Misterios de Sevilla
Fenómenos paranormales en la Alfalfa
El extraño caso de un jarrón que perturba la tranquilidad de una familia sevillana

Sucedió cuando trabajaba en Localia Tv Sevilla, dentro de las colaboraciones para el programa «Luna Llena» dirigido por mi buen amigo Salomón Hachuel. Aquel día, una nota me ponía en estado de alerta ante unos hechos extraños que sucedían en un lugar céntrico de Sevilla .
Aquel post-it decía: «Bauti, llama a este teléfono, la señora está asustada y tiene algo importante que contarte». Así, llamé a aquella mujer que aterrada me comenzó a narrar una serie de hechos misteriosos que ocurrían en su domicilio y que la estaba «dejando sin vida». Me cité con ella aquella misma tarde acompañándome un amigo, un investigador de contrastada valía en la ciudad.
Al llegar nos encontramos un ambiente muy tenso, caras de miedo y una gran ansiedad. La mujer al tranquilizarse comenzó a narrarnos la historia: «Todo comenzó cuando me regalaron un jarroncito de cristal de una joyería de Sevilla, o eso ponía el papel. A mí no me gustó, pero por compromiso lo acepté. Nada más se fue la visita lo metí en su caja y le puse el papel de regalo. Pensé que tal vez me lo descambiarían pero no fue así. Así que aprovechando que tenía que hacer un regalo, regalaría el jarrón , tal vez le gustara». Y así quedó el conflicto con éste regalo.
Pero al año, cuando nuestra protagonista cumplía años llegó una pareja amiga suya a casa y le regalaron algo: «No me lo podía creer, al abrir su regalo me encontré el mismo jarrón que yo había regalado a otra persona , se ve que no había gustado y había sido regalado sucesivamente hasta llegar a mí, era como si quisiera estar con nosotros».
Obligada por las circunstancias lo dejó en el centro de la mesa. Y al marcharse la visita, entró en la salita de nuevo y el jarrón estaba justo en el borde de la mesa. Lo tomó y lo metió en la caja, bajó a la calle y lo echó en un contenedor de basura .
No se entretuvo y subió a su casa, estuvo preparando la cocina para hacer la cena y al ir a la salita, a poner la mesa, se encontró el jarrón en el centro de la misma. La mujer se quedó espantada, no sabía qué hacer y pensó: «Quizás sólo he imaginado que metía el jarrón en la caja pero no lo he tirado». Y se apresuró en meterlo en una bolsa y volver a bajar a tirarlo al contenedor.
Pero al subir a casa, en medio de la mesa el jarrón que, poco a poco, de desplazaba hasta uno de sus bordes... La mujer tiró el jarrón al suelo para romperlo, pero ni se quebró.
Desde entonces el jarrón les hace compañía, la situación económica no les posibilita una mudanza y el jarrón ha pasado a ser parte de su vida , relacionado a él otros fenómenos los que se viven en la casa tale como fuertes olores, caídas de temperatura o ver extrañas sombras que se pasean por la casa... Creen que todo está vinculado y que, tal vez, el jarrón estaba maldito.
Lo cierto es que no se puede explicar el extraño movimiento. Quizás sea la sugestión, un desnivel en la mesa (que no se ha podido captar), psicoquinesis involuntaria o, en caso extremo, ¿un fenómeno paranormal? ¿Quién sabe..?
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