La red de metro, crónica de un engaño histórico a los sevillanos
De la boca de la Plaza Nueva, la de la Alameda y el Metropol Parasol se ha pasado al tranvibús que lega Espadas; en el año 2010, Sánchez Monteseirín entregó folletos con el logo del PSOE anunciando cuatro líneas
El 30 de julio de 1969, el Pleno municipal del Ayuntamiento aprobó el estudio de la red del metro que fue enviado al Ministerio de Obras Públicas que, al revisarlo, convocó un concurso para la redacción del proyecto. Fue el primer episodio de ... un engaño histórico que llevan soportando los sevillanos desde hace más 50 años. Ahora, cuando la Junta de Andalucía por fin ha anunciado el trazado para la construcción de media línea 3 sin tener aún el compromiso de financiación por parte del Gobierno central, echando la vista atrás aparece un rosario de promesas incumplidas por parte de las administraciones cuyo mejor símbolo sigue siendo aquella campaña que impulsó el PSOE en los años 80 y que rezaba ‘Un túnel sin salida’. La ciudad, entonces, se llenó de inmensos carteles y anuncios en prensa para justificar que el metro no tenía futuro y aquello le acabó pasando una costosa factura electoral a los socialistas.
El mismo partido impulsó por fin las obras de la definitiva línea 1, que fue inaugurada por Manuel Chaves en abril de 2009, cuyo Ejecutivo también fue el encargado de enterrar el sueño de la red completa poco tiempo más tarde para poder pagar la cuota correspondiente a Málaga y Granada , pese a que de cara a las elecciones de 2011 los concejales del gobierno del alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín respartieron folletos a los sevillanos con el logo del puño y la rosa donde prometían la construcción de las otras tres líneas.
Sevilla, en 2022, sigue siendo la única ciudad europea de su tamaño sin una red de metro. El suburbano hispalense es, exceptuando el tramo que va de Mairena del Aljarafe a Montequinto , un arma electoralista que resulta ser una pistola de fogueo cuando se trata de poner el dinero sobre la mesa. Sin embargo, el comienzo de este sueño de la capital de Andalucía sí fue por derecho.
Aquel proyecto iniciado en 1969 planteaba una línea 1 de 10,5 kilómetros soterrados para conectar el Este con el Norte de la ciudad pasando a su vez por el corazón del casco histórico . La línea 2, por su parte, se proyectó en 7,2 kilómetros, cruzaría la ciudad desde el Noroeste al Sur. Por último, la 3 contaba con un trazado de Este a Oeste, bordeando el Centro por la Ronda Histórica.
Tres de una tacada. Y comenzaron. En 1974, de forma experimental, arrancaron las obras en la Alameda de Hércules , donde se excavó un enorme agujero que luego, al fracasar el plan, se utilizó como tanque de tormentas. Y así continúa. Dos años después, comenzaron por tramos las de la línea 1. De hecho, en la estación que estaba excavándose en la Plaza Nueva aparecieron los restos de un barco islámico a 15 metros de profundidad . Fue en 1981. Todo marchaba sin ningún tipo de problemas hasta que, en noviembre de aquel año, se detectó un hundimiento en el monumento de SanFernando. Fue el preludio de un enorme socavón que se produjo en marzo del 82 en la estación de la Puerta Jerez. A finales de aquel año, se hallaron grietas en la estación de San Bernardo y en el edificio de La Equitativa. Aquello generó una alarma que provocó la suspensión de las obras en 1984 después de haber construido 3 kilómetros de túnel, tres estaciones y haber desembolsado 5.000 millones de las antiguas pesetas.
El agujero que dejó la fracasada obra del metro en la Alameda en los 70 sirvió para construir el actual tanque de tormentas
Llegó la Expo de 1992 a Sevilla y la ciudad se transformó con la ronda de circunvalación (incompleta), varios puentes, autovías y la conexión por alta velocidad entre Sevilla y Madrid desde la nueva estación de Santa Justa. Pero nada del metro. Aquel proyecto se guardó en un cajón y, pese al enorme avance que produjo aquel acontecimiento, el transporte público quedó obsoleto. Así, hasta 1999. En aquel entonces, la ciudad volvía a situarse en el mapa para las administraciones. Gracias al empeño de Rojas-Marcos , un pacto entre el PSOE y el Partido Andalucista en el Ayuntamiento propició la reactivación del proyecto ya que, según se decía, tecnológicamente las tuneladoras estaban preparadas para horadar en el difícil subsuelo hispalense. La Junta de Andalucía, la administración competente, redactó el proyecto de línea 1 ampliándola al área metropolitana. Comenzaron las obras en 2003, estando definida la red completa en cuatro líneas, de las que primero se ejecutaría la 1, pero se descartaba el paso por el corazón del casco histórico. Lo bordearía y, en su lugar, el Ayuntamiento de Monteseirín impulsó el conocido tranvía llamado Metrocentro, un eufemismo que no fue más que una excusa para convencer a la ciudad de que el metro llegaría a la Plaza Nueva... pero en superficie.
Una sola línea
La construcción de la línea 1 sufrió importantes retrasos y la inauguración fue en 2009, justo con la incipiente crisis económica que acabó por tumbar la red completa. Es decir, la ciudad disfrutaba de un metro que no cumplía las expectativas. No sirvió para nada que el mismo Ayuntamiento de Sánchez Monteseirín impulsase la construcción de una costosa estructura en la plaza de la Encarnación a base de setas, que fue denominada Metropol Parasol en clara alusión a que, allí, en un futuro, habría una estación de metro de la línea 2.
No sirvió tampoco de nada que los socialistas presentaran en un folleto un mapa ‘fake’ con cuatro líneas, con el logo del partido, y lo repartieran por toda la ciudad buzón a buzón como si fuera a entrar en funcionamiento en 2010. Pocos meses después, la consejera de Fomento, Elena Cortés, se encargó de enterrar aquel plan que vendió el alcalde de Sevilla de forma electoralista. Primero había que terminar los metros de Málaga y de Granada. Después ya se vería.
El proyecto de Jürgen Mayer para la Encarnación se denominó ‘Metropol’ en relación a la línea 2 que debía pasar por allí
Ese momento al que emplazaba el Ejecutivo andaluz ya ha llegado. El Gobierno del popular Juanma Moreno ha sabido pactar con el ya exalcalde socialista Juan Espadas el diseño de media línea 3 que, al menos, pueda conectar el Norte ( Pino Montano ) con el Prado , que es el proyecto que se ha presentado esta última semana. Sin embargo, ni existe aún financiación consignada por parte del Gobierno central ni tampoco se ha definido del todo el trazado de la otra media línea que deberá llegar a Heliópolis y Bellavista. Y el último fraude también acaba de ser anunciado: como el metro seguirá sin llegar al mismo Centro de Sevilla, los socialistas han presentado un ‘tranvibús’ (ni siquiera un tranvía), que llegará hasta el Duque desde Santa Justa y, desde aquí, a Sevilla Este . Es decir, el trazado de la línea 2 de metro pasará a ser en autobús eléctrico.
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