Urbanismo
La isla de la Cartuja celebrará los 30 años de la Expo de Sevilla plagada de puntos negros
El puntal empresarial de la ciudad sigue sufriendo un gran deterioro urbanístico por la desidia de las administraciones
El pacto con Podemos tumba la idea del PSOE de declarar la isla Zona de Gran Afluencia Turística y el plan estratégico

Acaba de arrancar 2022, un año en el que Sevilla va a recordar nada menos que el trigésimo aniversario de la celebración de la Exposición Universal de 1992 , aquel hito que cambió la fisonomía y la propia historia de la ciudad. Pero más ... allá de la sorprendente escasez de anuncios en torno a una posible conmemoración de la efemérides y actos vinculados a la misma, un aspecto que sigue llamando poderosamente la atención de sevillanos y visitantes es el estado de decadencia, abandono o simple deterioro en que se encuentran muchas zonas del recinto donde se desarrolló durante seis meses la inolvidable muestra, la isla de la Cartuja .
El Ayuntamiento lleva unos meses anunciando que va a trasladar a la isla el foco turístico y, de hecho, planteó decretarla como Zona de Gran Afluencia Turística , pero en la negociación por el presupuesto de este año Adelante Sevilla tumbó esa idea a cambio de su apoyo a las cuentas. Juan Espadas solicitó pasado el verano a la Junta de Andalucía esa declaración. Esta figura, que tienen municipios andaluces y entornos monumentales, como el mismo de Sevilla, permite una mayor libertad de horarios comerciales, lo que se traduce en un incentivo importante para fomentar el turismo y la economía local. Pero la formación de izquierda entiende que este tipo de medidas afecta de forma negativa al pequeño comercio y al empleo de calidad, con lo que todo el plan estratégico de los socialistas para esta demarcación, que pasaba por esa declaración para integrar mejor la Cartuja en la ciudad, se fue a pique. Más allá de la ocasión perdida, el revés para el Gobierno local vino a subrayar la desidia con la que las administraciones públicas tratan a este espacio llamado a ser estratégico.
El que fuera hace tres decenios flamante epicentro vanguardista de la ciudad atraviesa ahora una coyuntura bien diferente y repleta de fuertes contrastes: la isla al noroeste del casco urbano es un paradigma de contrastes e incluye desde los centros de investigación punteros del Parque Científico y Tecnológico (PCT) al deterioro urbano y paisajístico de ese entorno por el deficiente o en algunos casos nulo mantenimiento. Para un contenido de tanta importancia, el continente no es ni mucho menos el mejor. Tanto la Junta de Andalucía como el Consistorio tienen responsabilidades y enormes cuentas pendientes con la isla, a pesar de los intentos por convertirla en polo tecnológico y ahora, también, turístico.
Ni Junta ni Ayuntamiento
Por una parte, el mal estado de muchas zonas depende estrictamente de la dirección de Patrimonio de la Junta de Andalucía , competente en todo lo que tiene que ver con los antiguos activos de la Expo 92, que heredó del Estado en aquella famosa permuta por la deuda histórica. Un ejemplo son las viejas terminales del telecabina , abandonadas y en un deplorable estado de deterioro y suciedad pese a su proximidad con las empresas y entidades. No hay plan para desmantelar esas instalaciones, algo que tendría un coste bastante elevado que no entra a formar parte de las actuales prioridades del ejecutivo andaluz. Como no lo hay tampoco para reanudar las obras del edificio de oficinas que se comenzó a levantar en la parcela del antiguo Palenque , hoy día un esqueleto de pilares y paredes vandalizado en pleno corazón de la isla y sin proyecto alguno.
También tiene la Junta las competencias sobre el Pabellón del Futuro , cuya mitad más meridional sigue sin recibir uso alguno, así como el Canal de los Descubrimientos y cada una de sus «orillas», plagadas de maleza, matojos, suciedad, estructuras de hierro abandonadas o pérgolas en desuso. Tampoco es mucho mejor el aspecto del solar junto al puente del Cristo de la Expiración que servía de aparcamiento de camiones, también propiedad regional. Esa parcela fue cedida en su día a la asociación de desempleados PM-40 para la gestión del aparcamiento, pero hoy día sirve básicamente como almacén de las viejas estructuras sobrantes de la muestra universal y chatarra diversa; justo a las mismas puertas de una ciudad que puede presumir de ser un referente turístico.

Todo el urbanismo y el cuidado de la vía pública más allá del vallado del PCT depende, eso sí, del Ayuntamiento , administración a la que se debe responsabilizar de muchas asignaturas pendientes en lo que al mantenimiento se refiere. A pesar de las promesas y anuncios de los cuatro últimos años sobre reurbanizaciones y mejoras, lo cierto es que en ese ámbito municipal las carencias son importantes aún. La imagen que presenta la avenida Marie Curie, por ejemplo, es de mucha suciedad, aceras levantadas, un carril bici intransitable y plantas que o bien rodean las fuentes o se han secado por falta de cuidado de los parterres. Pese a las últimas reformas y plantaciones, la avenida de los Descubrimientos , por otro lado, presenta infinidad de baldosas levantadas o rotas, baches o arquetas deterioradas, hundidas o inexistentes desde el mismo Pabellón de España hasta el de la Navegación. Mientras que los jardines Americano y del Guadalquivir no terminan de mejorar ni estar presentables.
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