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Fomento estudia cambiar el túnel de la SE-40 por un puente

La opción sería alternativa si el proyecto original carece de viabilidad económica y supera el impacto ambiental

Fomento estudia cambiar el túnel de la SE-40 por un puente K. RANGEL

juan j. borrero

El Ministerio de Fomento está valorando la posibilidad de recuperar la idea inicial de salvar con un puente el paso sobre el río Guadalquivir en el tramo de la SE-40 entre Dos Hermanas y Coria del Río y eliminar definitivamente la solución de túneles, si con ello consigue hacer viable el proyecto en las actuales circunstancias económicas .

El tramo, aunque adjudicado, fue reconsiderado por el anterior Gobierno socialista igualmente por motivos económicos. Aunque la SE-40 está diseñada en su conjunto para tres carriles por sentido, ampliables a cuatro, el p royecto original incluía cuatro túneles con dos carriles por sentido. Ante la falta de capacidad económica para enfrentarse al coste del proyecto , la solución fue reducir el número de túneles, dos en vez de cuatro, y de carriles, que serían tres por sentido. El resultado fue criticado por el PP , que prometió buscar una solución que evite convertir este punto crítico del trazado en un cuello de botella que afectaría a la seguridad vial. La semana pasada la ministra de Fomento, Ana Pastor, se comprometía en Sevilla a revisar el proyecto para asegurar su ejecución, pues no quería «chapuzas» . Fuentes consultadas por ABC confirman que en la revisión del proyecto se ha incluido estudiar la viabilidad de cambiar los túneles por un puente sobre el río. Desde el Ministerio se insistía ayer, como única versión «oficial», en que « se está evaluando la situación », si bien resaltaban la vigencia de una solución bajo el río siempre que pueda cumplirse el compromiso político de la ministra.

Y en esto tiene mucho peso la situación económica , que recomienda soluciones alternativas para evitar frenar una obra que actualmente está en carga y corre el riesgo de perder su dotación en beneficio de otros proyectos en el reparto presupuestario, algo que podría condenar a la SE-40 a otro largo letargo. De ahí que se haya planteado estudiar la viabilidad de la primera opción que los técnicos estudiaron y rechazaron hace más de una década, la construcción de un puente. Esta solución asegura una reducción del presupuesto en un 50% . No obstante su viabilidad estaría sujeta a un estudio completo de impacto ambiental, entre otros inconvenientes.

En su día, Fomento descartó el puente sin avanzar más allá de la primera fase de proyecto. Y lo hizo precisamente por su alto impacto visual. Al ser el Guadalquivir río navegable , el gálibo del puente tendría que superar los 50 metros de altura sobre el cauce y sus extremos se situarían en la variante de Bellavista de la N IV, al Este, y la plataforma del Aljarafe al Oeste. Afectaría a varios desarrollos urbanos proyectados y condicionaría otras obras de infraestructuras en el entorno.

El mayor atractivo de esta solución es su coste y que elimina la complejidad propia de la construcción de un túnel que sería el primero bajo el río vivo , uno de los pocos que existen en España y Europa en sus características. Cuando sobre el papel se replantea la solución con el puente se considera que un buen diseño podría aliviar el impacto paisajístico, si bien, en su día esta opción fue rechazada también por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir .

Pero volver a la casilla de salida en lo que respecta a este tramo tiene otros muchos inconvenientes. El principal, que se trata de una obra adjudicada y que las empresas concesionarias encargaron las tuneladoras que tenían que construir los túneles ahora en revisión, y que la primera de las tuneladoras ya está en Sevilla para su montaje sin que se haya despejado el futuro del proyecto. Cualquier cambio debe ser negociado con estas empresas —reunidas en dos uniones temporales —, que no firmaron el reformado para la reducción de los túneles al considerar que les suponía unas pérdidas de 58 millones de euros a cada una.

Además, si el Ministerio decidiera ahora desistir del proyecto original y de cualquier solución subterránea, habría que revisar el proyecto desde el principio y proyectar la nueva solución con la demora que eso supone. A tenor de los antecedentes en este tipo de infraestructuras los plazos mínimos — siendo muy optimistas — serían de entre dos y tres años, uno de ellos para el proyecto y el resto para la ejecución. Fuentes consultadas por ABC señalaron que ya en las actuales circunstancias, suponiendo que se opte por los túneles, el tramo podría demorarse tres años sobre el plazo inicialmente previsto de finalización de obras en 2014.

Hay que recordar que para la finalización del proyecto íntegro de la SE-40 habrá que adjudicar cuatro tramos —el de Alcalá-Dos Hermanas, que Fomento volverá a sacar a licitación en breve, según compromiso de la ministra — y los tres que unirán Salteras y la Rinconada pendientes de proyecto y que incluyen otro paso sobre el río Guadalquivir al norte.

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