Esta noche se cena más caro en Sevilla: las gambas, el cochinillo o el jamón con los precios más altos que nunca
La cena de Nochebuena costará este año más por la subida de los precios que afecta a casi todos los alimentos

El año pasado la Nochebuena estuvo caracterizada por las restricciones de la pandemia que impedían reunirse con todos los que se deseaba y limitaban el número de comensales en la mesa navideña. El Covid fue sin duda el protagonista de casi todas las reuniones ... . Este año, con la pandemia aún presente y con la sexta ola del coronavirus in crescendo las cenas de Nochebuena y las comidas de Navidad tendrán además de la preocupación por los contagios un componente añadido: la importante subida de los precios que se ha dejado sentir en casi todos los alimentos. Y más en los que se toman estos días.
Pese a que este año casi todos tienen más ganas de celebrar porque muchos no pudieron hacerlo en diciembre de 2020 y porque ha sido un año de muchas restricciones, sentarse esta noche a la mesa será bastante más caro. Según una encuesta realizada por la OCU sobre las previsiones de gastos y celebraciones, esta Navidad el gasto medio por ronda los 641 euros entre regalos, comidas y celebraciones.
De hecho, según el último IPC la subida de la alimentación está en torno al 3,3 por ciento en tasa anual . Según reconoce desde la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería, CAEA, su director general, Álvaro González Zafra se ha producido «la tormenta perfecta» entre los datos del IPC y el incremento de costes generalizados en todos los eslabones de la cadena alimentaria (carburantes, electricidad o materias primas) con las fechas navideñas en las que todos los años suben los precios de algunos productos especialmente más demandados.
Y en Nochebuena se compran estos artículos, lo que ha supuesto que, como consecuencia, han subido algo más los precios. La OCU habla incluso de que, después del puente de la Constitución la subida de algunos de esos alimentos se elevó por encima del 13 por ciento con respecto al año anterior.
La «tormenta perfecta» ha sido el IPC, el incremento de costes en carburante, electricidad y en las materias primas
Ha sido un encarecimiento paulatino que se ha ido notando a medida que se acercaba la Navidad. Sólo había que darse un paseo por los mercados sevillanos, sobre todo por los más emblemáticos como el de Triana o la Encarnación, para comprobar la subida. Es algo que puede comprobarse con mirar los precios aunque algunos de los propietarios de los puestos prefieran no darle demasiada importancia cuando se les pregunta.
Juan Vázquez, propietario de la carnicería que lleva su nombre en el mercado de la Encarnación, corrobora esa subida. «Los proveedores nos están subiendo los productos un poco» , dice Vázquez que, en cualquier caso, no cree que sea «tan alarmante» como para tener que cambiar el menú de estas fiestas. Pero da algunos ejemplos concretos de esas subidas. Por ejemplo, el cochinillo costará entre cinco y diez euros más caro que hace un año. Si el pasado año oscilaba entre 50 y 60 euros la pieza, este año ronda los 70 euros.
En cuanto al cordero, también ha subido bastante, entre un 10 y un 15 por ciento con respecto a las Navidades del pasado año. Algo que Vázquez considera normal puesto que llevaba mucho tiempo con un precio estabilizado. El pavo, por ejemplo, ha subido menos que otros productos de la carnicería . Según dice, ha pasado de 5,50 a 6 euros el kilo.
Javier Ojeda, propietario del puesto Recova en el mercado de Triana, explica que la cena de este año no ha variado mucho con respecto a las anteriores . Con el pavo, el cordero o los rellenos de carne como platos estrella de la mesa. Él reconoce que el cordero costaba el pasado año un poco más barato que este y lo achaca a que esta temporada no hay mucho género.
Es una subida que también ha sido muy acusada en otros alimentos que no suelen faltar en la mesa esta noche. Ha ocurrido algo similar con las gambas y los mariscos en general, cuyos precios también se han disparado. Aunque en este género hay mucha variedad y una amplia gama de precios , ya que no es lo mismo una gamba de Huelva que una congelada o unos langostinos de Sanlúcar de Barrameda o Isla Cristina que los que se compran en las grandes superficies, muchos de ellos de procedencia desconocida. «No es igual un langostino de Sanlúcar que uno que venga de China o de Japón. En las grandes superficies los pueden encontrar más baratos, pero aquí solo vendemos calidad», recalca Adela Martín, al frente de la pescadería que lleva su nombre en La Encarnación y que confirma que las compras «han estado raras» este año ya que la mayoría ha llegado al mercado «con mucho miedo». Ella tenía estos días los langostinos de Sanlúcar a 50 euros el kilo.
Los precios han subido aunque los placeros aseguran que han contenido la subida
En Mariscos González, que lleva 28 años vendiendo congelados en la plaza de la Gavidia, su propietaria, María Eugenia González, confirma que «ha subido todo» . No sólo el marisco sino también el resto de productos. Una subida que achaca al alza de los precios de la luz y el transporte. Pese a ello, están vendiendo en los mismos niveles que el pasado año. Y confirma que los productos estrella siguen siendo las gambas y los langostinos además de las patas y bocas. Ellos han notado que este año se ha comprado más, probablemente porque las mesas estarán compuestas esta noche por más comensales. «El año pasado la gente compraba solamente un kilo porque no esperaba a tanta gente», dice la propietaria del negocio. Estas Navidades lo normal es que los clientes se lleven una caja de gambas y otra de langostinos además de patas, bocas y otros productos como rollitos o taleguillas.
En lo que más se ha sentido la subida es en la gamba congelada de Huelva que este año está a 36 euros frente a los 30 del pasado año. Los langostinos se mantienen en torno a los 22 euros. En cualquier caso, a las tiendas de congelados también les ha influido la subida del recibo de la luz que les ha supuesto que paguen un 40 por ciento más de facturas. Aún así los comerciantes insisten en que han hecho «un sacrificio» para mantener los precios y la fidelidad de sus clientes.
Esa subida también se ha notado a la hora de llenar la cesta de la compra con otros productos como el pescado. La merluza había pasado en unos días de 14 a 21 euros el kilo . En las pescaderías lo achacan a que hay poco pescado ya que es difícil su transporte.
En la pescadería Joselito, del mercado de Triana, Ana Elena Sánchez confirma esa subida del pescado. Por ejemplo el rape ha pasado de 15 a 18 euros y la merluza también ha subido en el último mes y ha pasado de 12 euros que estaba hace un mes a más de 20 en los días previos a la Nochebuena. Ella tiene las gambas congeladas a 36 euros. Jacinto Machuca, de la pescadería que lleva su nombre vende las gambas a 40 euros. ¿Por qué está más cara la merluza? «Ha pasado lo que todos los años que cuando hay temporal hay pocas capturas y eso hace que suban los precios», admite.
El jamón
Luis Miguel, cortador de jamón en el puesto «Corta y Cata» de la Encarnación, asegura que un mes antes de la Navidad se ha notado la subida del precio del jamón o que los lomitos están agotados porque esta temporada «se han matado menos cochinos. Y también que, por ejemplo, el queso Payoyo les ha llegado este año «con cuentagotas» . En cuanto al precio del jamón, ellos venden a 89 euros el kilo de paleta y 150 euros el jamón de 5J. Aseguran que han mantenido los precios pese a la subida de los proveedores porque tenían una clientela fija desde hace muchos años. «Los proveedores nos han subido los precios pero nosotros estamos manteniendo», dice. En cualquier caso ellos han arrancado la campaña antes por si había restricciones.
Pese a esos precios todos coinciden en que el público no va a privarse del pavo, las gambas o el jamón porque hayan subido los precios. Con todo, lo que ha pasado este año es que había mucha incertidumbre y muchas preguntas hasta última hora. Primero se acercaban al puesto a preguntar y luego, cuando querían comprar unos días más tarde, ya no había género o este había subido de precio. Y también, según los dueños de los puestos de las plazas porque ellos han soportado esa subida sin que se note en el precio final del producto. «Estamos aguantando la subida hasta que los precios se alzan demasiado y ya no podemos», advierten.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete