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Cuatro detenidos en una operación contra la prostitución en Sevilla

Una de las tres mujeres liberadas se encontraba encerrada en una habitación

Una de las habitaciones del piso ABC

ABC

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal formado por cuatro personas que obligaban a mujeres a ejercer la prostitución en un piso de Sevilla a las que se les suministraba drogas para que pudieran trabajar más tiempo sin descanso.

Una de las tres mujeres liberadas se encontraba encerrada en una habitación , que solo podía abrir el líder de la organización y lo hacía cuando llegaba algún cliente, según ha informado la Policía en un comunicado.

La investigación comenzó en marzo cuando los agentes localizaron una vivienda ubicada en el barrio de El Porvenir donde varias mujeres estaban siendo obligadas a prostituirse.

El inmueble, que se publicitaba en varias páginas de contactos sexuales por Internet, ofrecía a sus clientes un servicio de veinticuatro horas y una amplia gama de ofertas y de mujeres.

El grupo criminal esta formado por cuatro personas -un hombre y tres mujeres- que actuaban bajo una férrea jerarquía y con división de tareas, con un cabecilla, en el segundo escalón dos controladoras y encargadas directas de la actividad de las víctimas y en el tercero una captadora y colaboradora.

Al frente de este grupo criminal había un hombre de nacionalidad española que controlaba en todo momento la actividad de la casa y trasladaba a las chicas fuera de la vivienda para que realizaran servicios sexuales si para ello eran requeridas.

Si los clientes lo solicitaban, también les llevaban drogas y esperaban a las mujeres hasta que finalizaran el servicio, normalmente en hoteles o domicilios particulares.

Un escalón por debajo se encontraban dos controladoras y encargadas directas de la actividad de las víctimas, una de ellas pareja del líder, que tenía además la función de mantenerle informado de todo lo que sucedía en la casa.

Controlaba los servicios sexuales que realizaban las mujeres y se quedaba con el 75 por ciento del dinero que ganaban.

Las chicas eran obligadas a consumir drogas para mantenerse activas físicamente y trabajar sin descanso, ya que tenían que estar disponibles para los clientes las 24 horas.

Para ello organizaban las llamadas fiestas blancas , en las que se consumía cocaína por los clientes y las mujeres.

Durante el registro de la casa, que se produjo el pasado lunes, los agentes comprobaron cómo las víctimas se encontraban en condiciones infrahumanas, durmiendo en una habitación ruinosa que se encontraba en la parte superior de la vivienda, con el techo de chapa y sin aire acondicionado.

El jefe de la organización desconectaba el cuadro eléctrico de los aires cuando salía, evitando que en su ausencia las mujeres pudieran hacer uso del mismo.

También se registró en la localidad de San Juan de Aznalfarache, donde el líder y su pareja (ambos detenidos) tenían su domicilio.

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