Lo que el Covid se ha llevado en Sevilla: el coronavirus revienta la burbuja de los grandes eventos
La capital andaluza presumía de un crecimiento exponencial de actos multitudinarios que en 2020 ha saltado por los aires arruinando las previsiones
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Después de varios años en los que la celebración de los grandes eventos crecía de forma exponencial en Sevilla hasta incluso acoger uno por semana, la burbuja en la que vivía la ciudad en esa etapa dorada ha saltado por los aires. El coronavirus ha arruinado en 2020 todas las previsiones que apuntaban niveles similares a los de 2019, el año en el que se consagró esta tendencia. Estos acontecimientos que acogía Sevilla de forma constante llegaron a poner a prueba la capacidad que tenía la ciudad para absorberlos, y llegó incluso a criticarse desde algunos sectores, pese a que indudablemente la intensa agenda tenía una gran repercusión económica.
Aquella burbuja la ha reventado un virus que ha destapado las carencias de una ciudad que vivía en gran medida gracias al sector servicios, que está siendo el más perjudicado en esta crisis. De aquella abundancia que inundaba las calles de forma masiva hasta el año pasado se ha pasado a la nada más absoluta . El Covid-19 -completamente imprevisible- ha destruido el calendario de la ciudad al completo y las perspectivas para el último cuatrimestre del año no son para nada halagüeñas . El Ayuntamiento manejaba dos escenarios. El más optimista era el de un levantamiento del vuelo en otoño. El más pesimista hablaba de recuperación a pricipios de 2021. De momento, una de ellas no se ha cumplido.
La pandemia se desató tres semanas antes de la Semana Santa de la Semana Santa que, con las perspectivas del turismo al alza, se preveía masiva. Los actos de la Cuaresma fueron cayendo como un efecto dominó hasta que se declaró el estado de alarma, que fue el jaque mate para la fiesta que sentimentalmente está más arraigada en la ciudad y que probablemente sufra más en el futuro las consecuencias de la pandemia. La ciudad, confinada, la celebró a través de internet. Las hermandades se reinventaron y abrieron canales de comunicación con los hermanos.
Al día siguiente de suspenderse oficialmente la Semana Santa, el Ayuntamiento hizo lo propio con la Feria de Abril . En un fin de semana, las dos grandes fiestas mayores de Sevilla quedaban arrancadas del calendario y, con ellas, unas pérdidas económicas sin precedentes. La Feria supone para Sevilla un 3% del PIB, y el Ayuntamiento cifra su impacto en 900 millones de euros . Entonces, el gobierno municipal anunció un aplazamiento hasta septiembre, coincidiendo con San Miguel , para la reactivación de la economía local. Se desechó la posibilidad ya que un informe de Fiestas Mayores hacía inviable el montaje de dos ferias en el mismo ejercicio presupuestario. No obstante, los brotes del Covid-19 en este verano hubieran dado al traste con ese híbrido planteado por el alcalde.
Los toros y el fútbol
La suspensión de la Feria dejaba en el aire la temporada taurina . La empresa Pagés planteó que una parte del ciclo se celebrase en septiembre con San Miguel. Y así se determinó hasta que la reciente normativa implantada por la Junta de Andalucía para los espectáculos taurinos ha dado al traste con cualquier posibilidad de celebrar los espectáculos taurinos en la Maestranza. Los festejos se han suspendido oficialmente y el impacto económico que hubiera dejado se cifra en en 12 millones de euros.
Otro espectáculo similar al de los toros aunque mucho más multitudinario es el fútbol. Los partidos del Real Betis y el Sevilla FC como local son macroeventos semanales que atraen no sólo al público local sino visitantes. El paréntesis y, desde junio, la reanudación de la competición con partidos a puerta vacía, han sido un varapalo severo.
Por otro lado, tras la Feria se debería haber celebrado en Sevilla la final de la Copa del Rey entre el Athletic Club y la Real Sociedad en La Cartuja . Ambos clubes prefirieron aplazar el partido hasta poder celebrarlo con público, algo que está en el aire todavía.
Eventos culturales
En mayo , la desescalada no trajo consigo ninguna puerta abierta a eventos públicos . Como un castillo de naipes, fueron cayendo los conciertos, procesiones de gloria, las cruces de mayo y congresos. Sobre este último, en un año que apuntaba a récord, la mayoría se ha dejado para 2021, como ocurre con la Cumbre del Turismo Asiático.
Los eventos musicales de primer orden han caído todos: Guns &Roses, Manuel Carrasco, Marc Anthony, Extremoduro, Chayanne o Vanessa Martín. Algunos de ellos se han pospuesto al año 2021, pero otros se han cancelado de forma definitiva. También se han aplazado festivales como el de Música Antigua (FeMÀS) y el Interestellar. Ambos se dejaron para el otoño pero han tenido que volver a prorrogarse a 2021.
Para este 2020 está programada la Bienal de Flamenco , cuyo preludio ya se está celebrando en el monasterio de San Jerónimo. Con gran parte del papel vendido, este evento que cada año atrae público foráneo tendrá un aforo mucho más limitado, aunque sí será probablemente el acontecimiento más importante que se mantenga en el calendario en este año, si los brotes no lo impiden.
Otros eventos culturales como la programación del teatro de la Maestranza se han suspendido o aplazado, como es el caso de la exposición de Carmen Laffón o la gran muestra de arte sacro que la Archidiócesis iba a organizar en otoño la Catedral .
A nivel deportivo, también se ha suspendido la Carrera Nocturna , que es una cita masiva e ineludible de finales de septiembre.
Un verano en blanco
Más alla de las Noches en el Alcázar o ls eventos culturales reducidos de aforo, el verano en Sevilla ha quedado en blanco de eventos masivos. La llegada de la «nueva normalidad» desde el levantamiento del estado de alarma no trajo consigo ninguna vía posible a la esperanza. Así, fueron arrancándose páginas del almanaque tradicional de Sevilla la salida de las carretas del Rocío, el Corpus, la Velá de Santa Ana, la procesión de la Virgen de los Reyes y hasta la cabalgata del Orgullo Gay.
En el caso del Corpus , sus vísperas y del día de la Virgen el 15 de agosto , los actos se quedaron en cultos internos con limitaciones de aforo sin ningún tipo de repercusión en la vía pública.
Las previsiones para el otoño son bastante oscuras. La ciudad tiene previsto salidas extraordinarias como las del Cerro, la Lanzada, el Carmen y, sobre todo, el Gran Poder . Ninguna se ha caído de momento del cartel de forma oficial, pero con casi total seguridad se suspenderán o aplazarán, como será el caso de esta última. El Señor no irá de misión a los barrios en octubre por su cuarto centenario, pero sí lo hará en años venideros ya que este traslado se ha desligado de la efeméride.
Con un escenario ya practicamente vacío de grandes eventos en este año y con la incertidumbre de 2021 , desde todos los sectores de plantea la necesidad de un cambio progresivo en e l modelo productivo , como ha reconocido el propio alcalde, para ir más allá de los servicios y el turismo y abrir camino al I+D+i para la supervivencia económica.
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