La guerra de Ucrania frena la construcción en Sevilla
Los constructores, preocupados por la escasez de materiales, vaticinan una subida de precios e incluso la paralización de algunas obras

El conflicto de Rusia está teniendo sus efectos en Sevilla que no escapa a las consecuencias económicas de una guerra que puede afectar de forma importante a la vida cotidiana. Porque si la guerra de Putin se alarga, lo peor está por llegar a ... nivel de precios, ya que se avecina una subida generalizada en todos los sectores. O en casi todos.
Uno de los sectores más preocupados es el de la construcción, ya que lo que está ocurriendo puede provocar además de la subida de precios, la escasez de materiales e incluso la paralización de algunas obras.
Según el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Sevilla (Gaesco), Juan Aguilera, desde el sector se ve el conflicto con «una enorme preocupación» por la escalada del coste de las materias primas. Aguilera, que esta semana ha mantenido encuentros con los constructores para analizar lo que está ocurriendo , asegura que alguna de estas materias primas están subiendo de precios «de manera desmesurada» y está convencido de que va a tener un coste en el producto final de la vivienda y la obra.
«La vivienda va a subir no cabe la menor duda. Ya está subiendo», dice Aguilera que recuerda la subida de materiales como el hormigón, el acero, el hierro, el vidrio o la madera están subiendo de precios «de manera desorbitada». Pero además de esa subida, el problema puede ser más grave y podría provocar la paralización de algunas obras que están ahora mismo en construcción y pendientes de instalaciones de terminación. «Hay promotores que no van a empezar proyectos ya firmados», advierten. «Van a tener un incremento de precios notable aunque no sabemos si algunos promotores que tenían ya contratado el material lo podrán mantener», dice recordando además que la paralización de algunos centros productivos puede revertir también en una futura escasez de material.
Los constructores piden a las administraciones que rebajen los impuestos ante la situación
Además hay empresas constructoras que ahora están en «un período de reflexión» sobre si empiezan o no las obras ante la escalada de precios. Por ello Aguilera pide que las administraciones «sean conscientes» del problema y rebajen los impuestos que suponen más del 33 por ciento del importe final de la vivienda. «Que racionalicen la carga fiscal», pide Gaesco.
Pero la construcción no es el único sector afectado. A la cesta de la compra ya le está afectando de forma importante. Porque en algunos supermercados ya están racionando la venta de aceite de girasol , limitando los litros que puede comprar cada consumidor. Lo que ha ocurrido es que muchos se han lanzado a comprar en previsión de un hipotético desabastecimiento que de momento no se ha producido. Es un fenómeno natural que repite el comportamiento que ya se produjo en los inicios de la pandemia cuando había semanas que se agotaba el papel higiénico o la harina en los supermercados, pero que no responde a una lógica racional.
Acopio de aceite
Por eso la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) ha tenido que hacer una llamada a la tranquilidad para garantizar que el conflicto no está provocando problemas de desabastecimiento en Sevilla. De hecho ha sido el «comportamiento atípico» del consumidor que se ha lanzado a las grandes superficies a hacer acopio de aceite de girasol, ya que parte de este producto se importa desde Ucrania, lo que ha tenido como consecuencia la limitación de la venta. Y eso ha provocado no sólo la limitación de la venta de este producto sino también que los precios vayan al alza.
«Desde CAEA hacemos una llamada a la tranquilidad, se trata de medida preventiva para comodidad del consumidor ante el comportamiento anómalo en los últimos días, no hay desabastecimiento, la cadena alimentaria en España es robusta y fuerte, lo hemos demostrado en pandemia y otras situaciones excepcionales, tenemos capacidad suficiente para dar respuesta a las necesidades que se presenten», decía Álvaro González Zafra, director general de CAEA. En cualquier caso y pese a ese mensaje de tranquilidad solo hay que darse una vuelta por cualquier supermercado para comprobar que la cesta de la compra es cada vez un poco más cara.
Donde también se avecina una subida de precios si el conflicto se alarga es en los bares y restaurantes sevillanos. Según la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, el impacto de un conflicto armado a las puertas de Europa les afecta de manera directa . En un primer término por la disminución del número de turistas a la ciudad en un momento, además, en el que empezaba a repuntar las visitas a la ciudad tras los momentos más duros de la pandemia y con la vista puesta en la primavera.
Pero además, según su presidente, Antonio Luque, por la subida de precios que acarrea esta crisis. El aumento en los costes de elementos básicos para la hostelería como el gas, la electricidad o el aceite, le hace estar «muy preocupados» ante esta situación que esperan que se solucione cuanto antes. Por ello Luque lo advierte: si el conflicto sube los precios van a subir, ya que es complicado mantener los negocios abiertos cuando entre semana muchos están vacíos. Aún no hay fecha para esa subida porque cada establecimiento lo hará cuando lo crea conveniente. Pero la subida parece inminente.
De hecho al turismo también le afectará esta crisis si se alarga. Porque, según los últimos datos, en el año 2019, antes de que comenzara la pandemia visitaron Sevilla 15.577 turistas rusos y los visitantes de esta procedencia ocupaban el puesto número veinte en los listados. Pese a ello los hoteleros aseguran que, de momento, el conflicto no afecta a estos establecimientos, ya que el turista ruso suele decantarse más por los destinos de playa y, sobre todo, la Costa del Sol.
Por eso la subida de precios que ya se está notando en los hoteles de Sevilla la relacionan con la primavera y la temporada alta que acaba de comenzar. Con la recuperación de las fiestas mayores como la Semana Santa y la Feria pero también con el congreso del PP (que se celebrará en Sevilla) o la final de la Copa del Rey el próximo 23 de abril.
Efectos psicológicos
Los comerciantes también están muy preocupados porque consideran que la situación de conflicto también puede incidir en el comercio. Desde Alcentro, su presidente Antonio López asegura que la subida de las materias primas deriva en dos posibles salidas: o subida de precios o pérdida de margen de ganancia en sus cuentas que ya estaban afectadas por la pandemia. Además a ese efecto de inflación se multiplica por la invasión rusa de Ucrania que, según dicen, va a ser difícil de soportar para los comerciantes.
Y a ello hay que unir el «efectos psicológico» en el consumidor que provoca la incertidumbre después de tantos meses de pandemia . «Puede ser que el consumidor se restrinja», admiten desde Alcentro recordando que la inflación y el coste de la energía provoca en los hogares. Con todo aseguran que los comerciante están «atrapados» y que la cuestión irá a peor si se alarga . En parecidos términos se expresa Tomás González de Aprocom que también considera que se avecinan tiempos «complicados» porque cualquier incidencia a nivel global provoca una situación de incertidumbre. Además del incremento del precio de carburante provoca un aumento del gasto en las familias y que, si e conflicto se alarga, el consumo se verá afectado. «En estos momentos estamos en el comienzo de la campaña de primavera y es complicado valorar si la fluctuación de las ventas está afectando pero está claro que si se alarga e incide en el turismo también repercutirá negativamente en el comercio», dice.
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