policía Local de convertir la Feria en un recinto cerrado desactiva cualquier tipo de sucedáneo que se pueda plantear para las procesiones. En cualquier caso, en Fiestas Mayores tienen claro que habría que reforzar las medidas de seguridad que se han venido aplicando en los últimos años como son el control de paso en las calles, las vallas, las cámaras o la iluminación.
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La preocupación que existe en Gobernación es cómo llevar a cabo estos aforamientos más allá del Centro o Triana, como es el caso de los barrios , donde también se congregan multitudes en días como el Viernes de Dolores, el Sábado de Pasión o con las salidas de las cofradías del extrarradio a partir del Domingo de Ramos. Ese es el punto de partida que va a empezar a poner sobre la mesa la delegación que dirige Juan Carlos Cabrera ante el escenario de una posible Semana Santa normal aunque con ciertas restricciones derivadas de la situación sanitaria.
La recuperación del culto externo
Antes de que llegue la Semana Santa, el debate se centra en el regreso del culto público, que está suspendido por parte de la Archidiócesis mediante un decreto desde hace meses. Mientras que en otras provincias andaluzas se ha ido levantando el pie permitiendo los eventos religiosos en las calles con ciertas restricciones -imágenes en andas y sin música-, en Sevilla se espera que la relajación de las medidas por parte de la Junta de Andalucía pueda permitir su derogación. El Arzobispado no tiene fijada una fecha concreta para abrir la veda y las palabras del consejero de Salud, Jesús Aguirre, apelando a la prudencia de las hermandades refuerzan la postura conservadora que el Palacio Arzobispal viene aplicando para los actos de culto externos: «Tenemos muchas ganas pero hay que ser responsables», decía el arzobispo hace unas semanas.
La inquietud que existe actualmente se centra en el primer hito del calendario: el traslado del Gran Poder a Tres Barrios a mediados de octubre. En la hermandad tienen ya preparada la organización e incluso perfilados con el Ayuntamiento los horarios y recorridos. Sin embargo, el decreto del Arzobispado a día de hoy impide su celebración y la corporación fija la decisión definitivamente a mediados de este mes de septiembre. La intención del Gran Poder es celebrar este acontecimiento tal y como está previsto este mismo año aunque tienen claro que, si continúan los aforos tal y como están actualmente, no tendría sentido y se pospondría de nuevo a 2022.
Mientras tanto, el alcalde, Juan Espadas , fue preguntado ayer sobre el regreso de las procesiones y echó balones fuera: «Aún no hay nada encima de la mesa», aunque se analizarían desde el punto de vista de la situación pandémica cuando se produzcan las peticiones. «Quien tiene la palabra es la autoridad eclesiástica» , agregó.
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