Luis Pérez: «Las empresas de Cartuja sufrirán menos la crisis y acelerarán la recuperación»

Luis Montoto

30/08/2020
Actualizado a las 20:43h.

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En el Parque Científico y Tecnológico (PCT) de la Cartuja se preparan para un inicio de curso atípico. Por un lado, la pandemia ha reducido el trasiego habitual en una zona que es eminentemente empresarial. Sin embargo, no se han parado proyectos que están llamados a transformar este enclave de Sevilla y hay empresas e inversores que siguen llamando a su puerta. «En 2022 acogeremos la Conferencia Internacional de Parques Tecnológicos y será un buen momento para mostrarle al mundo el potencial que tenemos», afirma su director, Luis Pérez Díaz, que cree que la Isla de la Cartuja aún tiene mucho que ofrecerle a la ciudad.

—El segundo rebrote del Covid-19 es ya una evidencia. ¿Cómo será el inicio de curso en el PCT Cartuja?

—La incidencia del teletrabajo en la comunidad empresarial española ha sido, de media, un 35%. En la Cartuja, por la naturaleza de las compañías que alberga, con profesionales muy jóvenes y con competencias digitales muy desarrolladas, este porcentaje ha sido más del doble del nacional. Como dato positivo hay que señalar que no ha habido cancelaciones en rentas ni solicitudes de aplazamiento de pago. Estamos en contacto con los empresarios del parque y sabemos que hay grandes compañías que hasta enero mantendrán el teletrabajo;otras, sin embargo, han decidido volver paulatinamente y, de hecho, hay edificios que están registrando ya una actividad muy notable. Lo que parece claro es que hasta 2021 no volverá la normalidad y que las empresas se van a replantear sus propias estrategias de trabajo tras la experiencia que estamos viviendo, ya que en cinco meses se ha recorrido un camino en la digitalización de los puestos de trabajo en condiciones normales hubiera tardado cinco años en producirse.

—En la Cartuja aún quedan algunos solares por edificar. ¿La pandemia será un freno?

—En contra de lo que piensan todavía muchos sevillanos, la Cartuja está muy bien aprovechada. Los pabellones de la Expo 92 que se decidieron que fueran permanentes están casi todos en uso; los nuevos edificios tienen todos una actividad muy relevante. Queda un solar privado que pertenece al grupo inmobiliario Montebalito y cuatro solares que están bajo el control de la dirección de Patrimonio de la Junta de Andalucía. Salieron a subasta, pero el precio de salida era elevado y quedó desierta; así, estos suelos han atraído el interés tanto de grupos internacionales como de empresas sevillanas. Así que estos solares podrán cumplir una doble función: van a captar inversores foráneas y permitirán también el desarrollo de empresas que han nacido en edificios de oficinas del parque y que ahora quieren tener una sede propia El hecho de que ya hayan salido a subasta propicia que ahora se pueda realizar una venta directa.

—Las negociaciones por estos solares se iniciarían antes del Covid-19. ¿El interés se mantiene?

—El interés sigue vivo. Y además ahora contamos con una ventaja que no siempre se ha producido: el compromiso total de todas las administraciones con este enclave. Llevo en esta sociedad gestora desde 2003 y ahora existe una magnífica confluencia de intereses entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad (a la que estamos adscritos) y de la Consejería de Hacienda (de quien depende Patrimonio). Todos han situado el parque en el eje de sus estrategias y están demostrando que quieren remar juntos, y eso nos está ayudando. Y esto coincide en que también hay más interés de la sociedad en lo que hacemos. Soy optimista, en 2019 el crecimiento con respecto a 2018 fue muy importante, y eso que ya veníamos de unos años de expansión. En 2020 es evidente que notaremos el impacto, pero en la crisis financiera e inmobiliaria las empresas de Cartuja resistieron mejor la crisis y ahora ocurrirá lo mismo. Es una motivación más para hacer crecer este tipo de espacios.

—Tras el verano se iba a celebrar en Cartuja el congreso internacional de parques tecnológicos. ¿Qué ha ocurrido?

—Se celebrará en 2022. Este congreso atrae a más de 1.500 personas, el 90% de fuera de nuestras fronteras, y en las circunstancias actuales era inviable su celebración. Técnicamente el congreso se ha cancelado, en 2021 se celebra en Silicom Valley, como estaba previsto desde el año pasado, y en 2022 la sede será Sevilla. El lado positivo es que en 2022 habrán madurado proyectos muy importantes para la cartuja y serán una realidad palpable en el congreso. Me refiero especialmente Ecity (liderado por Endesa), llamado a transformar el modelo energético de la ciudad, que en ese momento estará avanzado y será un escaparate para Sevilla y Andalucía. También se habrán realizado ya iniciativas como la transformación urbana de la avenida Thomas Alva Edhison. Será un año idóneo para mostrar el potencial de la Cartuja como polo de atracción de empresas tecnológicas.

—Se ha construido una residencia de estudiantes y hay otra proyectada en el antiguo pabellón de la ONU. ¿Se ha abierto la vía a un uso residencial del parque?

—Si tenemos en cuenta que está la Escuela de Ingenieros, la Facultad de Periodismo, Ceade, la EOI, Esic o la Cámara de Comercio, que haya residencias de estudiantes tiene sentido. En cualquier caso Cartuja tiene la enorme ventaja de ser un parque urbano, es un activo que debemos saber explotar: en muy pocos minutos caminando se puede acceder a Triana o al Centro, no se necesitan viviendas para que el parque esté vivo. Ahora hay una corriente entre startups y nuevos emprendedores tecnológicos que quieren crecer en entornos urbanos porque ofrecen servicios y ventajas que algunos parque empresariales no tienen. Nosotros lo tenemos todo: un parque tecnológico dentro de una ciudad muy atractiva.

—¿Qué repercusión tendrá el proyecto eCity?

—Llevamos más de tres años hablando Rafael Sánchez Durán, director de eCity, y no tengo duda de que es el proyecto de transformación más relevante para la Isla de la Cartuja desde la Expo 92. Será un cambio absoluto para el parque y de la ciudad, con la estrecha cooperación de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Ya hay empresas del sector de la energía que están viendo al parque atraídos por el potencial de esta iniciativa, esto no ha hecho nada más que empezar. Andalucía tiene mucho potencial en el negocio de las renovables, pero tenemos la oportunidad de ser un ejemplo mundial de innovación contra el cambio climático con renovables, digitalización de redes, eficiencia energética y edificación inteligente.

—¿La ciudad de Sevilla ya es consciente del potencial de Cartuja?

—Tenemos un déficit: la Avenida de los Descubrimientos es la principal entrada al parque y es, precisamente, la única zona abandonada de todo el recinto: como es lo primero que ve quien viene a visitarnos, piensa erróneamente que todo está así. Esto ha generado una confusión. Sin embargo, tenemos la oportunidad de cambiar esta situación para ofrecerle a la ciudad un espacio para el disfrute. Gracias a Caixabank se ha dado un paso muy importante con la creación del Parque Magallanes; ahora hay que seguir atrayendo proyectos para que el canal del Parque o el Jardín Americano recuperen su esplendor y tengamos una zona que le haga plena justicia al Parque Científico y Tecnológico. Para ello será esencial la colaboración público-privada y la atracción de inversores.

—¿Esas obras serán decisivas para transmitir definitivamente los logos que ha logrado el PCT Cartuja?

—Sin duda, pero ya se ha avanzado mucho. El interés renovado de las administraciones por PCT Cartuja coincide con una presencia mayor del parque en medios de comunicación, que cada vez informan más y mejor de nosotros. Somos un espacio de innovación que crea empleo de calidad y que tendremos un papel decisivo para la salida de esta nueva crisis.

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