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Sucesos

La embarazada que arrolló a una moto en Torreblanca quiso derribarla y no frenó

El accidente tuvo lugar en dicha zona y la mujer despedía un fuerte olor a alcohol cuando bajó el vehículo

El accidente tuvo lugar en un carril de incorporación a la A-92 Raúl Doblado

Jesús Díaz

El pasado domingo 20 de octubre, sobre las 19.30 horas, tuvo lugar lo que en un principio pareció ser un accidente entre un coche y una motocicleta en un carril de incorporación a la autovía A-92, a la altura de Torreblanca. Una mujer embarazada y sin carné había chocado por detrás con su vehículo contra una motocicleta, cuyo conductor resultó herido de gravedad. Sin embargo, la investigación de la Guardia Civil ha descartado que se trate de una colisión accidental y asegura que hubo intencionalidad en la maniobra de la mujer y en la calzada no había señales de frenado.

Este periódico informó el mismo día de un accidente en Torreblanca con tres heridos muy graves: el motorista, la conductora y la madre de ésta, que iba de copiloto. Todos fueron ingresados en el Virgen del Rocío . La mujer, de 23 años, estaba embarazada de 33 semanas. Tras ser sometida a una cesárea de urgencia en dicho centro hospitalario, el pequeño nació sin vida, pero los facultativos consiguieron reanimarlo. Dos días después fallecía en el hospital porque presentaba lesiones incompatibles con la vida. También en el centro se le practicó una prueba de alcoholemia el mismo día 20, porque la implicada se negó a someterse a ella en el lugar del accidente. Eso, a pesar de que los agentes del Instituto Armado que actuaron en el accidente y los testigos coincidieron en apuntar que desprendía un fuerte olor a alcohol y que bajó del coche con una copa . Estaba adormilada, apática, con la ropa sucia y era incapaz de caminar en línea recta.

Fuentes de la investigación han informado a este periódico de que el Instituto Armado ha cerrado ya el atestado sobre este siniestro vial, concluyendo que M.M.F. circulaba aquel día de forma «agresiva y brusca», con frenazos y aceleraciones, mostrando un desprecio por la integridad física de los otros usuarios de la carretera y de su madre y su padre , que viajaban con ella. Ambos desprendían fuerte hedor a alcohol.

En el mismo carril de incorporación a la A-92 desde Torreblanca adelantó a un coche modelo Ford Fiesta. Una vez superado este vehículo, embistió a la motocicleta por detrás, cuyo conductor impactó con la calzada. El coche terminó chocando con una furgoneta que iba delante de la moto. «No puede ser considerado un accidente», insisten los investigadores , sobre todo teniendo en cuenta la inspección ocular del terreno, así como las declaraciones de los conductores implicados y los testigos directos. «Existe una intencionalidad» por parte de M.M.F. de derribar a la moto.

«Hacía cosas raras»

Uno de los testigos oculares del accidente han trasladado a la Guardia Civil un relato detallado de lo que ocurrió aquel domingo lluvioso, según las fuentes consultadas. Eran las siete y media de la tarde cuando vio un Volkswagen Passat «haciendo cosas raras». Era el coche de la mujer embarazada. Conducía de forma extraña, pegando frenazos y acelerones .

Una motocicleta se incorpora a la vía de servicio desde una calle de la derecha. Entonces M.M.F. adelantó a un Ford Fiesta por la derecha, obligando a éste a pegarse al panel de sonido para evitar la colisión. El coche de la mujer se colocó detrás de la moto, aceleró a gran velocidad sobre el carril de incorporación y a la altura del centro cívico de Torreblanca, embistió al motorista. Dejó al joven en mitad de la carretera y después, el coche colisionó por detrás también con la furgoneta . De inmediato se acercaron varios testigos a asistir al herido, entre ellos, uno que decía ser enfermero.

Entonces la conductora del coche, una mujer rubia, se bajó del vehículo muy nerviosa y agresiva, sin mostrar aparentemente daño personal alguno. Este testigo apuntó a los agentes que a la mujer se le veía bebida y empezó a decirle a las personas que auxiliaban al conductor de la motocicleta: «Pero encima vais a ayudar al hijo de puta éste», además de lanzar un puñetazo a los testigos .

«No estaba en sus cabales. Parece como si hubiera ido a por él. Ni tan siquiera se le vio frenar», son otras de las afirmaciones que ha recopilado la Guardia Civil de las personas que presenciaron el accidente. Un día después, los agentes acudieron al hospital a hablar con M.M.F. para seguir con la indagaciones de lo ocurrido. Presentó una actitud de menosprecio hacia los guardias civiles y, por supuesto, no colaboró. Se desistió de tomarle declaración, pero se le advirtió de que conducir un vehículo sin carné y bajo los efectos del alcohol son delitos contra la seguridad vial y que sería imputada por ello. De hecho, la Guardia Civil le atribuye cinco delitos por conducir borracha, sin carné y de forma temeraria, además de lesiones graves al motorista y sus padres y un homicidio por imprudencia grave contra su bebé. Por su parte, la acusación particular, ejercida, por la familia del motorista y llevada por Avelino Abogados, la acusará, además, de una tentativa de homicidio contra su cliente.

Las actuaciones ya están en manos de la Justicia, que ahora tendrá que dirimir qué llevó a la mujer a actuar así o qué hay detrás de este atropello intencionado.

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