Enia Ruiz de Castroviejo: «Todos poseemos resistencias que nos impiden sanar nuestras emociones»

Casi 20 años trabajando como psicooncóloga en la Asociación española contra el cáncer...

Al salir de la Universidad tuve la suerte de comenzar a trabajar y formarme como psicooncóloga en la Asociación Española Contra el Cáncer que es una entidad que trabaja para educar en salud, apoyar y acompañar a las personas afectadas por esta enfermedad y sus familias y financiar proyectos de investigación que permitirán un mejor diagnóstico y tratamiento del cáncer. Las personas a las que atendemos necesitan adquirir las habilidades necesarias para desarrollar una mejor adaptación a la situación por la que están pasando y dotarse de recursos psicológicos para hacer frente a las alteraciones emocionales derivadas del proceso al que se enfrentan.

¿Qué te ha enseñado tratar tantos casos de pérdida durante todos estos años?

En mi trayectoria laboral he tenido el privilegio de acompañar muy de cerca a personas en situaciones límite obligadas a tener que luchar por sobrevivir, y el aprendizaje vital que se va adquiriendo con los años te lleva a comprender que las personas nos enfrentamos a muchos tipos de pérdidas a diario. Pérdidas de salud, afectivas, de pertenencias, de identidad, de seres queridos, de trabajo… pérdidas que en definitiva nos obligan a estar sujetos a un cambio constante y a poner en marcha un mecanismo de adaptación basado en la resiliencia.

Su primera novela...

«El silencio de las plantas» es mi primera novela y la buena acogida que está teniendo entre los lectores me impulsa día a día para seguir escribiendo con entusiasmo una segunda parte.

¿Se trata de un libro de autoayuda?

El silencio de las plantas es una novela que puede encuadrarse dentro del estilo de novela narrativa terapéutica, pero hay lectores que también la sitúan dentro de la categoría de libros de autoayuda, ya que como se explica en la sinopsis provoca reflexión en el lector y lo invita a acceder a su mundo interior para descubrir los patrones que determinan y condicionan su comportamiento. Cierto es que podemos encontrar una lectura emocional que nos puede servir de herramienta de autoconocimiento y autoterapia. Pero a pesar de narrar historias con una dosis de tragedia importante, donde verdaderamente la sitúo es dentro de la literatura «feel good», ya que ofrece las claves necesarias para que los personajes puedan adquirir una actitud positiva y de resiliencia ante la vida, se enfrenten a sus propios retos y se disminuya por tanto, el sufrimiento al que se ven sometidos.

¿Por qué «El silencio de las plantas»?

El título de la obra es un paralelismo entre el silencio que nos transmiten las plantas y el silencio que debemos transmitir los psicólogos a nuestros pacientes. Un silencio tranquilizador, sin juicios, compasivo e inspirador. Un silencio que te acompaña, que no da consejos y que no te obliga a nada. Un silencio que impulsa a la reflexión y a que busquemos dentro de nosotros mismos la salida a nuestro malestar.

¿Por qué con Samarcanda?

Samarcanda apostó por mi proyecto desde un primer momento y fue capaz de adivinar la lectura emocional que encierra en sus palabras. Es una editorial que simboliza un punto de encuentro para escritores y lectores que desean que el talento se convierta en patrimonio de todos, siendo la razón por la que creo que apuesta por escritores que quieran transmitir emoción.

¿De quiénes son las ilustraciones?¿Contenta con el resultado?

la portada es una creación de mi madre y me siento muy orgullosa de poder compartir junto a ella este viaje de emociones. Refleja a la perfección el perfil de la protagonista y el silencio de sus plantas.

Sin embargo en el libro es importante también la música...

Tanto la protagonista de la novela como yo somos melómanas. No podemos concebir la vida sin música y como no podía ser de otra manera, tenía que estar presente en este proyecto. En el desarrollo de la historia voy haciendo referencia a temas musicales muy especiales para mí e invito al lector a ir realizando una parada de introspección en la lectura para escuchar y saborear todo lo que van descubriendo sobre los personajes de la novela. Creo que se ha creado una bonita simbiosis entre lo que se quiere transmitir en el texto y lo que cada tema musical proyecta. Recomiendo al lector que se anime a disfrutar de la música que se ofrece en cada momento de la lectura para comprobar cómo la experiencia emocional se multiplica.

¿Qué tiene Vera de Enia?

Esta novela está protagonizada por una psicóloga llamada Vera. Vera es una mujer del siglo XXI, actual, independiente y con una fuerte inquietud por crecer a nivel personal, pero a pesar de tener un espíritu positivo y aventurero, podremos comprobar en la lectura cómo se enreda continuamente en sus propias trampas mentales ya que por encima de ser psicóloga es «persona en pleno desarrollo vital». Ambas compartimos el amor por nuestra profesión, por las plantas, por la música y por todo aquello que nos provoca una emoción positiva, pero como el resto de los mortales también guardamos en nuestro interior misterios por descubrir. Ambas acompañamos a nuestros pacientes en su itinerario del día a día y vivimos cada caso al que nos enfrentamos como una oportunidad de aprendizaje.

¿El lector podrá redescubrirse a sí mismo?

El tema principal de la novela se centra en la gestión de las emociones que nos llevan al sufrimiento como la ira, la culpa o el miedo. El lector podrá entrar en la consulta de un psicólogo para poder descubrir cómo acompañamos a los pacientes en el maravilloso mundo del autodescubrimiento y qué podemos aportarles para facilitarles su adaptación a la vida y sus reveses. Cada capítulo está centrado en la gestión de una emoción concreta, y el lector podrá descubrirse a sí mismo a través del crecimiento personal de cada uno de los personajes descifrando las claves que utilizan para gestionar el sufrimiento de la mano de Vera, la cual, también se descubrirá a sí misma gracias a sus pacientes.

¿Es difícil averiguar las causas de las emociones?

Las emociones son el punto en el que la mente y el cuerpo se encuentran. Todas las personas experimentamos emociones aunque algunos seamos más expresivos que otros. Conocer qué estamos sintiendo en cada momento y manejar correctamente cada emoción es de gran ayuda para lograr nuestro bienestar y para desarrollar una adecuada inteligencia emocional. Un buen manejo emocional es beneficioso para la salud.

¿Quién se puede ver identificado en este libro?

Va dirigida a lectores interesados en conocerse mejor a sí mismos a través de una lectura ágil y fluida que invita al crecimiento personal y a abrirse a ese complejo mundo interior que todos tenemos pero que a veces es de difícil acceso. A pesar de dedicarme a atender a personas directamente afectadas por la enfermedad de cáncer esta novela está dirigida a la población en general, siendo ellos parte de una población que sufre la multitud de problemas diversos que nos desbordan. El tema fundamental es la gestión de emociones en cualquiera de sus versiones dándole prioridad, no tanto al motivo que nos lleva al sufrimiento sino a cómo gestionamos ese sufrimiento.

¿Por qué se publica precisamente ahora?

Después de tantos años dedicándome a la psicología, me surgió la inquietud de plasmar todo lo aprendido sobre el comportamiento humano en una historia cercana y emotiva con el fin de facilitar al lector la posibilidad de realizar una revisión de cómo gestionar sus emociones y cómo se relaciona con el mundo. Esta experiencia ha sido una forma de compartir con el mundo todo el aprendizaje vital que he ido adquiriendo a lo largo de los años.

¿Tanto cuesta descubrirse a uno mismo...?

El ser humano suele presentar dificultades a la hora de autodescubrirse y eso puede ser debido a la resistencia al cambio, ya que al fin y al cabo va ligado a un proceso de duelo. Es más cómodo permanecer en nuestra zona de confort, evitar ser cuestionado y no enfrentarse a realidades dolorosas o desconcertantes. Es más cómodo huir de nuestra responsabilidad y externalizar la causa de nuestro sufrimiento a un hecho ajeno. Y es más cómodo no enfrentarse a nuestras debilidades, ya que lo difícil de conocerse a uno mismo es encontrarse con esas partes que rechazamos.

Todos poseemos en mayor o menor medida una serie de resistencias que nos impiden sanar nuestras emociones.