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El Bar Giralda vuelve a latir

Hace poco más de un mes, el 15 de mayo, media Sevilla se lamentaba de la pérdida de un emblema de la hostelería sevillana. Francisco Sánchez decidía echar el cierre a un negocio que había gestionado

El Bar Giralda vuelve a ser punto de referencia para turistas y sevillanos.

Hace poco más de un mes, el 15 de mayo, media Sevilla se lamentaba de la pérdida de un emblema de la hostelería sevillana. Francisco Sánchez decidía echar el cierre a un negocio que había gestionado su familia desde los años 30: el Bar Giralda.

Un lugar que no solo era una joya para los miles de turistas que nos visitan sino que había mantenido a lo largo de la historia su esencia como punto de encuentro y de reunión de los propios sevillanos, con tertulias tradicionales de profesionales y de amigos.

Afortunadamente, el cierre ha sido temporal, porque antes de que el local se sumara a esa larga nómina de sucursales bancarias o establecimientos extranjeros de comida rápida, un grupo empresarios de hostelería se movió rápidamente y alcanzó un acuerdo con los propietarios del establecimiento para recuperar el negocio.

El martes, el Bar Giralda volvía a abrir sus puertas sin cambios, excepto más luz y una capa de pintura nueva. Todo lo demás volvía a rezumar autenticidad y tradición. Las mismas tapas, las mismas mesas, las mismas caras... Sus 16 empleados han sido recontratados por los nuevos empresarios. Se trata de Federico y Aurelio García Patachón -del Antigüedades o La Universal-, Antonio Castro Somé -de Casa Román- y el abogado Luis Benegas. Cuatro socios que han devuelto la vida a un negocio santo y seña de la ciudad a los mismos pies de su emblema turístico, la Giralda.

El bar vuelve a abrir ininterrumpidamente desde las 9 de la mañana, con los primeros cafés y tostadas hasta las doce y media de la noche, en la hora de brindar con una cerveza fresquita bajo la turris fortísima, en el corazón del Barrio de Santa Cruz.

No será la única sorpresa por parte de este grupo de socios emprendedores, que ya preparan para septiembre la reapertura de otro histórico: el Bar Estrella, también en pleno centro.

Por el momento, los amantes de una mesa tranquila bajo un naranjo con vista de lujo a la Giralda están de enhorabuena.

Desde esta semana pueden volver a parar su reloj y disfrutar de esos momentos que solo se experimentan en lugares y rincones auténticos -los ambientes prefabricados ya no se llevan-, como los que permiten algunos establecimientos de la ciudad entre los que sin duda se encuentra el viejo y renovado Bar Giralda.

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