El gigantesco tanque de tormentas de la Alameda de Hércules ya está en funcionamiento

El primer tanque de tormentas de Sevilla quedó ayer inaugurado en la Alameda de Hércules por el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y el consejero delegado de Emasesa, Manuel Marchena, tras dos años y medio de espera. La inversión de las obras ha sido de una cantidad próxima a 1.900.000 euros, reduciéndose el coste de 4 millones de euros con el aprovechamiento de la instalación de la boca de metro abandonada que allá por los años 70 se dejó sin finalizar.

La función principal de este depósito hidráulico es encauzar las aguas pluviales en momentos de fuertes lluvias y evitar las inundaciones en esta zona (uno de los puntos de menor cota topográfica), históricamente afectada por la falta de capacidad de las redes de saneamiento.

Así, un tanque de tormenta consiste en dedicar una cierta superficie de terreno, con su correspondiente capacidad de almacenamiento, para retener parte del volumen que aportan las escorrentías de las precipitaciones a la red de saneamiento y reducir por laminación y almacenamiento los caudales pico. Se trata de hacer circular por la red el caudal máximo que ésta permite sin que llegue a su saturacíon.

Este tanque se encuentra bajo la rasante de la Alameda, con una estructura de planta circular de 24.75 metros de diámetro, una profundidad de 24 metros y un volumen de explotación de 11.500 metros cuadrados, suponiendo un importante reto en la búsqueda de las soluciones técnicas y el proceso de instalación. Emasesa también tiene en uso un tanque de tormentas en la plaza de Félix de la Fuente en Dos Hermanas con un volumen de 6.300 metros cúbicos. Además, están proyectados tres depósitos más, dos en la capital; uno en la Avenida Kansas City, frente al polodeportivo San Pablo, y un segundo en la avenida Alcalde Luis Uruñuela, ambos bajo el caudal del Tamarguillo. El tercero se ubicará en el municipio de Alcalá de Guadaíra, en el Parque Centro.