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Coronavirus

La situación en las cárceles de Sevilla: sin vis a vis y menos drogas

Aún no se han detectado positivos en la población reclusa ni en los trabajadores de los centros penitenciarios en la provincia, pero presos aislados

Instalaciones del centro penitenciario Sevilla II en Morón de la Frontera Raúl Doblado

Jesús Díaz

Nadie en este país es ajeno a las consecuencias de la pandemia del coronavirus , sobre todo, a la declaración el pasado sábado por el Gobierno del estado de alarma , con suponía la restricción de la libertad de movimiento y el confinamiento de los españoles en sus casas. Estas medidas tienen sus efectos en los centros penitenciarios. El viernes pasado, desde Instituciones Penitenciarias se ordenó suspender los vis a vis . El domingo, tras el estado de alarma, las comunicaciones a través de la mampara porque suponía el desplazamiento de la familia a la cárcel, cuando ya estaba prohibido salir a la calle. Otro de los efectos, en este caso positivo: la entrada de droga en las cárceles de Sevilla se ha visto reducida.

Hasta en un 80 por ciento apuntan fuentes penitenciarias a este periódico. Los encuentros vis a vis suponen la principal vía de acceso de las sustancias estupefacientes en las cárceles. Esta circunstancia conlleva que se registren menos casos de intoxicación y sobredosis por drogas entre la población reclusa y menos alteraciones del orden entre los presos por el tráfico que se genera en la compra y venta de estas sustancias. Hay menos peleas o abusos entre ellos.

El director del centro penitenciario Sevilla I , José Luis Castejón, ha explicado a ABC de Sevilla que el día a día en la cárcel se ha visto transformado como el día a día fuera de ella. El coronavirus ha cambiado los hábitos diarios, pero poco a poco se van a adaptando a la situación actual. «Los acontecimientos se van precipitando y el desarrollo de la pandemia va modificando las medidas», ha subrayado.

Castejón ha querido agradecer el esfuerzo de los funcionarios de la prisión para adoptar las medidas especiales de protección para la salud de los trabajadores y de la población interna. Según el director de Sevilla I, en la provincia no existen presos infectados ni tampoco trabajadores que hayan dado positivo.

A nivel nacional, hay dos internos y diez trabajadores con coronarivus . No obstante, otras fuentes penitenciarias han indicado a ABC que en la provincia hay dos funcionarios en sus casas aislados a los que aún no le han hecho la prueba para diagnosticar si tienen el virus. Además, estas fuentes han añadido que existe un grupo de presos aislados, bastantes, en una zona de Sevilla I por si estuvieran contagiados.

Aumentan las llamadas permitidas

Frente a las medidas restrictivas en materia de comunicación adoptadas por Instituciones Penitenciarias, José Luis Castejón ha indicado que se han adoptados otras alternativas para compensar esta anormal situación en favor de la población presa. Así, se han ampliado de diez a quince las llamadas permitidas a la semana y se ha habilitado un teléfono gratuito para aquellos presos con carencias económicas. Con estas actuaciones, desde la prisión se pretende que mantengan el contacto con el exterior.

En Italia , el país europeo más azotado por la pandemia del coronavirus, se han registrado motines en distintas cárceles. Castejón, ante la posibilidad de que estas situaciones se copien en Sevilla, ha afirmado que el sistema penitenciario español es más avanzado que el italiano y hasta la fecha no existen alteraciones del orden fuera de lo habitual entre la población reclusa.

España no es Italia

A pesar de estos, otras fuentes penitenciarias han trasladado a ABC que algunos internos han intentado «soliviantar» a los compañeros de sus respectivos módulos, tanto en Sevilla I como en Sevilla II. Aunque estos situaciones no han ido a mayores y las juntas de tratamientos ya han devuelto a los presos penados al primer grado y con los preventivos también se han tomado medidas de mayor restricción.

Los trabajadores y los responsables se han dividido en turnos de mañana y tarde para estar más presente en los centros y además para evitar al máximo los contactos entre la plantilla. También s e ha prohibido la entrada a todo el que no sea profesional , ya sea de una ONG o religiosos. La asistencia jurídica se hace por teléfono.

Los presos están reaccionando bastante bien ante la suspensión de los permisos de salidas porque después tienen que estar catorce días en observación. A los presos de tercer grado se les permite que se queden en su domicilio con pulsera telemática.

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