El cuerpo consular de Sevilla es eminentemente honorario

La marcha del Consulado General de Francia de Sevilla el próximo mes de agosto dejará un vacío en el cuerpo diplomático de la ciudad, que cuenta con un buen número de representantes de carácter honorario, pero muy pocos que estén gestionados por funcionarios de otros países. La lista se quedará en ocho tras el verano, con lo que únicamente Bolivia, Cuba, República Dominicana, Portugal, Colombia, Marruecos, Perú y Rumanía mantendrán un trocito de patria en suelo sevillano.

Estados Unidos volvió a tener presencia en la capital andaluza hace apenas un año con la reapertura de la agencia consular. La Embajada del país norteamericano en Madrid nombró en enero de 2018 a Raynold von Samson-Himmelstjerna como agente consular, un cargo también honorario con el que puede prestar asistencia a los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba, Huelva y Jaén.

Como él, hay otros 35 cónsules honorarios en la ciudad , según el registro del Ministerio de Exteriores del Gobierno español , actualizado a 5 de febrero de 2019. Se trata de Italia, Luxemburgo, Malta, México, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Reino Unido, Rusia, Bulgaria, Chile, Chipre, Corea, Costa de Marfil, Costa Rica, Croacia, Ecuador, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Grecia, Guatemala, Irlanda, Islandia, Suecia, Austria, Belgica, Brasil, El Salvador, Filipinas, Mali, Noruega, Serbia, Uruguay y Turquía.

La diferencia entre ambos es bastante grande, pues mientras que los primeros tienen atribuidas funciones de administración, aduanas e incluso de registro notarial y político, los segundos se quedan en meros representantes institucionales , que establecen la sede consular en sus domicilios o sus despachos profesionales. Tampoco han accedido a la carrera diplomática y llegan al cargo por su profesión o su vinculación con el país al que representan. Y quizá lo más destacado, no reciben remuneración alguna por estas funciones.

Por ese motivo resulta más dolorosa la pérdida del Consulado General galo, que es uno de los más antiguos de la ciudad. En sus despachos los ciudadanos franceses que residen en Sevilla han podido sacar y renovar los pasaportes, tramitar la doble nacionalidad o encontrar asesoramiento y acompañamiento a la hora de buscar oportunidades de negocio. Ahora tendrán que desplazarse a Madrid para los asuntos que requieran de la intervención del máximo responsable, quedando, presumiblemente, en la ciudad, un consulado honorario.