Cuenta atrás para la Feria de Sevilla: la estructura de la portada ya está al 75 por ciento

La estructura de la portada está muy avanzada y ya se divisa desde la mitad de la calle Asunción. La pasada semana estaba al 75 por ciento pero, al ritmo que va es probable que esta semana ese porcentaje se haya elevado aún más. «El montaje de la Feria va más rápido que en años anteriores porque se han agilizado los trámites administrativos» , dice José López, jefe de sección de Fiestas Mayores, que muestra el avance de los trabajos y que también reconoce que se ha empezado antes que en años anteriores.

De hecho, la estructura de la portada está ya al 75 por ciento de su montaje. Se han levantado 30 de los 38 metros de altura del andamiaje que comenzarán a revestirse con tableros en marzo. Una agilización de la construcción en la que también ha influido el hecho de que se vaya a reproducir la misma portada que hubo que desmontar en 2020, que representa la fachada del hotel Alfonso XIII.

También se han colocado ya los 1.000 palos blancos de la iluminación que van dentro del recinto y donde se sujetan las guirnaldas que, además este año se estrenan, ya que la empresa adjudicataria es nueva. Este año la iluminación será por primera vez toda con lámparas LED. El cien por cien del alumbrado ira con bombillas que permiten un ahorro del consumo. Se necesitan 1.750.000 kilowatios para alumbrar la feria.

En cuanto al andamiaje, está montada ya el 80 por ciento de lo que denominan «la zona noble» de las casetas, es decir los ocho metros de la parte exterior de éstas. La zona interior (que montan los adjudicatarios particulares) es la que está algo más atrasada, ya que ha empezado hace sólo unos días. Las grandes casetas empezaron hace dos semanas. Son las de los clubs o la caseta municipal, ya que es más complejo su montaje. Ya se ven algunas lonas.

La gran novedad es que para prevenir posibles contagios todas las casetas particulares tendrán ventilación natural que se consigue con una pequeña elevación de la zona de trastienda elevando la cubierta en un castillete, lo que permite que entre y salga aire . Será un respiradero como el que tenían las grandes casetas pero que a partir de ahora también tendrán las pequeñas. «Es la única forma de poner ventilación sin alterar la ornamentación», asegura el técnico. Ese respiradero repercutirá en el precio que pagarán los feriantes.

Aunque no será hasta que falte mes y medio para el inicio de las fiestas cuando se coja velocidad de crucero, ya hay entre 80 y 100 personas trabajando en la Feria. Serán 500 cuando quede menos . «La gente que pasa por delante se muestra muy ilusionada. La mayoría comenta que el traje le ha quedado chico», bromea el responsable del montaje. La cuenta atrás para la Feria 2022 ha comenzado.