Dispositivo policial para un fin de año en Sevilla sin cotillones pero con fiestas y botellón

La pandemia parece que le ha dado la estocada definitiva al clásico evento de fin de año. Si antes de la crisis sanitaria , el Ayuntamiento apenas tramitaba peticiones para celebrar cotillones en fincas, locales, cortijos y otros escenarios alquilados para la ocasión; este año que se había abierto el plazo de nuevo para solicitar una licencia ocasional, no se ha registrado ni una. Esto ha descargado a la Administración de todo el trabajo previo de control de los espacios y de cumplimientos de medidas de seguridad.

Desde el Ayuntamiento explican que el dispositivo se centrará en el control de establecimientos, las botellonas ; además de las pruebas de alcoholemia y consumo de drogas por parte de los conductores. Este tipo de dispositivos se realizan bien entrada la madrugada en vías que dan acceso a las zonas de ocio. En la pasada Nochevieja, el escenario era bien distinto porque había toque de queda y no se podía estar en la calle más allá de la una y media de la madrugada. Pero a pesar de esa limitación, la Policía Local intervino en 147 sucesos, 75 de ellos por cuestiones relacionadas con la seguridad ciudadana, ocho incendios y tres siniestros viales. Además, los agentes interpusieron 29 denuncias por molestias ocasionadas a vecinos por exceso de ruido y 13 por consumo de alcohol en la vía pública. Las fiestas en domicilios fueron el principal quebradero de cabeza de los agentes con la dificultad que conlleva perseguir infracciones cuando se cometen en el interior de domicilios.

El balance de actuaciones de hace dos años sí puede servir de referencia de la actividad que se puede registrar en la ciudad este próximo viernes. En aquella ocasión, se registraron 400 incidencias a lo largo de la tarde y noche. Se precintaron dos locales de los 33 inspeccionados y se realizaron 2 00 pruebas de alcoholemia , con sólo cuatro positivas.

Hace dos años también fue necesario cortar el acceso a la plaza Nueva y San Francisco desde la plaza de la Pescadería porque se congregaron unas 6.000 personas para despedir 2019 y dar la bienvenida a 2020. Un tipo de concentración que el Consistorio no espera que se produzca este año.

¿Cuántos agentes de la Policía Local se van a movilizar? El Ayuntamiento no da cifras concretas, sólo que estarán en servicio dos terceras partes de una plantilla que no llega a los mil agentes. Fuentes sindicales detallan que el operativo previsto es una dotación de 35 agentes que entrarán a partir de las diez y media de la noche y otros 35 que lo harán una hora después. En total coincidirán en el tramo horario más caliente 70 funcionarios policiales. Desde el Sindicato SPPME , mayoritario en el cuerpo, temen que esa cobertura sea insuficiente para una noche complicada. Se han previsto hasta cinco dispositivos específicos de antibotellón que según el sindicato no van a poder cubrir todas las zonas de la ciudad. Ésta es la queja más recurrente de los vecinos, la falta de policías en la calle y que ésta apenas es visible en los barrios periféricos de la ciudad. El dispositivo de esa noche lo completan bomberos, personal de emergencias y del Lipasam.

La principal incógnita este año es si finalmente habrá asistencia masiva a las fiestas que se han programado en bares y discotecas. Los hosteleros admiten que se están produciendo numerosas cancelaciones por el miedo a los contagios; lo que puede provocar que este fin de año sea más parecido al anterior, cuando aún estaba vigente el toque de queda. Por ese motivo, desde la Asociación de Hosteleros de Sevilla y provincia animaban ayer a la ciudadanía a «salir y celebrar los últimos días de Navidad en los establecimientos». Esa petición lanzada por el presidente de este colectivo, Antonio Luque , no es baladí porque aseguran que se han registrado cancelaciones de hasta el 90% de las reservas que tenían para las cenas y celebraciones posteriores de fin de año. «Queremos transmitir un mensaje de tranquilidad, seguridad y optimismo. Son días especiales en los que la ciudad rebosa de alegría. La felicidad que se vive en la calle se contagia a bares, restaurantes y locales de ocio. No hay mejor lugar para disfrutar de las fiestas y su buena gastronomía que en nuestros establecimientos, con la garantía de seguridad que acredita el certificado Covid».